Alberto Cormillot vive un momento de gracia plena y quiere que todo el mundo lo escuche. El reconocido nutricionista visitó a Juana Viale en La noche de Mirtha y contó los detalles del día a día de su flamante paternidad. Sí, ya lo hizo en otros programas y seguramente lo seguirá haciendo. Y lejos de cansarse, en cada una de sus palabras brotan la felicidad, la emoción y la vitalidad de un hombre pleno.
Junto al economista Carlos Melconián y los periodistas Daniel Malnatti y Débora Plager, el nutricionista de 8 años habló de su historia de amor con Estefanía Pasquini, de 35; alumna, colega y esposa. De cómo cambió la vida desde el momento en el que el amor los flechó hasta el nacimiento de Emilio el 17 de septiembre, el bebé que cerró una historia y empezó otra. Una hermosa aventura de desafíos, miedos y sensaciones únicas cada día.
El tema de conversación viró hacia el concepto de familia ensamblada, un término tan de moda por estos días, que en el caso de los Cormillot desafía cualquier estereotipo. Primero, el médico repartió elogios para sus familiares. Y luego, fue sorprendido por la producción con los testimonios de sus hijos Renée y Adrián, el saludo de sus nietas y las palabras llenas de amor de su esposa.
Con el clásico de Joan Manuel Serrat “Esos locos bajitos” de fondo, Renée le dijo a su papá “públicamente todo lo que te admiro. Una persona que vive la vida, no se priva de nada”, afirmó, y puso como ejemplo una reciente actividad con Emilio. “Dijiste que habías negociado no cambiar los pañales y estás aprendiendo. Te falta un poco, casi casi la tenés”, señaló con ironía dado la poca maña que, por ahora, mostró su padre para realizar la tarea
En tanto, desde sus vacaciones en Cataratas del Iguazú, Adrián también habló a cámara y enamoró con orgullo sus bondades “como padre, como abuelo y como todo lo que sos”. Enseguida, aparecieron sus hijas, para saludar a Emilio y desearle el amor a su abuelo, que observaba emocionado las imágenes de la pantalla.
Faltaba el relato de Estefanía, que con Emilio en brazos, le dedicó unas sentidas palabras. “Pienso en todos tus formatos, de profesor, de jefe de medico y sos excelente en todos. Pero el título de padre dejó chico a todos: me encanta verte en ese rol, sos increíble”, señaló, con un beso a cámara y la calma del bebé como postal inmejorable.
Con el alma llena de amor por las palabras que acaba de recibir, el médico devolvió gentilezas: “Cualquier madre deja todo por su hijo, pero este caso es especial: por el tema de la edad, no hay posibilidad de tener otro, y ella es extremadamente cariñosa”, replicó.
Días atrás, el médico había relatado el plan alimentario que ideó con su esposa para su bebé, y que consta en que su hijo no ingerirá sal ni el azúcar durante los primeros dos años. “Es porque son los dos años en los que el cerebro se va modelando. Se van modelando los gustos -amplió-. Después, a él le podrán gustar las cosas saladas o las cosas dulces, pero no las va a requerir necesariamente porque su cerebro no se lo planteó ni está modelado para consumir eso”, explicó el profesional de 83 años en A la tarde, el ciclo que conduce Karina Mazzocco por la pantalla de América.
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