1. Nació el 24 de septiembre de 1961.
2. Su abuelo paterno era gerente de una cafetera y su abuelo materno, cafetero. Siempre hizo equilibrio entre dos realidades. Una familia con una muy buena situación económica -la de su papá- y otra con una situación ajustada -la de su mamá-.
3. Hasta los cinco años vivió en un campo en la zona bonaerense de Ranchos. El campo lo había comprado su abuelo y le encargó a su papá -recién casado con su mamá- su administración.
4. Asistía a un jardín de infantes en la ciudad. Si el día estaba lindo recorrían las 11 leguas de distancia en un sulky, pero si el día estaba feo usaban un Kaiser Carabela negro que “parecía un coche fúnebre”.
5. Por una infidelidad de su padre, el matrimonio se separó. Su mamá se fue a vivir con ella y su hermano -un año mayor- a la casa de los abuelos en Floresta, cerca del Parque Avellaneda.
6. Como su papá quedó en Ranchos, Elizabeth solía grabarle casetes con su voz.
7. Su papá tenía un negocio de repuestos de autos y ella sabía perfectamente qué era un tacómetro, un cuentavueltas o un burro de arranque. Su serie favorita era Meteoro y su lugar preferido para jugar, la fosa de los talleres y las estaciones de servicio.
8. Aprendió a manejar con su papá, en el campo, con un tractor. Asegura que la perfección al volante le llegó con Lalo Mir. “En cada viaje siempre me transmitió confianza, me donó kilómetros de paciencia, y me hizo ganar seguridad: con mi papá aprendí lo básico, pero Lalo me enseñó a manejar de verdad”.
9. De chica, en su familia las peleas eran frecuentes, por eso solía inventar que ella era adoptada y que su mamá, en realidad, era su hermana.
10. Con su hermano iban en bici hasta el Parque Avellaneda. Les gustaba engancharse del trencito que andaba por el lugar, algo que desesperaba a su conductor.
11. Elizabeth deseaba una muñeca llamada Cleo y vio que su papá la llevaba envuelta en su auto. En la Navidad abrió ilusionada su regalo y era una bombacha rosa. La muñeca era un regalo para la hija de la nueva pareja de su papá.
12. Otro de sus recuerdos tristes es que cuando estaba enferma, como su papá no podía entrar a la casa donde ella vivía con su mamá, tomaban una decisión: “Me llevaban afuera, envuelta, para que me viera, y después me volvían a entrar, arropada en mi frazadita”.
13. Su abuelo materno ocupaba el lugar del hombre de la casa. Elizabeth rezaba todas las noches para que se muriera porque cada vez que el hombre se peleaba con su hija, ejercía violencia verbal y física.
14. Al lado de su casa de Floresta funcionaba una unidad básica Justicialista donde militaba su mamá. Recuerda que solía encontrarla preparando banderas para ir a una marcha y que un cuadro con la foto de Perón en su caballo pinto la presidía comedor. En cambio, en la familia de su padre “eran todos gorilas”.
15. Cuando era chica no soñaba ser maestra ni astronauta, sino locutora. Su papá le regaló su primera radio portátil a cambio de que ella se soltara el pelo -que solía llevar atado y desprolijo- y cepillárselo. Luego para cada cumpleaños solía regalarle radios y ella las guardaba bajo la almohada.
16. Cuando tenía 10 años, en el local de su papá agarraba el teléfono y marcaba cualquier número. Si del otro lado de la línea le respondían, ella replicaba con un: “Hola, mi amor, soy yo”.
17. “¿Ves esta toalla con la que yo me seco las manos? Bueno, exactamente esto hago yo con las mujeres: las uso y las descarto, me seco las manos y me voy. ¿Vos querés ser eso? Te dije que te fijes... Sos vos la que los tiene que usar de toalla a ellos”, escribió en su libro Kilómetros de negra, evocando las palabras de su padre cuando la sorprendió a los besos con un chico del barrio.
18. Le gustaba mucho jugar con su voz. Se encerraba en el zaguán de su casa, hacía eco y se escuchaba fascinada.
19. Cada vez que pasaba por el Planetario, alucinaba que era un micrófono gigante.
20. Admiraba a Nora Perlé, Betty Elizalde, Nucha Amengual y Graciela Mancuso.
21. Cursó el secundario en el Colegio Urquiza de Flores. De aquellos años aprendió “el arte de ratearse y pasar el día afuera”.
22. A los 15 años se dio cuenta de que tenía buena voz. La profesora de música del secundario le recomendó a sus compañeras: “Escuchen a Vernaci que canta bien”. Ella se sorprendió y se le escapó un: “Huy, soy yo”.
23. Decidida a ser locutora, al terminar el secundario se presentó en el ISER. Aprobó los tres exámenes pero la rechazaron porque su voz “era infantil”.
24. Se anotó en el Cosal y en 1981, a los 20 años, recibió el título.
25. Al mes de recibida ya estaba trabajando en Radio Del Plata. Primero solo decía la temperatura y la humedad. Al tiempo comenzó en 9 PM, el programa que conducía con Lalo Mir.
26. También fue la voz de informativos y tandas en Rivadavia, Continental, Belgrano y Horizonte.
27. En sus inicios los días de semana trabajaba de 9 a 21, los fines de semana desde las 5 de la mañana hasta las 3 de la tarde, y a veces hasta las 6.
28. “Hacía todos los turnos, los noticieros, las tandas -todavía se trabajaba con tandero-, y algunos compañeros -señores grandes, amigos de mi profesor- me quemaban los papeles mientras estaba leyendo el informativo, o pasaban, cuando tenía que hacer la tanda, y me dejaban un manojo de pendejos que se habían arrancado. Yo me las bancaba todas, me tentaba, pero aprendí a aguantarme la risa, empecé a jugar con el humor, y me fui soltando cada vez más”. (Kilómetros de Negra, Editorial Planeta).
29. Fue pareja de Luciano Castro. La diferencia de edad -el actor es 14 años menor- no fue un problema.
30. Algunas de sus parejas fueron muy tóxicas. Uno le quemó el auto y otro intentó incendiarle la casa.
31. Entró a la Rock & Pop cuando era una radio muy masculina. “Sobreviví diciendo guarangadas, jugando toda la cosa del macho, a ver quién la tiene más larga, más grande y quién mea más lejos para que no me rompieran las pelotas”.
32. Asegura que “si alguna vez di satisfacciones físicas fue solo por placer y no para entrar a un estudio”.
33. “Soy intensa. Intensa para cagarme de risa y a veces intensa para romperte las bolas desde la mañana hasta la noche, y al otro día soy medio heavy. Pero yo me aguanto. No puedo decir lo mismo de los demás…”. (Ahora, junio, 2003).
34. “No gano menos porque soy mujer y fui partenaire de un tipo cuando estaba aprendiendo. Uno tiene que tener las bolas -porque en este medio no son los ovarios, son las bolas-. Y trabajo como un tipo; nadie se mete en mi territorio, nadie se mete en mi lugar”. (Ahora, junio, 2003).
35. “Nunca quise ser de esas a las que le llaman el taxi después del polvo. Quiero ser la que dice: ‘Chau, mi amor’, y se va regia en su propio auto. Tengo momentos donde me dejo llevar, muy pocos. Soy una mina fuerte, no soy una mujer para cualquiera, pero al mismo tiempo juro que soy súper femenina... Me encanta que sea el hombre el que mande”. (Kilómetros de Negra).
36. Afirmaba que lo que le daba más placer en la vida era “hacer el amor”. Pero desde que nació su hijo, lo que más placer le da es verlo a él.
37. Fue una enemiga declarada de las FM piratas porque “no son alternativas, compiten con las oficiales, solo que con menos recursos”.
38. Impuso un estilo de conducción donde comunica con un lenguaje en el que abundan las groserías pero con apuntes irónicos sobre la realidad.
39. Tamara Pettinato reveló una anécdota picante: “Tenía 18 años y era la niñera de Vicente. Ella nos daba clases a mí y a mis amigas, porque yo llevaba amigas a sus cursos, y nos enseñaba cómo hacer sexo oral con globos largos, como de payaso”.
40. Estaba en una zapatería y entró un señor con su mujer, ya grande. Entonces la mujer la ve y le dice al tipo: “Vámonos, que está esa periodista asquerosa”. Vernaci salió, con medio zapato puesto, y le replicó: “¡No, señora, periodista no, eh, yo soy LO-CU-TORA!”.
41. “Soy una rompe huevos importante. Soy como un martillo neumático cuando estoy en pareja: ‘¿Y por qué, y por qué, y por qué? ¿Dónde estuviste, dónde estuviste, estuviste, estuviste...?’. Como un eco. No es que sea celosa, pero hago esas preguntas de manera constante. Son retóricas, porque nunca espero una respuesta”. (Planeta Urbano, septiembre, 2012)
42. “Le tengo fobia a la gente. Prefiero quedarme en casa andando en batón. Me molesta la gente en eventos sociales”, contó en Intrusos.
43. En televisión fue parte de Todos al diván, con Roberto Pettinato, Peor es nada, con Jorge Guinzburg, y Tu cara me suena, con Marley.
44. Si le preguntan cuándo y dónde fue la persona más feliz del mundo, responde: “Desde el día que supe que estaba embarazada… hasta que salió de mí… incomparable”.
45. “Con Humberto (Tortonese) nos conocíamos de la casa del Negro Fontova. Allí nos sentábamos con (Alejandro) Urdapilleta en una especie de escalerita a manotear vergas, a cada uno que pasaba le tocábamos la pija, y decidíamos si pasaba o no pasaba. Un día invitamos a Humberto al programa de radio; cuando terminamos, nos fuimos a comer, y en esa cena nos contamos nuestras miserias más espantosas. Después nunca más nos separamos, y hoy somos grandes amigos”. (Kilómetros de Negra).
46. Le gusta ser oyente de radio mientras va en el auto. Sin embargo, cuando viaja, prefiere escuchar las playlist que tiene programadas con la música que le gusta.
47. “Vicente fue un hijo buscado, deseado y esperado. Si alguna vez me planteé tener un hijo sola y ser la gran Madonna, por suerte elegí tener una familia. Miraba el cielo justo a tiempo”. (Kilómetros de Negra).
Con material del archivo periodístico de la escuela TEA
SEGUIR LEYENDO