Después del escándalo que se desató luego de que Wanda Nara descubriera los chats entre Mauro Icardi y Eugenia la China Suárez, la actriz arribó al país tras una larga estadía en España, país al que fue a filmar una serie.
Con mucha tranquilidad, aunque tratando de esquivar las cámaras que la fueron a buscar al aeropuerto de Ezeiza, la ex Casi Ángeles llegó alrededor de las 14.30 acompañada por sus tres hijos, Rufina, fruto de su relación con Nicolás Cabré, y Magnolia y Amancio, de su vínculo con Benjamín Vicuña. Si bien llevaba puesto un barbijo y una gorra que le tapaban casi la totalidad de la cara, no pudo evitar ser reconocida. Al ser consultada por el cronista de Mañanísima (Ciudad Magazine) en torno a la polémica en la que estuvo involucrada, sólo atinó a decir: “Qué calor que está haciendo” y se subió rápidamente a una camioneta.
Todo había comenzado el sábado 16 de octubre, cuando Wanda publicó un misterioso mensaje en sus stories: “¡Otra familia más que te cargaste por zorra!”, había escrito la mediática. Más tarde, se supo que iba dirigido a la ex protagonista de ATAV, que estuvo varios días en silencio hasta que decidió hacer un descargo en su Instagram.
“Escribo esta carta para bajar el ruido externo de mentiras, maltratos y miradas inclinadas en la construcción de historias manipuladas para, una vez más, ser el chivo expiatorio de la violencia mediática. He guardado por mucho tiempo silencio por varias razones. La principal, por miedo e inexperiencia, por no saber cómo nombrar el nivel de mentiras y atrocidades que se dicen para sustentar el minuto a minuto televisivo”, señaló a modo de introducción.
Luego se adentró en las versiones que la involucraron directamente en la separación de Wanda y Mauro: “Lo que está sucediendo hoy tiene detrás una historia mucho más grande y profunda, de la que seguramente muchas mujeres van a sentirse identificadas”, adelantó. Y siguió: “Me ha tocado relacionarme con hombres a los que le he creído siempre sus palabras: que se estaban separados o separándose y que no había conflictos. Siento en esta situación un Deja Vu infernal, donde vuelvo a pagar con mi reputación cuestiones que son de dominio personal de cualquier mujer. Una repetición que deja a la luz mi inexperiencia y, sobre todo, profunda credibilidad que le di a estos hombres que luego guardaron silencio dejando que me comieran los lobos”.
Enseguida, Suárez añadió una reflexión con perspectiva de género: “Parece que es más creíble para esta sociedad, sabiendo cómo se manejan ellos siempre, que yo sea la mala, la que engaña y no la engañada”. En el mismo sentido, pareció aludir al matrimonio Icardi-Nara al asegurar: “Es más fácil pegarme a mí, para descargar. El costo de sostener la imagen de una familia feliz lo pago yo, no el hombre que fue irracional o tuvo un desliz. Todos quedan bien parados”.
Finalmente, el último lunes, la hermana de Zaira Nara confirmó la reconciliación con su marido a través de una sentida carta abierta que posteó en sus redes sociales. Allí contó que al día siguiente de iniciar el trámite de divorcio, Icardi le escribió una carta como nunca nadie le había escrito jamás: “te di todo y tenés todo, ojalá puedas ser feliz porque eso me haría feliz a mí”. Y que ese carta escrita de puño y letra, la hizo cambiar de opinión: “Ahí me di cuenta de algo, que teniendo todo no tengo nada si no estoy con él. Estoy segura que este mal momento que atravesamos nos fortalecerá como pareja y como familia. Lo importante es que los dos tuvimos la libertad de ponerle fin a nuestra historia de ocho años, pero con el alma cansada de llorar, libremente nos volvimos a elegir. Te amo”.
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