El jueves por la tarde, Mirtha Legrand fue internada de urgencia en el Sanatorio Mater Dei. La diva no había pasado una buena noche, por lo que a la mañana decidió llamar a su médico. Y, tras realizarle algunas pruebas en su domicilio, el profesional decidió trasladarla a la clínica para practicarle estudios cardiológicos más exhaustivos y monitorear de cerca su cuadro de salud. Minutos después de las 18 horas, en tanto, se difundió el primer parte sobre el estado de la conductora.
“La señora Mirtha Legrand ingresó al Sanatorio a las 15 horas a realizarse estudios en el servicio de cardiología”, afirmaba el comunicado oficial firmado por el doctor Roberto Dupuy de Lôme, director del Sanatorio Mater Dei. Y detallaba: “A las 17 horas se le realizó una cinecoronariografía encontrándose una obstrucción coronaria, que se resolvió con la colocación de dos stents. Se encuentra recuperándose en una habitación de unidad coronaria para su mejor control. Está en excelente estado de ánimo acompañada por su familia”.
Este sábado, en tanto, se dio a conocer un nuevo parte sobre cómo sigue la recuperación de la diva. “La señora Mirtha Legrand continúa en franca mejoría al tratamiento realizado, con buena evolución en las últimas 24 hs.”, dice el comunicado firmado por el mismo profesional. Y agrega: “Agradeciendo a todos, rogamos prudencia en los comentarios y respeto hacia Mirtha y su familia”.
Este no es el primer episodio que afecta la salud de Mirtha en los últimos tiempos: en mayo de 2019, había sido operada de urgencia debido a una brida abdominal. En esa oportunidad, la diva estuvo unos días internada y pronto volvió a sus clásicos almuerzos. Sin embargo, con la llegada de la pandemia del coronavirus y por tratarse de una persona de riesgo, en marzo de 2020 la Legrand tuvo que dejar de conducir su programa dejándole el lugar a su nieta, Juana Viale. Y recién volvió a sentarse en su mesa para despedir el año en el mes de diciembre.
En el último mes de agosto Chiquita tuvo su última aparición televisiva cuando le dieron permiso para volver a la conducción, al menos por una noche. “Yo soy grande, señores, soy una señora muy mayor, pero soy vital, me gusta la vida, me gustan mis amigos, disfrutar de la vida. Y estaba tan mal que llamé a un neurólogo. Y le digo: ‘Doctor, quiero volver a ser la de antes’. ¿Saben qué me dijo? ‘Trabaje, trabaje, trabaje...’. Es la mejor terapia”, agregó la diva, que lució un vestido en tonalidad rosa pastel, uno de los tres vestuarios que había preparado el diseñador Claudio Cosano.
“Qué rara me siento, pero feliz, feliz y contenta. ¿Saben cuántos días estuve encerrada? 300 días, sí señor, sin salir de mi casa, ni al balcón. Eso te altera, no te hace bien, no hace bien al cerebro”, dijo Mirtha en su discurso cuando abrió su programa. Y, desde ese momento, se empezó a especular con respecto a cuándo retomaría formalmente la conducción de su ciclo. Se habló, incluso, de la posibilidad de que estuviera al frente de alguna que otra edición especial, para que no tuviera la exigencia de trabajar todas las semanas. Sin embargo, este inconveniente en su salud puso en pausa sus planes por un tiempo.
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