El juego del calamar llegó el 17 de septiembre a Netflix y no para de crecer en cantidad de visualizaciones. Miles de comentarios en redes sociales, sumados al boca en boca, hicieron que esta serie despertara curiosidad y se generara una bola que parece no tener freno ni fin.
Así fue como la serie creada por Hwang Dong-hyuk se colocó en los primeros puestos en todo el mundo desde su estreno y parece no querer ceder su lugar a ninguna otra ficción que se le cruce en el camino. Surgieron memes y con ellos nuevas teorías sobre su final (ALERTA SPOILER SI NO LLEGASTE AL FINAL DE LA SERIE).
La teoría más fuerte la echó a correr una TikToker de nombre ruthbellpan que afirma algo que muchos seguidores sospechan. El famoso jugador 001, Oh Il-nam, es en realidad el padre biológico del protagonista de la serie y ganador del juego, Seong Gi-hun, el participante que recibió el número 456. La relación entre ambos personajes siempre fue de mucha ternura, cuidado y aceptación.
El jugador 001 encuentra en 456 a un hombre que no tiene nada que perder, pero que a su vez tiene valores y una necesidad de hacer las cosas bien y salir del pozo de una buena vez. Pero también se dejaba ver un halo de misterio en esta relación entre ambos que se convirtió en el puntapié para elaborar las diferentes teorías que circulan.
Pero, ¿en qué pistas se basan para afirmar esta relación filial entre estos dos personajes? Empecemos con la situación en la que Gi-hun reclama que le cambien su leche y entonces su compañero 001 le dice “seguramente te dieron muchos golpes de niño” y agrega que piensa eso porque su hijo era igual que él cuando era pequeño. Primera alerta.
Luego Il-nam le presta la campera a Gi-hum cuando este le había dado la suya luego de una noche en que el anciano se orina encima. Il-nam le da esa prenda a manera de protección ante los soldados que seguramente tendrían algún reparo en dispararle al jugador número 001. Esa actitud solo la tomaría un padre o alguien que realmente tiene sentimientos por la otra persona.
La tercera pista se da cuando juegan a las bolitas o canicas. Los jugadores llegan a un escenario que les resulta familiar y conocido. Ambos personajes reconocen que ese es el lugar como el barrio donde se criaron. Il-nam le dice que él en ese lugar jugaba con su hijo y cuenta que veía jugar a las escondidas a su pequeño cuando llegaba de trabajar, mientras que Gi-hum le relata las anécdotas que recuerda de su infancia en ese sitio. De hecho ese capítulo muestra al final a un 456 destruido y abrumado por el remordimiento porque supuestamente su compañero más entrañable acababa de morir.
Y por último está esa “despedida” final con el jugador agonizando en un edificio a todo lujo, en el que las cartas quedan sobre la mesa y ya no hay más misterio.
Ahora bien, si esta teoría se cumple, ¿por qué no le revela su verdadera identidad a su hijo en el final cuando Gi-hum le pregunta insistentemente quién es?
Al finalizar esta temporada, Gi-hum se quedaría sin ninguno de sus dos padres con vida, ya que al regresar cuando ya ganó el juego se encuentra con su madre (que sufría de diabetes) muerta en su casa. Sólo le queda la posibilidad de reencontrarse con su hija en Nueva York.
Para conocer los misterio tal vez haya que esperar a una segunda entrega que por ahora no fue confirmada. Pero todo haría pensar que próximamente llegaría el anuncio.
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