La historia estaba clara desde el comienzo de todo, allá por 2017: La Casa de Papel tendría una culminación determinada por la huida de la banda del Profesor con el botín de la Casa de la Moneda. Cierre redondo en dos temporadas en Netflix. Y a otra cosa.
Muchos sospechaban de un éxito, pero pocos creían que sería para tanto: la ficción española es la más vista en habla hispana. Y como la intención no era robar billetes sino generarlos, el gigante del streaming procuró -pese a la tibia negativa inicial de sus creadores- hacer una tercera temporada. Luego una cuarta. Y más allá: una quinta, dividida en dos partes.
Los propios actores no esperaba que La Casa de Papel se alargara tanto. Así fue como la actriz Itziar Ituño -quien al principio era la inspectora Raquel Murillo, perseguidora de El Profesor, para más tarde pasar a integrar la banda como Lisboa- se mostró sorprendida. “Cuando decidí hacer la serie, me lo pensé y dije que sí porque empezaba y terminaba en unos meses. Me dijeron que tenía un principio y un final redondo: ‘No te preocupes, son los meses que hemos dicho y ya está’. Eso dijeron”, recordó Ituño tiempo atrás, quien ni siquiera conocía Madrid antes de rodar sus primeras escenas de la ficción.
“Creo que no hubiera aceptado hacer La Casa de Papel si me hubieran dicho que iba a tener cinco temporadas”, se sinceró, para de inmediato agregar: “Pero no me arrepiento. Es una alegría que haya habido la posibilidad de hacer una tercera, cuarta y quinta temporada”.
El gran desafío entonces recayó en las habilidades de los guionistas: ¿cómo prolongar la trama sin perder la esencia de la trama, el espíritu de la banda, y a su vez, no agobiar en el intento? Pues bien, en parte... se trató de conseguir sobre la marcha.
“Es una serie que se va cocinando según se va haciendo”, explicó el actor Patrick Criado -o Rafael, el hijo del inefable Berlín- en diálogo con SensaCine. El proceso es tan distinto al rodaje de una serie habitual que incluso, de acuerdo a sus palabras, los guiones que van llegando en pleno rodaje también desconciertan a los propios integrantes del elenco de La Casa de Papel. “No sabemos bien lo que va a ocurrir y tú mismo te sorprendes leyendo”, explicó, destacando que esa sensación también la tendrán los espectadores.
Su papá de ficción, Pedro Alonso, dio más detalles de cierto desconcierto. “Nosotros estábamos en rodaje dándolo todo y el departamento de dirección demandaba la última versión del capítulo 10 y no llegaba porque no la tenían -puntualizó-. No sabían cómo acababa. Tenían varias ideas, por supuesto, pero no acababan de configurar de la forma en que les satisfacía”. Rodaron el final. Y sin embargo... “aún así, luego lo cambiaron”, cerró Alonso.
El argumento se bifurcó en tantas historias secundarias que muchos actores ni se veían entre sí en los rodajes. Y Enrique Arce, genio creador de Arturo Román, llegó a contar que cuando rodó la última escena en la que participa su personaje, él no estaba al tanto que así sería...
Pero todo está por verse. Y para saber de qué se trata habrá que esperar hasta el 3 de diciembre, cuando se estrene la segunda parte de la quinta temporada de La Casa de Papel. Será... ¿la final?
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