Paula Chaves capturó gran parte del protagonismo el martes por la noche durante un mini desafío técnico que tuvo lugar ni bien comenzó Bake Off Argentina (Telefe). La modelo está al frente de la conducción del ciclo de pastelería amateur desde hace tres temporadas, y en varias oportunidades bromea con los jurados sobre los conocimientos que adquirió en el último tiempo, gracias a estar rodeada de expertos. Por eso esta fue la ocasión perfecta para demostrar que escucha todos los tips de los chefs y decidió ponerse en los zapatos de los participantes cuando Dolli Irigoyen pidió que hicieran un merengue suizo casero sin usar batidora. En menos de veinte minutos la conductora debía lograr el punto perfecto de la preparación y utilizar una manga para dibujar un corazón que se sostenga en un plato: el resultado sorprendió a todos los presentes.
“A batir a mano como en los viejos tiempos”, describió Dolli, y aclaró que una de las claves es intentar no mover todo el brazo completo, sino focalizar la atención en las muñecas, además de colocar un repasador debajo del brazo para cansarse menos. “Si yo me pongo a batir ahora, ¿lo saco?”, consultó Chaves, al tiempo que los jurados se comprometieron a darle un regalo si alcanzaba la meta: “Te hacemos los tres una torta para vos”. Sin reparos y con total sinceridad, la modelo redobló la apuesta: “No, una torta cada uno”. Una vez que se pusieron de acuerdo con los términos de la negociación todos empezaron a agitar las claras al mismo tiempo.
Kalia, la profesora de pintura que sigue avanzando en la competencia, fue la primera en lograrlo, cuando todavía faltaban siete minutos para que finalice el tiempo y sin emitir ni una sola queja. La conductora, por su parte, confesó que subestimó el desafío y le pidió consejos a los jurados. “No me da más el brazo, no siento el antebrazo directamente, pensé que iba a ser más sencillo esto”, reconoció, mientras Irigoyen la arengaba para que no perdiera el entusiasmo y le explicaba como agilizar los movimientos para darle aire al batido. Al poco tiempo Paula finalmente logró su cometido, y se emocionó al ver que al dar vuelta el bowl no se caían los picos del merengue.
Sin embargo, todavía le faltaba cargar la prepración en una manga pastelera con pico ricado y dibujar un corazón sobre el plato, para que los jurados pudieran evaluar el brillo y la consistencia. Cuando finalizó su ilustración agregó una “P” para firmar su obra maestra, y celebró su presentación ante la cámara. Los otros participantes no corrieron la misma suerte, ya que solo Kalia pudo hacer el merengue casero de la forma en que lo pedían los chefs. En este sentido, cuando pasaron a degustar por cada una de las estaciones de cocina, Chaves bromeó: “Siento que miran con cierto odio”.
Damián Betular, Pamela Villar y Dolli tuvieron un breve debate sobre quién se merecía el beneficio de poder probar la compleja torta de hojaldre que los cocineros debían imitar, y apostaron al humor al descalificar a Paula por ser la conductora y otorgarle la posibilidad a Kalia. “Claro, yo estoy fuera de competencia”, justificó Paula, feliz por su desempeño y aún más contenta porque los jurados le debían tres deliciosas tortas para compartir con su familia.
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