“Gracias a él conocí cosas que no hubiera podido conocer. Pero también viví cosas que me afectaron y al día de hoy me siguen afectando. Los nervios, dejaba una adicción y caía en otra. Estuve un tiempo para poder liberarme del todo. Fue muy duro”, dijo Mavys Álvarez, la mujer cubana que a sus 16 años mantuvo un noviazgo abusivo con Diego Maradona.
Tras su testimonio, en el que relato cómo su relación con el Diez alteró su vida, la llevó a consumir droga y hasta a hacerse una cirugía estética siendo menor de edad y sin permiso de sus padres, ONG Fundación por la Paz y El Cambio Climático, realizó una denuncia por posible trata de personas, contra el entorno del ídolo deportivo, ya que además, siendo menor de edad, la mujer viajó a la Argentina.
Gastón Marano, abogado de Mavys quien actualmente reside en Miami y pidió ser querellante en la mencionada causa, contó cómo está su clienta, detalló situaciones violentas que ella tuvo que vivir y aseguró que tiene pruebas para demostrar varias de las cosas que contó en la televisión estadounidense.
“Ella ahora tiene que atender cuestiones familiares porque tiene una hija un poco mas chica que la edad que tenía ella cuando su relato. Está llevándolo adelante, tiene el apoyo incondicional de su familia”, dijo el letrado y sobre por qué ahora ella se dispuso a hablar, dijo: “Quiere cerrar una herida de su vida, no lo pudo contar antes porque estaba aterrorizada por Fidel (Castro) y Maradona y ahora que los dos murieron y su hija esta por tener esa edad, no quieren que nadie mas pase lo que ella”.
Luego, dio detalles del calvario que vivió Mavys:
- “La relación comenzó en Cuba cuando es cooptada por un amigo de Maradona, entregada y comienza una relación, ella con 16 años y él con 40. No la arrastraron pero se le acercaron dos adultos a una chica de 16 y la convencieron de las bondades de conocer a Maradona, jamás se le dijo que sería con una finalidad sexual. Se la engañó sin mentiras fuertes sino como a una chica inmadura, pintándole un paraíso y se le presentó un infierno”.
- “Unos seis meses después se la introduce al mundo de la droga”.
-”Maradona se encapricha para que venga (a la Argentina) al partido homenaje. De tal salvajismo la situación que se le hicieron agujeros a una caja para que ella viniera, ella se prueba la caja. Pero finalmente Maradona le pide permiso a Fidel para que ella saliera por 20 días del país”.
- “Ella pasa por Migraciones sin control, siendo menor de edad y sin autorización de los padres”.
- “En su estadía está en dos hoteles y un departamento y es forzada a operarse, a ponerse implantes mamarios porque a Maradona le desagradaba parte del cuerpo de ella”.
- “Esa operación se realiza sin permiso de sus padres y se complica por malos tratos de Maradona y tiene que quedarse en el país dos meses”.
Aunque pasaron veinte años y los hechos se sucedieron en dos países, Mavys podría aportar pruebas para demostrar lo ocurrido en Buenos Aires. “Ella tiene dos cajas de zapatos en las que guardó todo, está todo lo que hacia a esos viajes, las tarjetas de ingreso al hotel, souvenirs, todo lo que para una chica de 16 años es una novedad. Está también la hoja membretada del médico que la operó sin autorización de sus padres y su prequirúrgico”, dijo Marano sobre el material que ella siendo adolescente recolectó de manera inocente y que hoy toma otra dimensión.
También hay un taxista que era el encargado de llevar durante las madrugadas a Mavys desde la casa de Diego a la suya, en Cuba, pero que, según el abogado, es difícil que hable: “Allá no hay libertad para declarar cosas que compliquen al régimen”.
Junto con Marano está trabajando la abogada Marcela Scotti, ya que por una cuestión de género, Álvarez pidió incorporar una mujer al equipo: “Hay partes del relato que conmigo pueden resultarle más difíciles. A mi colega le dijo que quiere cerrar una herida de su vida, que no lo pudo contar antes porque estaba aterrorizada por Fidel y Maradona y que ahora que los dos murieron y que su hija está por tener la edad que tenía ella en aquel momento, no quiere que nadie mas pase lo que ella”.
“¿Por quién van?”, le preguntaron y contestó: “Hay un entramado de personas, funcionarios y del entorno que permitieron que una chica de 16 años a la que se le suministraban drogas venga a la Argentina en condición de servidumbre”.
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