Tres habitantes de un caro y antiguo edificio de Nueva York comparten, aunque no lo sepan en un comienzo, una pasión en común: los podcasts sobre crímenes reales. Estos tres solitarios desconocidos terminarán unidos por azar cuando un asesinato ocurra en el lugar adonde viven y ellos mismos se lancen a investigar y armar su propio programa mientras buscan al culpable.
El edificio Arconia -inventado para la serie- es uno de esos viejos, lujosos y legendarios lugares de Manhattan, en Nueva York. Clásico espacio donde viven ricos y famosos, y que suelen tener grandes historias, algunas siniestras e inconfesables. El espacio ideal para un crimen. Allí viven los tres adorables protagonistas de Only Murders in the Building.
Charles-Haden Savage (Steve Martin) protagonizó, décadas atrás, una serie policial, y ese fue el punto más alto de una carrera venida a menos. Arrastra una frustración romántica desde su última relación, que terminó muy mal. Oliver Putnam (Martin Short) es un director de Broadway que ha tenido fracasos memorables y deudas que han destruido su vida profesional y familiar. Ahora está bastante atrasado con los pagos del alquiler. Y Mabel Mora (Selena Gómez), una joven que vive en un departamento en refacción y que dice estar renovando para su tía, aunque algo sospechoso esconde, ya que no es la típica habitante del Arconia.
Cuando un brutal asesinato ocurra en el edificio, los tres fanáticos de los podcasts sobre crímenes reales se unirán para investigar de forma temeraria lo que realmente ha pasado, poniendo en la lista de sospechosos a todos los habitantes del lugar y arriesgándose a que uno de ellos sea el asesino y tome represalias contras ellos. Y por supuesto, todo lo harán sin la autorización de la policía.
Esta comedia policial, producida por sus tres protagonistas, combina los géneros con una maestría absoluta, agregándole además una costado humano y emocionante que es asombroso pueda entrar en sus cortos episodios de media hora. Si hay algo que no busca esta serie es alargar la narración. El ritmo del humor y la historia de sus personajes no necesita más que estos breves y divertidos episodios.
Only Murders in the Building es el rescate de dos genios de la comedia, amigos en la vida real, Steve Martin y Martin Short, quienes desde hace décadas han hecho cosas juntos en cine, televisión y también en espectáculos en vivo. Maestros del humor, le aportan a la serie un timing único, con situaciones cómicas de una calidad muy por encima de lo que se puede ver hoy. Y gracias a la presencia de Selena Gomez, carismática cantante y actriz de otra generación, todo el producto se vuelve atractivo para diferentes públicos y los tres se potencian de forma espectacular.
Pero el atractivo de la serie no termina allí. Aparecen como figuras invitadas otros dos grandes de la comedia: Tina Fey y Nathan Lane, en papeles pequeños que, interpretados por ellos, son un lujo. Y la cereza del postre es que uno de los habitantes del edificio es Sting, haciendo, claro, de sí mismo. No solo eso: ¿el asesino, será él? Así de divertida es la serie, todo en un paquete de menos de treinta minutos por episodio, aportando una comedia policial que por momentos recuerda a Un misterioso asesinato en Manhattan (1993), la inolvidable película de Woody Allen.
Con Allen comparte también la descripción despiadada pero a la vez cariñosa de Nueva York y sus habitantes, un ingrediente extra para hacer de Only Murders in the Building -por Stars+- una de las propuestas más agradables, entretenidas e inteligentes que tiene el streaming en la actualidad. La buena noticia final: una segunda temporada ya está en camino.
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