La pandemia ha generado cambios en la vida de todos a nivel mundial. De esta manera, algunas personas modificaron sus estilos de vida, sus rutinas de trabajo e incluso tomaron decisiones drásticas, como es el caso de Norman Briski, el actor y director de 83 años que dejó de convivir con su mujer, Eliana Wasserman y sus gemelas, Sibelina y Galatea.
En una entrevista con la periodista Marcela Coronel, el popular artista contó que la cuarentena también le permitió desarrollar su parte creativa y encargarse de la dirección de una película. “Creo que solamente en esta circunstancia de la pandemia me dio la posibilidad de economizar algo porque estábamos todos culpables en el encierro. Es muy difícil que una pandemia no produzca la culpa de haber tirado el virus”, respondió Norman.
Además, señaló: “Todos los que vivimos en departamento estamos echándole la culpa al vecino, a alguien... pero la solución no es vivir en un departamento”. Cuando la conductora del programa radial Mientras tanto le preguntó si vivía en casa, Briski respondió: “Tengo una casa donde vive mi compañera y mis hijas, y yo tengo un departamento donde puedo trabajar. Por ahora no convivo, sino que estoy a tres cuadras y hago una convivencia accidental. Esto fue una consecuencia pandémica”.
Recientemente el actor terminó de filmar la película Argentina 1985, que muestra los juicios a las Juntas Militares con sus colegas, Ricardo Darín y Peter Lanzani. Al respecto de esta producción, manifestó: “Fue una experiencia muy fuerte e intensa. Hago de un abogado amigo de Strassera, casi su consultor, al que va a ver cuando está con dudas. Retomé el trabajo del actor después de un año y pico, tenía ese entusiasmo atrasado”. Además, hizo referencia a un proyecto cinematográfico basado en una obra de su autoría. “Estoy muy contento de haber hecho la película 981, que también es premonitoria porque en la obra se habla de la peste”.
Por otra parte, en marzo pasado el intérprete había dado una entrevista con Fernanda Iglesias, para su ciclo radial Esto no es Hollywood en la que dio detalles de cómo había pasado la cuarentena con las gemelas Sibelina y Galatea, que nacieron en agosto de 2015. “Los niños demandan y uno si se pone a pensar es una buena oportunidad para ser padre o madre. Cuando no hay pandemias más bien parece como que la escuela es un lugar para rajar sus hijos y que todos los juegos están pensados para eso ¿no? Para poder alejarse de los que quieren jugar todo el tiempo, porque lo único que quiere un chico es jugar”, explicó.
En ese contexto, fue consultado por la decisión de ser padre llegando casi a los 80 años. “Bueno ahora me gano (Alberto) Cormillot ¿no? Yo lo conozco de hace muchísimos años, mis hijas mayores, Catalina, Olinda, Gastón especialmente ha jugado con sus hijos, así que lo conozco y sé que es extremadamente solidario y cordial”.
Ante la pregunta de si le daría algún consejo al reconocido médico, Norman fue contundente: “Consejo yo no…eso ya pertenece a profesionales, que son los que saben mejor, adaptándose a cada chico porque cada chico es un universo distinto. Y los hay buenos, que te dicen ese periodo de lactancia, y todas esas cosas, hay mucha gente muy capaz que son muy de acudir, porque todavía falta mucho para una difusión sana de esos temas ¿no?”.
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