Ramón “Palito” Ortega comenzará un tour despedida con un show el 11 de diciembre en el estadio Luna Park en el que repasará su extensa carrera. El puntapié de esta gira será el concierto que marcará el regreso del artista a un escenario porteño en el que revivirá todos sus éxitos, además de las canciones de sus últimos tres álbumes, donde homenajeó a grandes autores de la música internacional.
“Siento que estoy dando un adiós desde los escenarios con esta gira que estamos programando por todo el país, y lo del Luna Park es el comienzo de ese adiós con un sentimiento profundo de gratitud hacia la gente; como decía Gustavo Cerati, lo único que puedo decir es ‘gracias totales’”, contó el popular cantante.
Te llevo bajo mi piel, fue el último trabajo de Ortega donde ronda el espíritu de Frank Sinatra en cada canción, ese artista que tanto admira y que tuvo el privilegio de traer a cantar a nuestro país. En el este marco de promoción, Palito fue la figura excluyente de este domingo en La Peña de Morfi, el ciclo de Telefe, que conducen Gerardo Rozín y Jesica Cirio.
Desde La Felicidad, pasando por Despeinada y La Sonrisa de mamá hasta Yo tengo Fé, fueron los hits que Ramón Ortega junto a su director musical Lalo Fransen y una banda de músicos interpretaron para precalentar lo que se verá en el mítico estadio de la calle Bouchard en las próximas semanas.
Entre canción y canción, el nacido en Tucumán recordó varias anécdotas, entre ellas, la ves que le pidió a Luis Sandrini dirigirlo en una película. “Una vez voy a la casa y le dijo ‘Don Luis lo quiero dirigir’. Y muy serio me miró y me dijo: ¿Y por qué no pibe?”, fue la respuesta del actor cuando Ramón le hizo el ofrecimiento. “Era una cosa inalcanzable porque era una estrella impresionante”, recordó.
Luego, muy emocionado, Palito reconoció que le quedó un deseo pendiente. “Estaba en México y me había hecho muy amigo de Don Mario Moreno Cantinflas. Iba a la casa y un día le digo: ‘Mario yo tengo un sueño, quiero hacer una película con vos y Luis Sandrini’. Se le abrieron los ojos y me dijo: ‘Me gusta la idea’. Después vino el desenlace fatal (la muerte del actor argentino en 1980) y quedó el proyecto ahí”, concluyó al borde del llanto.
Este año, Ortega cumplió 80 años y en una entrevista con Teleshow señaló: “Sería un desagradecido si le estaría pidiendo más a la vida, que ya me ha dado mucho más de lo que en algún momento soñé. Y yo no era de quedarme corto a la hora de soñar. De chico tuve una visión real de lo que me iba a pasar”
“Soy un hombre que siempre piensa en positivo, aun en los momentos difíciles. En la medida en que uno piensa positivamente en diferentes momentos de la vida, en sus actos, sus actitudes, su trabajo, sus relaciones, le está transmitiendo eso al cuerpo. Si uno está todo el tiempo con el espíritu del fracaso, de la derrota o se está negando todo el tiempo, condiciona toda su actitud en la vida a ese pensamiento. Y eso no te conduce a nada. Esto es un pensamiento muy personal, no soy el dueño de la verdad ni lo que digo es totalmente así”, destacó en aquella entrevista.
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