“Hay violencia en Chicago, por supuesto, pero no es por culpa mía ni de mis empleados. Les diré por qué, porque no es negocio”, dice el personaje de Al Capone en una de las primeras escenas del film de 1987 que cuenta la historia del grupo de Los Intocables de Eliot Ness, que relata cómo se gestó la detención del mafioso cuya caída fue, no por contrabando en plena Ley Seca ni por violencia, sino por evasión de impuestos.
La fama del delincuente nacido en Nueva York es tal que su historia no solo ocupó las primeras planas de los diarios de le época, sino que llegó en varias ocasiones a la ficción y sigue fascinando en el mundo entero. Dirigida por Brian Di Plama, Los intocables se convirtió en un clásico de cine y colaboró en alimentar el mito no solo en torno al reconocido mafioso, sino también al grupo de policías que logró apresarlo.
La película basada en el libro homónimo de 1957 escrito por Eliot Ness y Oscar Fraley se estrenó en junio de 1987 y contó con grandes figuras en su elenco entre las que estaban Kevin Costner (Ness), Sean Connery (Jum Malone), Charles Martin Smith (Oscar Wallace), Andy García (George Stone) y Robert De Niro. Además, el dream team contó con la musicalización del italiano Ennio Morricone.
Aunque parecía el indicado para el rol de Al Capone, venía de hacer la segunda entrega de El Padrino en 1975, De Niro no fue la única opción del director, quien temeroso de que el artista rechazara la oferta, había apalabrado a Bob Hoskins y cuenta la leyenda que al quedar afuera, la producción le envió un cheque de 20 mil dólares a modo de agradecimiento y pedido de disculpas.
Así como para ponerse la piel de Travis en Taxi Driver en 1976 De Niro manejó durante semanas un taxi, a Al Capone también le puso el cuerpo en pos de hacerlo lo más real y parecido al verdadero mafioso. Además de aumentar 14 kilos se afeitó parte de la frente y para complementar, le pidió al equipo de vestuario usar réplicas de los trajes del delincuente fallecido en 1947, incluso dicen que pidió tener la misma ropa interior, a pesar de que en ningún momento se lo ve sin pantalones.
Aunque se trataba de un modesto policía de Chicago, Eliot, interpretado por Kevin Costner, salía por las calles a atrapar criminales con un Armani original, incluso el personaje luce uno durante las batallas.
Los elementos de utilería también estuvieron a la altura de las circunstancias. En la mítica escena en la que el personaje de De Niro lee los diarios mientras un grupo de asistentes lo acicala, utilizaron nada más ni nada menos que los elementos de afeitar del mismo Al Capone. Un guiño que De Palma se dio el gusto de hacer.
Y si de guiños se trata, los fanáticos del cine toman como uno indiscutido la escena del cochecito de bebé en medio de la balacera en la estación de tren que cae por las escaleras. El incidente hace alusión al fragmento de la escalera de Odessa del clásico soviético El acorazado Potemkin de Serguéi Eisenstein de 1925.
La escena se repite siete años después con un toque de humor en La pistola desnuda 33 y un tercio con Leslie Nielsen como protagonista cuando el teniente Frank Drebin, también en la estación de tren, tiene un plan para atrapar a los delincuentes y por el lugar transitan varias madres con sus hijos en carritos.
La escena de las escalaras en Los Intocables, la completa el impecable trabajo del músico italiano Ennio Morricone, encargado de la banda sonora, trabajo por el que estuvo nominado a un premio Oscar. Ya había musicalizado un año antes La Misión, también protagonizada por De Niro y en 1989 hizo uno de sus trabajos más sublimes al ponerle sonido a Cinema Paradiso, el filme italiano de Giuseppe Tornatore.
Luego de cinco nominaciones fallidas a los Oscar en el 2006 La Academia de Hollywood le entregó al compositor fallecido en el 2020 una estatuilla honorífica y seis años después tuvo su esperada revancha al alzar el premio por su labor en el western de Quentin Tarantino, Los 8 más odiados.
A quien La Academia también le negaba un Oscar pero lo consiguió gracias a la historia de Al Capone, fue Sean Connery. El escocés protagonista de El nombre de la rosa y de varias sagas de James Bond había sido nominado otras veces pero nunca había ganado. La felicidad por alzar la estatuilla fue tan grande que traspasó el escenario y el público presente aplaudió de pie.
Todos los caminos conducen a... cara cortada. Cuatro años antes de hacer Los Intocables, De Palma había mostrado en pantalla la historia de Tony Montana con Al Pacino como protagonista en la recordada Scarface. Casualmente, o no, así era el apodo que se ganó en su juventud Al Capone, tras recibir algunas lesiones en la cara en una pelea.
Así como De Niro no fue la primera opción, y hoy a la distancia no podría haber mejor actor para el papel, Kevin Costner no fue señalado desde el minuto cero para encarnar a Eliot. El equipo antes barajó otros nombres como los de Mel Gibson y Harrison Ford.
A la hora de armar el guion, del grupo de Los Intocables solo estaba vivo Al Wolff, que con 85 años de edad formó parte del equipo de consultores que colaboró para la confección de los textos, a cambio de la módica suma de 160 entradas de cine.
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