A mediados de la década pasada, Francisco Ibáñez cobró notoriedad por haber participado en Cuestión de Peso (El Trece) como Fran Mariano y por autodenominarse el fan de Graciela Alfano. A lo largo de su participación en ese reality show logró bajar más de 90 kilos. Sin embargo, su vida está marcada por las adicciones y la violencia de su padre por su elección sexual desde niño.
En el programa Seres Libres (Crónica HD) conducido por Gastón Pauls, el joven comenzó reflexionando: “En primer lugar siento que de lo que no se habla no existe, y lo que no existe se margina. Hay algunas cuestiones como este tema del trastorno dismórfico, o también de la obesidad que todavía no se hablan como se deberían hablar. Como sobreviviente, una persona que sigue adelante carga estas cosas, porque uno, como adicto a lo que sea, nunca te curás, te recuperarás y seguir tu vida”.
Al ser consultado sobre su condición de adicto, Fran Mariano no dudó en su respuesta: “Sí, lo sentí cuando había algunas cuestiones que no las podía controlar. por ejemplo el tema de las cirugías, cuando me empecé a operar sabía que me estaba yendo de mambo y que habían cosa que no eran sanas para mí”.
“Me inyectaron silicona líquida en los labios. Creo que en algún momento de tu vida, se desarrolla la adicción y después se va empinando. uno puede ser adicto a la vida saludable o adicto a las guerras, pero la adicción en algún punto las llevás”, agregó.
“Cuando tenía 12 años, recuerdo la primera vez que mi vieja me llevó al médico y la doctora escribió en el papel ‘diagnóstico: obesidad’. Me acuerdo perfecto porque fue un hito. Yo no sabía lo que era una etiqueta. A mí me cargaban, pero cuando sos chicos no tomás dimensión de que sos eso. En ese papel decía ‘obesidad. Consultar con nutricionista’. Ahí empezó la lucha”, sostuvo el mediático sobre su diagnóstico médico.
“Pasó un año sin que saliera de mi cuarto. En el fondo era un gran temor a que la gente me vea, hacía fuerza para que el día termine rápido. No tenía idea lo que era la sexualidad. Imaginaba que del otro lado de la puerta estaba en Nueva York, que había edificios, que era una ciudad, pero no la cruzaba, estaba todo el día mirando televisión, comiendo y comiendo”, continuó.
A su vez, reveló que su obesidad llegó a ser una “defensa” contra la violencia que ejercía su padre sobre él: “Tengo cicatrices en el cuerpo por los golpes que recibía. Yo siempre fui gay desde chico y eso fue su mayor tortura. No me voy a olvidar nunca un día que me encontró, estaba peinando a mi hermana, y agarró una plancha de ropa y me la partió en la cabeza”.
“Yo comía porque sentía que el día que mi papá me quisiera matar con un cuchillo, no me iba a tocar nada porque la grasa iba a frenar eso, no me iba a poder matar. Creo que empecé a comer y hacerme el pez globo. Eso fue, eso está todavía. Nunca tuve una pareja, porque me pasa que los hombres me gustan pero les tengo miedo. Comía literalmente hasta que sentía la comida hasta el cuello y ahí es cuando uno se da cuenta que es adicto, porque no podés controlarte”, concluyó.
Actualmente, Fran es coach ontológico: un guía para “desarrollar lo mejor que tenés” y “ayuda a ir por el camino correcto”. Es una suerte de terapia que se trabaja en sesiones y que a él le cambió la vida, por eso quiere hace lo mismo con los demás. Asimismo, cuenta que lleva una rutina muy saludable y es vegetariano.
Seres Libres es el programa conducido por el actor y conductor Gastón Pauls en la pantalla de Crónica HD que presenta cada viernes a las 22 horas una entrevista central a reconocidos artistas de nuestro país que atravesaron la adicción y que dan un crudo testimonio de su proceso.
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