Sábado 25 de septiembre, París. Desde el banco del Paris Saint-Germain, Mauro Icardi ve cómo a su equipo, puntero de la Ligue 1 le cuesta imponerse sobre el humilde Montpellier, perdido en la mitad de la tabla. El partido va 1 a 0 a favor del cuadro de la capital francesa, pero está reñido. El rosarino sigue el juego con los ojos pero su cabeza está en otro lado. A seis kilómetros de allí: en el centro de la “ciudad luz”, en alguna habitación del lujoso hotel Le Royal Monceau, lo espera Eugenia La China Suárez.
Pero para eso faltaba un rato. En el Parque de los Príncipes quedan casi tres minutos más lo que adicionara el árbitro. El técnico Mauricio Pochettino, también argentino y también nacido en la provincia de Santa Fe, mandó a llamar a Icardi para que ingrese por Kylian Mbappé. En el mismo movimiento, Julian Draxler reemplazó a Ángel di María. Y cinco segundos después, la jugada definitiva: Neymar controló la pelota, Icardi picó al centro del área y arrastró la marca de los dos centrales de Montpellier, dejando el hueco para que llegue Draxler. El alemán recibió del brasileño y definió el partido con un tiro que no pudo contener el arquero. 2 a 0 y a festejar al vestuario. Y un rato más tarde, Mauro lo haría con la actriz argentina recién llegada de Madrid.
Ese fue el punto cúlmine tras ¿semanas? ¿meses? de sexting entre Icardi y Suárez. Reacciones en Instagram, videollamadas pícaras, videos de alto voltaje erótico, mensajes a deshoras. Y un historial que o no se borró o no se archivó. Mientras tanto, en Milán, Italia, Wanda Nara y su hermana Zaira se divertían solas, sin hijos ni maridos, con los desfiles de la Milan Fashion Week.
Viernes 1° de octubre, La Cigale, París. Camilo dio su primer show en la capital francesa y, a su término, recibió en camarines a Wanda Nara, Mauro Icardi, Lionel Messi, Antonela Roccuzzo y Ricky Sarkany, entre otros invitados famosos. Suena el teléfono del zapatero: videollamada entrante de La China Suárez. “Pasame con Wanda que la quiero saludar”, le dice ella a Sarkany y, desde su cama y en babydoll, habló con Nara y su marido. Un rato más tarde, mensaje de la China a Mauro, a través de Telegram: ”Qué lindo que estabas”.
Quince después, el ida y vuelta picante entre Mauro y Eugenia cayó en manos de Wanda, quien no dudó en hacer volar todo por los aires y marcar la agenda de los medios de comunicación con tan solo esa Instagram Story que ya es célebre y se hizo slogan, remera, bandera: “¡Otra familia más que te cargaste por zorra!”, leímos en letras blancas sobre fondo negro en la tarde argentina del sábado 16 de octubre.
Aunque en esa frase no estaba clara la destinataria, las redes sociales no tardaron en señalar a La China como la “zorra” de la que hablaba Wanda, quien en esa misma jugada dejó de seguir a Icardi en Instagram. Fueron muchos los usuarios de esta red social que notaron que Nara también había dejado de seguir a la ex de Benjamín Vicuña, a quien hasta un rato antes le likeaba todas las fotos. Casualmente, el jugador también dejó de seguir a Suárez en ese mismo momento. “Me separé”, le confirmó Nara a la periodista de espectáculos Ker Weinstein.
Domingo 17 de octubre. Mauro Icardi voló de París a Milán para tratar de reconciliarse con Wanda. Se ausentó del entrenamiento dominical del PSG alegando “problemas familiares”. En el camino, tiró una story y un nuevo posteo en Instagram. “Feliz Día Mamucha”, escribió el delantero en una foto suya junto a su todavía esposa. Era el Día de la Madre y ella es quien gestó en su vientre a Isabella y Francesca, sus dos hijas. Pero aunque volvieron juntos hacia París, al otro día Wanda echó por tierra cualquier intento de reconciliación: “Me gusta más mi mano sin anillo”, escribió junto a una foto de su mano sin su joya de casada.
Lunes 18 de octubre, barrio de Constitución, Ciudad de Buenos Aires. A partir de esa mañana y por el aire de Los Ángeles de la Mañana (El Trece), Yanina Latorre comenzó a ponerle el cuerpo a la voz de Wanda. Desde Europa, la empresaria le envió una captura de un chat entre Mauro y La China. “Algún día tenemos que salir de joda vos y yo. En alguna parte del mundo donde no te conozcan, jajaja”, escribió Eugenia en uno de esos mensajes. “¿Para qué? Ya me aburrió la joda”, fue la réplica de Icardi.
En las semanas siguientes y siempre a través de Yanina, supimos más detalles de la historia. Que todo habría arrancado en mayo. Que Icardi la tenía agendada a Eugenia como “CS”. Que Wanda está muy decidida a separarse y que está “viviendo un infierno”. Que Mauro no sabe cómo reconquistarla. Que Jakob Von Plessen, el marido de Zaira, habría sido el cómplice del delantero del PSG. Que Zaira le pidió a Wanda que se separe. Que Icardi le habría pedido a Wanda que ambos cierren sus cuentas de Instagram, pero que primero ella postee una foto de la familia entera. Que también le pidió que dejara de trabajar. Que Mauro le decía a la China que se quería separar de Wanda “pero ella no se hace cargo. No la quiero más como pareja. La dejé de querer, la veo como hermana o como madre”...
Miércoles 20 de octubre, Madrid. “Lo que sucedió es una situación que yo no comencé, no provoqué y no alenté”, dijo La China Suárez para romper el silencio con un largo comunicado que difundió vía Instagram, claro. Hasta ese momento, nada. Apenas había tomado la decisión de cerrar los mensajes en sus posteos, mientras subía stories disfrutando del tiempo con sus hijos. “Me ha tocado relacionarme con hombres a los que le he creído siempre sus palabras: que se estaban separados o separándose y que no había conflictos. Siento en esta situación un Deja Vu infernal, donde vuelvo a pagar con mi reputación cuestiones que son de dominio personal de cualquier mujer. Una repetición que deja a la luz mi inexperiencia y, sobre todo, profunda credibilidad que le di a estos hombres que luego guardaron silencio dejando que me comieran los lobos”, decía uno de los pasajes de la carta.
¿La respuesta de Wanda? Tan honesta como brutal: “De mi familia me encargo yo. De las putitas, la vida misma” escribió, sí, en Instagram, junto con un collage hecho a base de fotos junto a Icardi, las cuáles reflejaban que en los últimos tres meses las cosas iban bien entre ellos.
Lunes 25 de octubre. Después de varios días en los que Icardi remó -siempre por Instagram- por la reconciliación a través de melosos posteos e incluso dejando de seguir a todas las personas que seguía menos a su amada, habló Wanda. Sin intermediarios ni indirectas, la rubia publicó un escrito en sus redes como para ir aclarando el panorama. “Las fotos que fui subiendo los últimos meses muestran lo bien que estábamos y lo felices que éramos. A partir de lo sucedido quedé muy herida. Cada día le pedí a Mauro el divorcio (...) En dos días, Mauro aceptó todas las condiciones y firmamos el acuerdo. Al día siguiente me escribió una carta como nunca nadie me había escrito jamás. ‘Te di todo y tenés todo, ojalá puedas ser feliz porque eso me haría feliz a mí'. Ahí me di cuenta de algo, que teniendo todo no tengo nada si no estoy con él”, dijo con el corazón abierto.
Al otro día, Yanina Latorre develó el contenido de la carta de Icardi que le habría hecho cambiar de opinión a Wanda. “Cada vez más te demostré las cosas que te digo. Nunca te mentí ni te inventé nada, tuve un error de pelotudo. Ahí tenés firmado nuestros sueños de ocho años, lo que quisimos cumplir y conseguimos todo lo que nos propusimos hacer. Espero que lo disfrutes, estaré tranquilo porque sé que en el resto de mi vida no vas a tener nada para reprochar. Te estás equivocando y mucho, no te das cuenta. (...) Ahora querés la joda, escribirte con tipos, espero que sean el 1% de lo que fui yo. Arruinaste todo por un chat de mierda que no significaba nada para mí, un chat por el que estás ciega y no podés ver más allá del teléfono donde ves pelotudeces y mandás data a la prensa”, decían algunos pasajes del escrito.
“27/10. Una fecha muy importante para nosotros. Feliz aniversario. Otro año más juntos. Muchos sueños vividos, muchísimos más por vivir”, escribió Icardi el miércoles 27 de octubre, a propósito del octavo aniversario de su matrimonio con Wanda. Ese mismo día cumplió cinco años la pequeña Isabella, motivo suficiente para que sus padres dejaran a un lado sus diferencias y la celebraran.
Viernes 29 de octubre, vestuario del PSG, París. El Lille vence 1 a 0 al local y Mauricio Pochettino camina por el vestidor pensando en su próximo movimiento. Hay que darlo vuelta. Mientras el estratega de los parisinos decidía, Mauro tenía su celular entre las manos y estaba a punto de tomar otra decisión, mucho más personal: cerrar su cuenta de Instagram. El técnico argentino anunció el cambio: afuera Lionel Messi, adentro Icardi. El PSG terminó ganando el partido, con Wanda siguiendo las acciones desde un palco, pero el delantero no gravitó ni en el juego ni en el resultado. Hasta hoy no se conocen los motivos que lo llevaron a apagarse en la red social. Y para mayor desconcierto, al otro día, se lo vio junto a la madre de sus hijas festejando Halloween y reafirmando la buena sintonía de pareja tras la reconciliación. Todo parecía marchar bien.
Martes 2 de noviembre. Desde la ventanilla de su avión, Wanda le sacó una foto al iluminado cielo parisino de noche y le escribió en una esquina un contundente “Chau”. Durante su viaje a Milán, se tomó el trabajo de archivar (o borrar) de su feed casi todas las fotos que tenía junto a Icardi, incluso la de la carta en la que había anunciado la reconciliación. Así, confirmaba la separación.
Según Yanina, Wanda recibió mensajes de parte de cuatro esposas de futbolistas quienes habrían descubierto en los celulares de sus maridos intercambios de alto volraje cona China: “Son cuatro botineras de jugadores de la Selección. Se comunicaron con Wanda y le mandaron videos de la China haciéndose la autosatisfacción. Son diferentes escenas, se ve que les manda diferentes partes de ese video”. Incluso, contó Latorre, la China se habría vuelto a contactar con Icardi después de que saltara todo el escándalo.
“A Wanda le empezaron a llegar mails con mucho lujo de detalles, de esos que solo pueden saber la China e Icardi. Es un amigo de ella el que llamó a Wanda y le dijo que la actriz sí estuvo en un hotel de París y que lo sabe porque fue él mismo quien le sacó el pasaje. Entonces Wanda está buscando pruebas para ver si se vieron con Mauro”, contó Latorre.
“Yo no tengo la culpa de que ella haya venido”, habría sido la respuesta de Icardi a Wanda sobre el viaje de la actriz a la capital francesa. Según contó la esposa de Diego Latorre, el futbolista estaba concentrando cuando se enteró de que Suárez estaba allí. “Ella estaba en un hotel y le pidió la camiseta rosa del PSG. Él (por Icardi) va a decir que no, pero para mí se la llevó y se la engrampó”, aseguró la panelista.
Ser la vocera de Wanda no le resultó gratis a Yanina. “Qué obsesión tenés vos conmigo”, dijo ella que le espetó la China en una comunicación telefónica que fue subiendo de tono y en la que no llegaron a ningún acuerdo. “¿En qué cabeza cabe que vas a poner a calentarte o pajerearte con el marido de Wanda Nara, que Wanda no se va a enterar y que no le va a contar al mundo cuando se entere?”, le devolvió Latorre.
Viernes 5 de noviembre. Por estas horas, Wanda sigue en Milán disfrutando de su soltería en compañía de sus amistades, mientras espera ser entrevistada por Susana Giménez para dar su versión de los hechos. En tanto, su abogada Ana Rosenfeld le dijo a Teleshow: “Yo nunca hablo de definitivo”. La China ya está de regreso en Buenos Aires y, por ahora, no tiene pensado hablar. Icardi continúa en París, reactivó su Instagram y volvió a seguir a Wanda (quien le devolvió el follow), a Zaira, a su suegra Nora Colosimo, a Kennys Palacios, confidente de su mujer, al PSG y a Leo Messi, entre una treintena de cuentas. Lejos de terminarse, esta historia continuará.
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