Volvió a quedar en el ojo de la tormenta. Cuando todo parecía haberse calmado, Wanda Nara recibió un mail anónimo con detalles del supuesto encuentro entre su marido, Mauro Icardi y Eugenia China Suárez. Según la información -que la modelo sospecha que le llegó de parte del entorno de la actriz-, el futbolista y la ex Casi Ángeles se habrían visto el fin de semana del 25 de septiembre en París (Francia), a donde ella viajó desde Madrid (España), ya que por ese entonces estaba filmando una película: en tanto, aquellos días la empresaria y su hermana Zaira -que había ido de visita con su familia desde la Argentina- asistieron a la Semana de la Moda en Milán (Italia) y dejaron a sus maridos al cuidado de sus hijos la noche que se ausentaron.
El escándalo explotó semanas después, a mediados de octubre, cuando el jugador del PSG le aseguró a su esposa que la notaba “rara” y le pidió ver -en rigor, revisar- su celular. Ella respondió de la misma forma y encontró mensajes y llamadas con la actriz. Él le juró que solo había sido ese intercambio, que jamás se habían visto. Wanda abandonó París, su esposo la fue a buscar, se disculpó, regresaron juntos a la capital francesa y tuvieron una crisis marital en la que ella quería divorciarse -se lo dijo todos los días desde entonces- hasta que decidió perdonarlo y apostar a los siete años que llevan de casados
Sin embargo, la confirmación de aquel encuentro puso en jaque el matrimonio y Wanda pateó el tablero. “No quiero saber nada más de nada”, le dijo a Yanina Latorre -con quien habló desde que se desató el escándalo- desde Milán, a donde volvió a viajar tras el último episodio. Si bien tenía que cumplir con compromisos laborales pautados, aprovechó la oportunidad para tomarse un tiempo y pensar en su futuro marital.
Mientras tanto, desde Buenos Aires, La China Suárez busca salir del foco del escándalo. No volvió a hacer referencia a lo ocurrido -había publicado un descargo en sus redes sociales cuando aún estaba en España- y por estas horas mostró que se refugia en sus hijos: Rufina -de su primera relación con Nicolás Cabré- y Magnolia y Amancio, de su última pareja, Benjamín Vicuña.
La actriz compartió en su cuenta de Instagram -red social en la que tiene casi seis millones de seguidores- fotos de un encuentro familiar del que también participaron amigos de ella. Allí posó junto a sus tres hijos en un patio en el que disfrutaron de una noche al aire libre aprovechando que la temperatura los acompañó.
Desde su llegada a Buenos Aires, la actriz se refugió en un grupo determinado de amigos ya que luego del escándalo, terminó distanciada con Paula Chaves, quien apoyó a Zaira Nara. Por caso, la conductora de Bake Off llegó a escribirle “sorete” en un mensaje en el que le aseguraba que su amistad había finalizado.
Y en las últimas horas quien se expresó públicamente fue la hermana de Wanda, quien es muy amiga de la modelo. Incluso, es la madrina de Filipa, su hija menor con Pedro Alfonso. Lo hizo a través de un mensaje de WhatsApp que le envió a Ángel de Brito, quien lo leyó al aire en Los ángeles de la mañana. “No quiero meterme, ahora todo sale de algún lado. Yo de ella (la China) no sé qué pensar”, sostuvo la exconductora de Morfi.
De manera indirecta, Zaira se vio afectada por la crisis matrimonial de su hermana, no solo porque la actriz era su amiga, sino porque su pareja, Jakob Von Plessen, fue señalado como presunto cómplice de Mauro Icardi ya que él estaría al tanto del encuentro del futbolista con la China en París aquel fin de semana en el que los hombres se quedaron al cuidado de sus hijos. “Ella está en una crisis con su marido bastante importante por lo que pasó con Mauro Icardi. No puede creer que se haya metido allí”, detallaron allegados de la pareja a la revista Paparazzi.
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