Son días de emociones fuertes para Paula Paternoster en Bake Off Argentina Luego de superar a último momento la gala de eliminación, en la que el jurado determinó que Gino Minnucci deje el certamen, la participante vivió un momento muy emotivo en la prueba del lunes. En medio de las devoluciones, reveló que tuvo un al revelar el duro momento de salud que atravesó en el mes de marzo cuando le detectaron un tumor y cuyas consecuencias continúan hasta el presente.
La consigna de la prueba era preparar una torta de dos pisos, con dos bizcochuelos -uno de ellos una versión propia de la torta galesa-, dos rellenos y una decoración inspirada en el tema campestre. “Hagan su propia celebración. Piensen los motivos que tiene para festejar en esta semana que está arrancando y vuélquenlos en su torta. Queremos escuchar y saborear su historia”, concluyó la conductora Paula Chaves.
Con estos requisitos, cada participante se dispuso a combinar su capacidades en la pastelería con el motivo en el que. A la hora de enfrentarse al jurado, Paula se acercó con sus pisos de bizcochuelo de limón y torta galesa de naranja con arándanos rojos, castañas y maní con crema vegetal. Y cuando Damián Betular, uno de los jurados, le preguntó el motivo de la celebración, la participante sorprendió con una historia personal.
“Es una torta que nos debemos con mi familia. Venimos de unos meses muy complicados”, anticipó Paula. “En marzo descubrimos que tengo un tumor en el cerebro. Tengo un adenoma hipofisario, es beningo pero desencadena problemas hormonales, infertilidad, menopausia temprana”, agregó la joven de 30 años ante el silencio de un estudio impactado.
En un monólogo improvisado, Paula reveló cómo se enteró del cuadro: “Todo esto me lo dijeron en una llamada de 20 minutos que fue bastante difícil de procesar, ahí le metí un montón a la pastelería”, señaló, y recordó un dato que desembocó en su participación en el programa. “En este camino la medicina no siempre tiene respuestas inmediatas y fui a una persona que me recomendaron y me dijo ‘vos tenés alma de podio, sos una ganadora. Si abren la inscripción a Bake Off, anotate porque tenés todo para ganar’”, afirmó, ya con lágrimas en los ojos.
Con esas palabras rebotando en el corazón, pasó una semana y vio que se abría la inscripción que tanto estaba esperando: “Mandé el video y al día siguiente me llamaron para que esté acá. Estoy muy feliz, y estoy muy orgullosa de mí también”, agregó. En el backstage, admitió que al contar esto se exponía, pero que lo hacía “para que a alguien le sirva mi historia”.
Hasta ese momento, nadie en el programa estaba al tanto de la situación. Y en esto hizo hincapié Betular. “Te guardaste todas estas semanas. O sea que no solamente es cansancio, es también este proceso que estás pasando”, conjeturó el pastelero para interpretar ciertas conductas de la participante.
“Me da dolores de cabeza, hay días que tengo muy baja energía, hay días que tengo migrañas”, reconoció la participante. Y contó cómo le había afectado a su salud la participación en Bake Off: “Yo vine muy enojada con mi cuerpo, sentía que no iba a poder, y la realidad es que toda esta experiencia me sirvió para amigarme conmigo misma. Es mucha presión, pero ya ir a correr al abatidor, volver y que esté bien ya es un logro tremendo”, agregó, mientras se quitaba los anteojos para secarse las lágrimas.
El esfuerzo valió la pena, porque a la hora de degustación, los jurados valoraron su trabajo. “Más allá de tu historia, de los felices que nos pone que este ratito acá seas feliz, lo de adentro está muy bien”; sentenció Betular. “Visualmente es linda, me da Toscana, Italia. A celebrar por todo lo que diste”, apuntó Pamela Villar mientras que Dolli Irigoyen asentía con sus gestos. “Me quede un día o llegue hasta la final, estoy dispuesta a disfrutar esta experiencia que todos los días es un aprendizaje”, cerró Paula, aliviada por sus palabras y satisfecha por su performance.
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