Cuando en diciembre de 2019 finalizó el programa radial que conducía en La 100, Ronnie Arias decidió darle un cambio a su vida. Así, abandonó Buenos Aires para instalarse definitivamente en una chacra en Riachuelo, ubicada en el departamento de Colonia del Sacramento, Uruguay.
“Cuando me vino el cáncer de laringe, pensé: ‘Me voy al campo’. Lalo Mir me mostró unos terrenos en la zona de San Pedro, en Colonia. Y Carla Peterson me dijo: ‘Mi vieja tiene una chacra en Riachuelo, cerca de ahí’, y así descubrí ese lugar. Después de estar viendo opciones durante un año, la broker que nos mostraba terrenos nos dijo: ‘Ah, y este que está cosechado horrible tiene salida a un arroyo’. Me mandó las fotos el lunes de tarde y el lunes a la noche lo señé”, contó Ronnie en una entrevista con el diario uruguayo El País.
Pero no fue una decisión que haya tomado de un día para el otro, sino que se trató de un largo proceso. “Durante un tiempo alquilé para ver qué me pasaba viniendo todos los fines de semana. Viajaba los viernes a la tarde de Buenos Aires a Colonia y volvía los lunes al mediodía para mi programa de radio. Encontré mi lugar en el mundo. Durante el primer año pagué el crédito y empecé a construir la casa. Todo lo que ganaba en la radio y en la tele era para eso. Yo hacía la temporada de radio y venía a quedarme durante todo el verano en la chacra. Hasta que terminó mi programa de radio y me instalé definitivamente”, agregó.
La pandemia acentuó sus ganas de quedarse en el campo y allí es donde vive actualmente, en un entorno agreste, rural y ciertamente austero. Según lo que va compartiendo el conductor en su cuenta de Instagram, puede notarse que los ambientes son acogedores y que lo que se destaca es el enorme campo que rodea la propiedad, acentuado por un arroyo y por la flora y la fauna autóctona: ovejas, vacas, toros y más. Incluso, Ronnie montó en el fondo una huerta de donde extrae las frutas y verduras para sus comidas.
Los ventanales del hogar ofrecen una vista privilegiada hacia el campo y Arias comparte el panorama en distintos horarios: desde imponentes amaneceres hasta el brillo fulgurante de las estrellas cuando cae la noche. Además, cuenta con un deck con sillas y mesas, lugar ideal para disfrutar de la puesta de sol.
Otro de los ambientes que Ronnie compartió en sus redes sociales es la habitación en la que realiza su entrenamiento funcional y, desde allí, muestra la evolución de sus rutinas deportivas. Y además de la cercanía del arroyo, el verano lo matiza también con una pileta.
“Cada uno tiene que hacer su propia experiencia: googlear y visitar mucho. Ahora, el que quiere venir a hacerse a la América, éste no es el lugar. No es joda: acá hay que trabajar. El uruguayo está acostumbrado a laburar. El argentino está acostumbrado a que se tira un pedo y espera a alguien para que se lo sople”, consideró Ronnie sobre la sociedad uruguaya. “Yo no formo parte del exilio dorado, no estoy en La Juanita. Vivo en una casa de machimbre sostenida con cuatro palos en el medio del campo”, definió.
Respecto a su rutina en el vecino país, Arias contó que “todos los viernes viajo desde Colonia a Montevideo a hacer algún curro, a la noche me voy para Punta del Este y el sábado después del programa vuelvo a Colonia. Voy al estudio porque amo este laburo. Tengo siete horas para ir, hago el programa de tres horas, y tengo otras siete de vuelta”.
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