“Inspirada en hechos reales. Algunos elementos fueron creados para dramatización. Cualquier similitud con personas reales es pura coincidencia”, anuncia una placa al inicio de Maradona: Sueño bendito. Con ese texto, los autores y a advierten que en pos de crear un mejor producto audiovisual pueden tomarse ciertas “licencias” dentro de la historia.
Tras el estreno el pasado jueves, dos días antes del que hubiera sido el cumpleaños número 61 del ídolo, la serie recibió varias devoluciones, entre las cuales se destacaba que en la historia se contaba la muerte de Juan Domingo Perón como si hubiera ocurrido en 1969, también se cuestionó si en Punta del Este antes de llevar a al Diez al hospital Guillermo Cóppola se tomó o no un café, entre otras cosas. Alejandro Aimetta, uno de los directores de la ficción, habló al respecto y contó también cómo fue armar la biografía de un personaje épico como el papá de Junior, Dalma, Gianinna, Jana y Diego Fernando.
“No era la primera vez que hacia una biografía de un personaje de esta envergadura, pero esta era particular y tenía ese sabor que ninguna otra y empezar el proyecto con colaboración de Diego fue u n lujo, tocar el cielo con las manos”, dijo el director de la serie en diálogo con Cine Argentino por CNN Radio.
Una parte fundamental de la preproducción fue el casting, que duró aproximadamente un año y no podía fallar. “La historia lo ameritaba porque él es un ícono del país y tener al actor que necesitábamos fue un proceso largo pero imprescindible y hubo muchos sí en el camino, estamos bendecidos porque había muchas cosas que parecían imposibles, entre ellas tener un elenco como el que contamos”.
¿Cuál fue el más difícil de encontrar? “Todos tenían una complicación distinta, mucha presión entre los Diegos y las Claudias. Jorge, el personaje de Peter Lanzani fue el que venía a contar cosas simples, desde un lazo de amistad con una dificultad física y el contar la historia de un niño que iba creciendo. Fue un cambio físico para él (renguea, tiene el pelo más largo y subió de peso para el papel) y había que animarse y lo vieron y lo hizo impecable. Coppola fue complicado, todos tan peculiares y queríamos trabajarlos desde la mejor opción”.
Sobre la muerte de Perón, que en la ficción es en 1969, a los nueve años del ídolo y en la realidad fue en ‘74, contó que prefirieron privilegiar el tiempo narrativo: “Es una aglomeración de emociones, sabemos que murió en 1974, teníamos un solo actor niño, y se eligió contarse desordenadamente y a riesgo que se podría mal interpretar. Lo que se quería mostrar era la sensación de ese niño de que la vida corría demasiado rápido, se habla de eso y fue una salvedad los guionistas en edición, para generar sensación de tiempo sin un cartel de un dato duro, no hay que subestimar al público y se entendió lo que pasaba a Diego y por qué era importante en su vida”.
La post producción llevó dos años y se hizo de manera online. El 25 de noviembre del año pasado, falleció Maradona: “En ese momento estábamos trabajando solo yo con un par de editores con mucha distancia. Nos tocó contar 40 años en la vida de Diego, fuero 5 años en mi vida y nos cruzamos con la gente con la que él estuvo y era un familiar mas, no queremos adueñarnos pero se sufrió muy de cerca. A partir de eso se generó mas expectativa con la serie y se decidió no salir en ese momento”.
“Hubo muchos intentos de estreno y es una serie enorme y difícil de producidor porque hay mundiales, guerras y acontecimientos de todo tipo a los que se apostó mucho trabajo. Fue una tarea titánica y hubo más de diez mil personas involucradas durante cinco años en cinco países. Es la construcción de un ídolo y cómo lo cosechamos, de un un país, de la falta de oportunidades y de creer que es posible. Si algo nos enseñó Diego es a levantarnos y no queríamos dejar de contarlo así”, cerró Aimetta.
SEGUIR LYENDO: