“Yo era una niña. No tenía maldad ninguna. Él era un extranjero, un rico y se había fijado en mí. No podía decirle que no. Era un privilegio ser su novia”. Con estas palabras, Mavys Álvarez comenzó la entrevista que dio la vuelta al mundo. La cubana, que actualmente vive en Estados Unidos, relató cómo se inició su noviazgo violento con Diego Maradona, durante los años que estuvo viviendo en La Habana para tratar su adicción a las drogas.
La historia fue revelada por primera vez por Teleshow y no pasó inadvertida en ningún lugar del mundo. Ella tenía 16 años cuando se la presentaron al jugador. Hoy la diferencia de edad y la disparidad de poder, de posibilidades y de dinero ponen en contexto que se trato de una relación abusiva. Tras más de veinte años de su encuentro con Diego, Mavys rompió el silencio y brindó una entrevista a Mario J. Pentón, periodista del noticiero América Noticias de la cadena América TeVé de Miami.
Hasta el momento, se vieron tres entregas en las que la mujer fue narrando los espeluznantes detalles de sus años vividos junto a Maradona en la cuba Castrista. Allí, la mujer reveló cómo fue su primer encuentro con el futbolista, y profundizó en esa relación abusiva que la llevó, entre otras cosas, al consumo de drogas y a una cirugía estética para modificar su cuerpo, en pos de lograr una imagen más sexy, sin las autorizaciones, ni el cuidado necesario para una menor de edad, ni el acompañamiento de adultos responsables.
“Yo intentaba, pero no podía salir. Era una espiral. Cuando salía de la droga me refugiaba en el alcohol”, relató Mavys sin poder contener las lágrimas. Ella había vivido casi tres años junto a Maradona en La Pradera, el centro de rehabilitación en el que se encontraba el futbolista. Y en ese tiempo, producto de una relación abusiva, se vio compelida a consumir sustancias que le generaron adicciones de las que no le resultó nada fácil salir.
En la tercera parte, Álvarez hizo referencia a la íntima relación entre el futbolista argentino y el dictador cubano, que le permitió salir de la isla para asistir al partido despedida del astro, celebrado el 10 de noviembre de 2001 en la Bombonera. “La única manera de viajar era o con el permiso de los padres siendo por lo menos de 18 años, o mediante Fidel. Él me llevó y fuimos con dos objetivos: uno que le vendiera una casa en La Habana o Varadero, y la otra, que me permitiera viajar al partido de homenaje”, señaló la mujer.
Respecto al encuentro con Castro, Mavys relató: “Hablamos de mis estudios, qué pensaba hacer en el futuro, en qué escuela estaba, qué carrera pensaba escoger”, enumeró la mujer. Y contó un hecho que definió como “bien gracioso”. “Él (por Castro) me pasa el brazo por encima y le dice que cómo había conocido a una chica tan bonita como yo.. Diego le quita el brazo y le dice ‘bueno, bajando, bajando’, y Fidel se echa a reír”, relató.
El avance de la última entrega pone el foco en un tema que durante muchos años fue tabú y, al mismo tiempo, un secreto a voces: la alocada vida sexual de Maradona en Cuba y la posibilidad que haya tenido hijos en la isla. “Me llamó un día a las tres de la mañana y yo estaba embarazada, recién me había enterado que estaba embarazada”, cuenta Mavys en el adelanto y la voz del periodista deja planteada la duda: “¿Maradona dejó hijos en Cuba?”.
Relación abusiva
Si bien el vínculo entre Mavys Álvarez y Diego Maradona comenzó en Cuba cuando la mujer tenía 16 años, y determinar si hubo o no corrupción de menores dependería de las leyes de la isla en aquellos años, ella vino a la Argentina acompañándolo. Según las leyes de nuestro país, cuando una persona mayor de edad sale con una menor, hay que diferenciar cada caso según la edad de la presunta víctima. La abogada penalista Raquel Hermida Leyenda, especialista en delitos sexuales, explicó a Teleshow qué ocurre en cada franja etaria.
Menores de 13 años. “Cualquier tipo de relación sexual o manoseado es considerado abuso, no importa que la menor diga ‘quiero’: no existe el consentimiento en menores de 13 años. Es un delito, y comprende entre seis y 15 años de prisión”.
Menores ente 13 y 16 años. “En estos casos, a la relación se la llama abuso de seducción. Hay un consentimiento, pero es un consentimiento viciado, de alguna manera seducido. La mujer no tiene terminada su autoestima y el abusador la convence diciendo que es linda. La persona se está formando, y esta dudosa de sí misma, tiene una baja autoestima, no tiene formado su consentimiento. Además, este abuso puede tener sus agravantes como en los casos donde hay convivencia, relaciones vinculares, de guarda o de cuidado. Generalmente la víctima no se considera víctima, es probable que manifieste conformidad. La condena es menor que en el caso anterior”.
Menores entre 16 y 18 años. “El Estado los sigue protegiendo en dos delitos fundamentales: corrupción de menores y prostitución”.
En este punto, Hermida Leyenda sostiene que dichos delitos cuadrarían en el marco de la relación entre Mavys y Mardona. “Esto él lo ejerció absolutamente, porque de su relato sale que ella interrumpió su adolescencia para ingresar a una vida que no es normal de una adolescente. Es un delito que está bien establecido, porque hay dinero de por medio, manutención que hace a su familia. Con la cocaína no hay solo corrupción sino abuso, porque ella no puede prestar consentimiento drogada. Mavys dice que Maradona no quería drogarse solo, pero el estado de ella de inconsciencia le permitía hacer a él actos que, estando ella consciente, podía decir que no”.
¿Qué significa corrupción de menores? “Interrumpir el normal desarrollo de un menor o adolescente. Acá pasó todo porque una vez que esta drogada, pasó todo. Drogada, no puede prestar consentimiento. Y después dice que se acercaba a él por la droga: no estaba enamorada, estaba adicta”.
La abogada explica además que en el caso de que “una mujer sana de 17 años tenga relación con hombres mayores, si no hay dinero, droga, ni participación de terceros ni contraprestación, no se trata de abuso”. Sin embargo, cuántos años separan a ambas (más de 20, en este caso) podría ser un factor analizable para la Justicia. “Cuando existe tanta diferencia el tema poder hay que analizarlo: es raro que una mujer de 16 tenga relaciones con un hombre de 40″.
Aunque no haya dinero de por medio directamente, pero existieran regalos, por ejemplo a la familia, estos serían “cómplices”. Además, Hermida Leyenda aclara que, de acuerdo al testimonio de Mavys, la relación “no comienza como un abuso sino como un tema de seducción, pero siempre está el poder, y eso se llama corrupción de menores”.
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