Cada tarde en Bienvenidos a bordo, Guido Kaczka y su trouppe ponen a prueba el ingenio y la astucia de los participantes en el estudio y de las familias en sus casas. Con un código que trasciende la pantalla y se replica en cada televidente, el programa es un entretenimiento a prueba de cualquier tipo de desafíos. Juegos comunes para gente común parece ser la propuesta, que con cambios de horarios, de formatos y de entretenimientos se mantiene como una fija en la grilla de El Trece.
Este miércoles, Guido comenzó su kermesse de cada día con el juego de adivinar las palabras. Cuatro participantes, cada uno con sus respectivos auriculares, debían adivinar una palabra o frase solo con el movimiento de labios de los famosos, que los guiaban de manera ampulosa y desesperada para que logren su cometido. La primera en participar fue Tamara Bella, que abrió el juego cosechando dos respuestas.
Cuando entró Dan Breitman el conductor lo notó con mejor semblante que el día anterior. “Vive solo pero no duerme solo”, señaló Sofía Macaggi que esperaba su turno tratando de dar una respuesta ante la actitud de su compañero. Pero el humorista no perdió la concentración y conformó una gran dupla con Florencia, obteniendo siete respuestas correctas, una cosecha altísima que los consagró como virtuales ganadores.
“Viste que se levantó mejor”, celebró Guido adjudicándose el ojo clínico para detectar el andar de sus compañeros. Luego fue el turno de Sofía, que entró con la energía bien arriba, saltando en el lugar a modo de calentamiento precompetitivo y mostrando su plasticidad con una perfecta medialuna. Sin embargo, la conductora no tuvo un buen desempeño y solo logró combinar una respuesta.
La vara seguía altísima y allí fue Hernán Drago dispuesto a superarla. El modelo puso lo mejor de sí para lograr el objetivo, aunque apenas consiguió que la participante adivinara 3 consignas. Ni bien sonó la chicharra del minuto, Guido miró a la tribuna para felicitar a Florencia y Dan, que tomados de la mano quisieron ingresar corriendo al estudio. Pero algo no salió según lo planeado: fallaron en el cálculo y terminaron despatarrados en el piso.
“Me caí mal” reconoció el humorista, que ya había sufrido un percance durante su paso por La Academia. Dan logró incorporarse con la ayuda del conductor. “Estoy bien, ¿te golpeaste’”, preguntó mirando a la participante que no se hacía demasiados problemas. Por el contrario, en la sonrisa de su rostro se mezclaban la felicidad por haber ganado la prueba y algo de vergüenza por haber protagonizado un blooper que sabía que iba a trascender las fronteras del gran show de Guido.
“Por la emoción quería salir a correr a hacer la medialuna”, se justificó Breitman, en referencia a la plasticidad que había demostrado Sofía y Hernán en la previa. “No me duele”, tranquilizó al conductor, que todavía estaba preocupado al verlo que rengueaba y se tocaba la pierna. Y para que no quedaran dudas que no había ningún tipo de secuelas, Dan se dispuso a hacer la prueba de gimnasia con una destreza y elegancia que sin embargo pasó desapercibida.
El tema es que Guido seguía enganchado con la caída y mostró en cámara lenta el cuadro por cuadro de Dan y Florencia, desde que estaban en las gradas hasta que aparecen en el piso. Allí se pudo apreciar cómo primero tropieza el humorista y en el impulso arrastra a la participante. “Estaba emocionado”, volvió a justificarse Dan. “Estoy bien, gracias Guido. Te quiero mucho”, agregó abrazando al conductor, en cuyo rostro seguía la congoja por el tropezón, que fue caída, pero también un momento para el recuerdo.
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