“Soy de los que creía que contar mi elección sexual era un acto de discriminación. No entendía que efectivamente la discriminación a la que se me invitaba era tal, pero positiva”, escribió la semana pasada Luis Novaresio en su columna en Infobae, titulada “Puto”. En ella el periodista se refería a su decisión de hablar sobre su orientación sexual. Días más tarde, en una charla a fondo habló de cómo se ensambló a la familia de su marido Braulio Bauab, su charla con su mamá y de las “presiones” por hablar de su vida privada.
“Encontré un par (en Braulio”, dos cincuentones, con proyectos, realizaciones profesionales”, dijo en diálogo con Agarrate Catalina. Su marido es papá de Vera, de 4 años y la mamá de la nena es una amiga de él, lo que se llama copaternidad. ¿Cómo define a su familia? Los chicos son más sabios y simples: “Ella la hizo mas fácil. En el jardín tuvo que dibujar a la familia y dibujo tres personas: ‘mi mamá, mi papá y mi Luis’. Es lindo, desafiante, tirarme a jugar y a hacer un collage es inesperado para mí”.
¿Cómo era su vida antes de hablar de su orientación sexual públicamente? “Iba a la marcha del Orgullo pero no lo contaba, era reservado, tuve otras relaciones que preferían que no lo hiciera público y había que respetarlo. Ahora ase siente como no hacer ningún esfuerzo y contar lo que pienso. Quiero reivindicar la palabra ‘puto’. Ahora hay una cierta tranquilidad de decir lo que quiero”.
Si bien no da consejos, habló desde su experiencia y dijo que hoy está “más pleno y más feliz” por ser quien es: “Es verdad que genera miedos, pero es mejor correr ese riesgo que no hacer lo que querés porque es una factura que te va a dar la vida. Te preguntás, ‘¿me va a seguir queriendo mi familia? ¿voy a seguir teniendo laburo?’, pero es un riesgo a correr”.
“Me sentía presionado en tener que decir y conté un poco de la existencia de Braulio en un Martín Fierro, porque se lo quería dedicar y lo dije en lo de Andy porque generó un lugar piola para decirlo, es horrible que a alguien le quieran hacer contar algo de su intimidad que no quiere, es feo, porque el que decide mantener su orientación sexual en la intimidad tiene que tener apoyo”, agregó al respecto.
El conductor de Debo Decir dijo además que hasta sus 21 años tuvo novias, pero que desde ese momento ya tenía claro que la atracción hacia los hombres era más fuerte. Incluso recordó un comentario que le hizo una amiga: “Yo laburo desde los 23 años en radio y una amiga me dijo ‘nunca te escuché decir que buena esta mina’. Es que no la carreteé nunca, es verdad que me mantuve en reserva, y pensaba, ‘¿por qué tengo que contar la homosexualidad si la heterosexualidad no se cuenta?’ Error, porque hay que hacerlo porque es una minoría, pero uno lo hace con quien puede, con quien quiere”.
Respecto a qué lo llevó a decidirse a mostrarse con Brasulio dijo que fue a partir de ciertas situaciones incómodas: “Nos pasó que nos sacaban fotos y titulaban ‘el chongo de Novaresio’, entonces lo contamos. Íbamos a contarlo antes del cumpleaños de Vera pero él quiso subir una foto mía con un almohadón que decía ‘Love’ yo le dije que no porque iban a venir los periodistas y él me dijo ‘no sos tan famoso’”.
Su única familiar de sangre con quien no lo había hablado abiertamente fue con su tía (hermana de su papá) y la reacción de ella lo sorprendió: “Ella tenía un gesto conservador y el día del casamiento estaba más emocionada que nosotros, uno tiene más fantasmas que otra cosa. Con mi vieja lo hablé y ella trataba, vine a Buenos Aires recibió a mi pareja, estaba claro, pero la cosa de la exposición pública no la vivió”.
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