Su carisma viene marcando la diferencia: desde que brilló en la primera temporada de MasterChef Celebrity, Damián Betular acumula una gran cantidad de fanáticos que cada noche le transmiten su cariño a través de las redes sociales. Desde memes y gifs con los mejores momentos del pastelero hasta declaraciones de amor inundan Twitter cuando el jurado aparece en pantalla en Bake Off Argentina (Telefe). El desafío del miércoles lo tuvo como protagonista una vez más: un vaivén de emociones que empezó con su desolación por las dificultades de los participantes para templar el chocolate, siguió con una renuncia a la futura sociedad laboral junto a Hernán “El arquitecto”, hasta un desopilante baile de danza árabe en medio de la prueba múltiple.
Los diez concursantes que siguen en carrera para obtener el título de “el mejor pastelero amateur de la Argentina” se enfrentaron al reto de hacer diez tabletas de chocolate en una hora y 45 minutos. La complejidad principal surgió cuando tuvieron que templar el chocolate, es decir, conseguir la temperatura perfecta del ingrediente para que mantenga el brillo y la textura después de solidificarse en la heladera. También debían utilizar dos chocolates distintos, con un relleno, y al menos una debía incluir una preparación horneada en el interior, además de la decoración.
Debido a la alta dificultad de la prueba, Betular hizo una demostración para todos los participantes, donde les explicó cómo hacer la parte más importante de la receta y les dio recomendaciones para realizar un perfecto espatulado en la mesada. Después llegó el momento de poner manos a la obra y adentrarse en el mundo de la chocolatería. Cuando el experto pasó por la estación de Hernán, el arquitecto de la competencia, se sorprendió al escuchar la refinada propuesta de su caja de chocolates: la mitad serían con crema de menta y el resto de mermelada de frambuesa.
“¿Vas a tener bombonería en Villa Langostura?”, le consultó el jurado, y el participante no pudo ocultar su asombro. “Podría ser, va, vamos a tener, ¿o no? ¿No éramos socios?”, le reclamó. Sin darse por aludido, Betular contraatacó: “No, yo no te propuse, yo te dije que sería bueno para que no hayan dos pastelerías compitiendo en un lugar donde ya hay cosas tan hermosas”. El arquitecto se desilusionó por sus palabras y opinó: “Betular es muy vueltero”. En este sentido, cabe recordar que algunas semanas atrás el chef le había dicho que soñaba con abrir un local de delicias dulces en esa misma ciudad de la Patagonia, y algunos habían interpretado que había deslizado la posibilidad de asociarse, tal como bromeó anteriormente con Gastón Dalmau, el ganador de la segunda temporada de MasterChef Celebrity.
Luego de ese entredicho Betular volvió a acaparar todas las miradas cuando recorrió la isla de Kalia, y la profesora de pintura le confesó que quería imitar rubíes con chocolate. “Ay, ojalá pusieras todo ese arte que tenés para vos misma en la preparación”, acotó el jurado con humor, y le sugirió que se pusiera una piedra preciosa en la frente para imitar un look árabe y ponerse a tono con su idea. Entre risas, la participante contó que le encanta la danza árabe, y realizó una breve demostración. Ahí fue cuando el pastelero no pudo contener su impulso interior y se sumó al improvisado baile. Incluso se animó a arrodillarse para dejar en evidencia su elongación.
“Viste, te meto cadera y todo. ¿Vos hacés el baile de la serpiente o el de la soga? Por favor venite vestida de árabe si podés, y me pedís un traje talle M para mí”, expresó Betular. Detrás de cámara la concursante se sinceró: “A ver Betu, o te cocino o te bailo, te pasás ya”. El divertido momento pronto quedó atrás y a medida que se fue acercando el final del desafío el clima de tensión aumentó. El chef no tardó en estallar contra Gino, el joven “gaucho” que no logra mantener la concentración: “Es increíble como hacés perder la paciencia, mirá que ha pasado gente por acá, pero con vos...te juro que me hace mal”.
“Perdón Damián, no te quiero hacer mal, pero hay que tener templanza hoy”, se disculpó el participante. Aunque los tres jurados decidieron sumar cinco minutos más sobre el final porque ninguno había logrado la meta del día, no fue suficiente. El desempeño insuficiente de los pasteleros hizo que ninguno se llevara el beneficio de tener un adicional de tiempo para la gala de eliminación del domingo.
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