La escandalosa separación de Wanda Nara y Mauro Icardi sigue generando repercusiones, debido a los nuevos detalles que trascendieron sobre el posible encuentro de María Eugenia “La China” Suárez y el futbolista en un lujoso hotel de París. En este contexto, Cecilia Oviedo estuvo invitada en A la tarde (América) y recordó cuando vivió una situación similar luego de una crisis matrimonial con Nito Artaza. La actriz contó que actualmente mantiene un buen vínculo con la esposa de su ex pareja, pero reconoció que en 2007 estuvieron completamente enfrentadas: ese fue el año en que supo por la propia Cecilia Milone que su marido le había sido infiel. “Me quedé helada cuando la escuché contar su romance con quien todavía era mi esposo en televisión”, sentenció.
Oviedo aseguró que se siente identificada con los sentimientos de bronca que expuso la empresaria en sus redes sociales cuando se dio cuenta del coqueteo entre Icardi y Suárez. Lo que sucede es que en su momento reaccionó de una manera parecia a Wanda: “Con Nito estuvimos 18 año juntos, y no es que tuvimos muchas separaciones, sino más bien una separación que duró un año y medio; trabajábamos juntos y nos habíamos reconciliado hacía seis meses cuando estalló el escándalo”. En este sentido, detalló que recuerda la fecha exacta en que vio un reportaje de Milone en un programa de espectáculos: “Fue un 2 de abril de 2007, un feriado, no me olvido más porque estábamos en casa con mi hijo, televisión prendida, y se sienta Cecilia a contar todo; y yo no sabía nada”.
“Fue un vínculo que se daba en las sombras, en la mentira, en la traición, cuando nosotros estábamos casados, y ella se sienta con la excusa de que recibía amenazas anónimas, pero yo lo sentí en aquel momento como un acto de resentimiento, por eso entiendo el enojo de Wanda hacia la China, porque yo también sentí que se había expuesto algo que ni yo sabía como era y además estaba expuesto mi hijo, que tenía 13 años, fue muy fuerte, muy doloroso”, explicó. Ni bien se dio a conocer el triángulo amoroso varios móviles de televisión se instalaron en la casa de Artaza y Oviedo, y convivieron con guardia periodística durante un mes.
“Yo me quedé helada, y muda. Después empezamos a discutir, fue una bomba desgarradora que explotó en mi familia. No tengo palabras para contar lo que yo sentí en ese momento. El dolor que sentí fue tremendo, no quise salir de mi casa porque sentí vergüenza y me sentí una tonta porque había compatido cenas de elenco con Cecilia sin saber nada”, se sinceró. También aclaró que pasaron diez años desde su divorcio hasta que Artaza oficializó su noviazgo con Milone y luego el casamiento en 2017.
“Lo primero que hacés es enojarte con la otra, sacás el foco de lo importante, cuando las aguas se calman te das cuenta de que tu marido tiene responsabilidad, pero como sociedad estamos atravesados por arquetipos: el esposo, la esposa, y la amante; y no es así, con el tiempo fui cambiando mi forma de ver la situación”, recalcó. Y agregó: “Hay responsables pero no hubo culpables, uno se indaga y se da cuenta de todo lo que no registró, y creo que se puede salir del dolor del enojo, porque ese lugar de renconr en realidad te estanca”.
Sobre el final contó cuál fue el hecho bisagra que la hizo darse cuenta de que debía cambiar su actitud: “Después de que nos divorciamos Nito hizo su vida de soltero. Tuvo varias novias, tuvo otra pareja incluso y recién después decide blanquear su vida con Cecilia. Cuando Nito decide blanquear y ellos se casan, mi hijo no quería ir al casamiento”. Poco antes de que se produjera la unión matrimonial Oviedo invitó a almorzar a Milone para limar asperezas y proponerse mantener un buen vínculo.
“Nos juntamos y ella me dijo: ‘¿Pero vos por qué no lo soltabas? Yo no lo retenía ni lo tenía encadenado, él no se separaba porque no quería, el quéria tener todo. A partir de ese momento tuvimos un vínculo más cercano y mi hijo con el tiempo se fue acercando también”, aseguró. Y cerró: “También quiero destacar la amorosidad de Cecilia que tuvo para conmigo, tuvo la voluntad de que mantegamos una vida más armónica; fue muy difícil que mi hijo se integre al campo emocional, que no se metiera en el tema de los adultos, que la respetara a Cecilia, no quería que la juzgara, que la respetara como la mujer del padre”.
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