Llevan siete años de casados, dos hijas en común, una familia ensamblada, muchas mascotas y un escándalo que recorrió el mundo en unos pocos minutos. Solo Wanda Nara y Mauro Icardi saben cómo es hoy su relación. Puertas adentro, ellos dos entienden cuál es su realidad.
Puertas afuera, él se encarga de demostrar en sus redes sociales que están reconciliados, que ella lo perdonó luego de haberle encontrado mensajes y llamadas con la actriz Eugenia China Suárez. “Gracias, mi amor, por seguir confiando en esta familia hermosa. Gracias por ser el motor de nuestras vidas. Te amo. Cuánto duele lastimar a tus seres queridos. Solo sanás cuando tenés el perdón de quienes heriste”, escribió en su cuenta de Instagram dejando entrever que ya estaba todo bien en la pareja.
Además, el jugador del PSG tomó una drástica decisión al dejar de seguir a todas las cuentas en sus redes sociales -incluida la del club francés y las de las empresas y marcas con las que tenía acuerdos comerciales- y solo sigue a una persona: su esposa, Wanda Nara, quien todavía utiliza @wanda_icardi como usuario. Es decir, mantiene el apellido de su marido. Pese a que, de todas formas, ella no lo sigue desde el sábado cuando descubrió su vínculo con la actriz argentina que por estos días se encuentra en Madrid filmando una película con Álvaro Morte, popularmente conocido por su personaje de El Profesor en la serie española de La Casa De Papel.
La empresaria, por su parte, además de haberlo dejado de seguir -lo mismo hizo con la China Suárez, a quien hasta horas antes de ver los mensajes le daba “me gusta” a sus publicaciones- sostiene que no están juntos, que no hubo tal reconciliación, que ella hoy se considera soltera -hasta mostró en las redes sociales que se quitó su alianza- y que si bien están viviendo en la misma casa, lo hace por el bienestar de sus hijos, a quienes busca mantener al margen del escándalo y que sigan con su rutina habitual.
“Estoy viviendo un infierno”, le dijo Wanda a Yanina Latorre a través de un audio de WhatsApp que le envió al borde del llanto, encerrada en una habitación de su mansión en París, en donde está acompañada por su peluquero y mejor amigo, Kenny Palacios. En las últimas horas, la empresaria retomó su actividad virtual y publicó algunas Historias junto a su confidente tomando un café y recorriendo exclusivas tiendas en París. Sin embargo, luego se supo que se trataba de videos viejos y que su intención era desviar la atención. Así como también a la prensa y quienes hacen guardias periodísticas esperando tener su palabra.
También le dedicó emotivos mensajes a sus cinco hijos: Valentino, Constantino y Benedicto -de su relación anterior con Maxi López- y Francesca e Isabella -de su matrimonio con Mauro Icardi-.
Y en las últimas horas -mientras continúa sin seguir a Mauro Icardi- publicó en su Instagram una foto de una producción que ya había compartido en otras oportunidades con sus nueve millones y medio de seguidores. Se trata de una imagen en la que está desnuda bajo la ducha. Allí se permite ver el tatuaje de un avión que tiene sobre sus costillas, signo de que le gusta viajar por el mundo y que además de hacerlo por placer, lo hace por trabajo: es la representante de su marido y quien negoció el millonario pase de Icardi al PSG proveniente del Inter de Milán; y también tiene una marca de maquillajes.
“Mood”, puso la empresaria junto a la imagen. Traducido al español, lo que Wanda escribió es “estado anímico” dejando entrever que así se encuentra por estos días, mientras define su situación marital. Por caso, este viernes Yanina Latorre informó en Los ángeles de la mañana que Nara “está más cerca de pedirle el divorcio a Icardi que de una reconciliación”.
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