“¿Siempre me preguntan por todo? Bueno, ahora van a poder ver cómo es realmente mi vida”, anticipa Carolina Ardohain desde el otro lado del teléfono. La modelo se refiere al estreno de su propio reality, Siendo Pampita, que se acaba de estrenar por Paramount+ y que promete develar el lado B de su vida, el verdadero 24 por 7 de su rutina tanto laboral como familiar. ¿Cómo es vivir con una cámara que te persigue día y noche? Ya podrá verse a lo largo de los capítulos.
Pero sobre todo, la serie hace foco en la búsqueda de su embarazo junto a su pareja Roberto García Moritán, el tratamiento que tuvieron que afrontar para volver a convertirse en padres, el armado del cuarto para la beba, el nacimiento de Ana y los primeros días con una nueva integrante en la súper familia ensamblada que componen junto con los hijos que la modelo tuvo con Benjamín Vicuña, Bautista, Beltrán y Benicio, y los que su marido tuvo con Milagros Brito, Santino y Delfina.
“Estoy expectante porque no vi nada de la edición, lo voy a pasar genial, me voy a encontrar con muchos momentos de la búsqueda de Ana, situaciones del embarazo, creo que lo voy a mirar y a pensar en cómo pude hacer todo eso”, adelanta sobre la serie que aún no está disponible completa, sino que irá sumando episodios nuevos todo el tiempo.
En los primeros capítulos, Pampita y su marido buscarán quién será el médico que la acompañará en su embarazo, la primera ecografía, sus dudas y temores por volver a ser madre a los 43 años, y cómo compagina la vida laboral -al frente de Pampita Online y en el jurado de ShowMatch- con la rutina de cada uno de sus chicos y la gestación. Además, se podrá descubrir cómo fue su parto respetado y compartir la emoción por la llegada de Ana, que acaba de cumplir dos meses.
A solas con Teleshow, la modelo, conductora y empresaria -tiene una marca de belleza, una líneas de muebles y es la imagen de muchas firmas- habló sobre sus nuevos proyectos, su alegría por esta “nueva maternidad completamente distinta a las anteriores” y reveló por qué decidió abrir un poco más las puertas de su intimidad y dejar entrar al público a su propia casa.
—Sos una especie de topadora, no paraste en todo el embarazo, ¿cómo viviste esa experiencia de anidar con tantas actividades en paralelo?
—El mismo día que tuve familia había estado en ShowMatch. Todo fue así, es lo que tocó y fue divertido también. Mis embarazos fueron todos un poco así, los que me conocen saben que soy así, ahora me van a conocer todos (risas). Me cuesta dejar algo de lado, siento que todo lo quiero hacer, todo me divierte, todas son oportunidades únicas. También aparte de los dos programas hice muchas cosas personales como empresaria durante el embarazo, y me parecía que era el momento porque tenía los socios para hacerlas, la oportunidad y bueno, cuando se da no lo quiero desaprovechar. Y por supuesto combinando absolutamente todo con la maternidad, porque me gusta estar en todo. Con el día a día de los chicos y con los síntomas del embarazo que también los padecí y estaban ahí siempre presentes. Una montaña rusa de emociones.
—¿No te cansás nunca? ¿No llega una noche que querés acostarte temprano en vez de maquillarte para hacer un programa en vivo?
A mí me gusta hacerlo. Sí me canso como todos, durante el embarazo corría de un lado para el otro, traté de hacer todo bien con el trabajo y con los chicos aún con síntomas del embarazo como náuseas, hinchazón, malestar, cambios hormonales, igual que todo el mundo. Pero pensá que en mis dos trabajos me ven solo una hora, toda divina, pero en el reality van a ver el detrás de escena y van a poder comprobar que sí me agoto.
—¿Y cuándo colapsás qué pasa?
—Me rio. Si se me hinchaban los pies nos reíamos porque era una situación graciosa, te queda un dedo afuera y había que resolverlo. No me ponía a pensar mucho, decía “¿qué hacemos con esto?” y le ponemos onda. Me pasa lo mismo que a todas las personas sólo que ustedes antes no lo veían pero vivo igual que todos: corría para no llegar tarde a lugares, me cambiaba en el auto, vomitaba, me sentía mal. Me pasan cosas todo el tiempo.
—Un desafío volver a transitar un embarazo después de tantos años, ¿apenas lo conociste a Roberto sabías que querías tener un hijo con él o cómo se fue dando?
—Los dos queríamos volver a ser padres. Teníamos ganas de que haya un fruto de nuestro amor, a pensar de que rápidamente nos encariñamos con los hijos del otro teníamos esa ilusión de “qué lindo sería uno nuestro”. Pero era algo que no podíamos planear. No sabíamos si se iba a dar, si se iba a poder, esas cosas no dependen sólo de uno, dependen mucho de Dios. Así que primero planeamos ser prolijos: me propuso casamiento, dimos el paso de casarnos, empezamos a convivir y vino la búsqueda de Ana que van a poder ver en profundidad en el reality con todos los temores y alegrías que tuvimos que transitar.
—¿Cómo fue volver a encontrarse con un bebé después de que los hijos de ambos ya son más grandes?
—Ay yo lo súper recomiendo. Se lo estoy diciendo a todas mis amigas pero creo que no logré convencer a ninguna (risas). Pero es lindísimo, es vivir todo de nuevo pero con la sabiduría de haber criado a otros entonces se vive con menos ansiedad, menos aprensión. Es solo disfrutar y malcriar, así que es altamente recomendable.
—¿Recordabas cosas de la etapa de bebés, como cambiar pañales y esas cosas?
—Es mi quinto hijo, ¡lo cambio con una mano! (risas). No te olvidás nunca, ni de cómo criar. Al contrario, es una experiencia que te va quedando y lo hacés mucho mejor en todo sentido. Hacés foco en lo importante, ya no sos tan exigente con vos mismo, tampoco querés que tu hijo sea el más educado del mundo. Al contrario, querés disfrutarlo, mimarlo, te cambia la cabeza con la experiencia. El primer bebé que llega al mundo en una familia no es lo mismo que el quinto. Es todo distinto y es puro disfrute, estoy en otra etapa de la vida y no quiero perderme ni un segundo, quiero que me acompañe a todos lados, quiero despertarme a la noche y ser feliz de sentir ese momento en que las dos nos estamos mirando a los ojos en la oscuridad. Es re distinto, todo es a flor de piel, se vive y se transita desde un lugar de pasarla bien.
—Una crianza con apego por completo...
—Sí, a full. Crianza con apego total: lactancia a libre demanda, colecho y todo. Arranca en la cuna pero en un momento de la noche ya pasa a la cama, tiene una cuna muy pegada entonces me la traigo para amamantar y luego la vuelvo a acostar ahí al costado.
¿Cómo resolvés cada una de tus maternidades con hijos de edades tan variadas?
—Ellos son todos distintos, con muy distintas personalidades entonces la que se va acomodando soy yo. Cada uno tiene sus manías, sus cosas, y yo voy tipo naufragando según lo que necesitan o requieren depende el caso. Cualquiera que tiene más de un hijo sabe lo que estoy diciendo. Alguno tiene más manías con la comida, otro con el orden, al otro le va mejor en el colegio o no, entonces uno va como “bueno, este necesita más una cosa, y el otro, una distinta”. Ni siquiera hay uno que se parezca al otro así que tengo que ser muchas mamás distintas depende el hijo con el que voy hablando.
—¿Estas conforme con la madre que sos finalmente?
—Me abrazo fuerte y digo “hago lo que puedo”. No me juzgo ni me evalúo tanto, y me encanta que ese sea el mensaje para otras mujeres también porque se ponen tanta carga, tanta presión, se exigen demasiado y está bueno que ellas mismas también se valoren. Estoy haciendo lo mejor que puedo con lo poco que estoy durmiendo y todo lo que estoy atravesando, con lo que estoy dando y esto es lo que puedo con mis herramientas, hasta acá llego. Que no sea una maternidad culposa nunca, jamás.
—¿Cómo manejás las constantes críticas? Si volvés a bailar a la semana de ser madre, si llevás a la nena al estudio con mucha gente, si tenés ganas de maquillarte a los días de parir y siempre algo que te remarcan en las redes...
—Me divierto porque no me lastiman, cuando son constructivas las tomo porque considero que siempre hay algo que mejorar, así que con mucha humildad escucho y las tomo porque algo me enseñan. Pero hay otras decisiones que son muy personales y yo sé por qué las tomo y seguramente es que me sentí cómoda y segura, y por eso lo hice de esa manera. No me molestan la verdad, tengo muchos años en esto y siempre fue así.
—No parás nunca, a los dos programas de televisión en los que participás le sumaste tu rol de empresaria, más presencias en eventos, cuatro hijos, ser esposa, amiga, ¿todo te sale bien?
—Vean el reality y me cuentan, ¡no todo lo que brilla es oro!
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