Morena Rial suele compartir fotos de su vida y su familia en las redes sociales. Recientemente, sorprendió a sus seguidores de Instagram al publicar una foto del nuevo tatuaje que se realizó en el antebrazo: la imagen de San La Muerte, un santo popular que es muy venerado.
La hija del periodista Jorge Rial también respondió algunas preguntas que le hicieron algunos usuarios. “¿Por qué te tatuaste a San La Muerte?”, le consultaron en sus stories. “Le hice una promesa y las promesas se cumplen. No hay que fallarle, jamás... Como él me cumplió a mí, yo le cumplí a él”, contó la joven que también se hizo otros tatuajes en el cuerpo y publicó un video para mostrar cómo le quedó.
Además, le preguntaron si era verdad que San La Muerte te cumple lo que pedís. “Obvio que te cumple siempre y cuando vos cumplas con él. Es muy milagroso”, afirmó Morena. Y aprovechó para aclarar que no es un “santo diabólico”, más allá de que “mucha gente lo usa para hacer mal y por eso tiene la fama”.
Luego, la influencer señaló que le tenía una fe increíble porque le había cumplido algo “que era imposible”, sin especificar en qué sentido la ayudó. Asimismo explicó que “un pacto no es lo mismo que una promesa”. Y recomendó a sus seguidores que para hacerle un pedido a San La Muerte hay que “tratarlo como si estuvieras pidiéndole a un amigo”, con “respeto y mucha fe”.
Cabe recordar que hace unos meses Morena dio una entrevista a Los Ángeles de la Mañana (El Trece) para dar detalles del maltrato físico y psicológico que sufrió por parte de Silvia D’Auro, su madre adoptiva durante su niñez y adolescencia, cuando estaba casada con Jorge Rial. “Está todo mal con ella”, disparó y dio un ejemplo de cómo están las cosas con su madre adoptiva. “Cuando nació Fran (su hijo) yo le escribí y nunca hubo una respuesta. Más allá de que me haya bardeado cuando quedé embarazada, después nunca me habló. Si nos adoptó fue para algo. La adulta debería ser ella y nunca lo fue”, arremetió en diálogo con Ángel de Brito.
“Había puesto unas boludeces por Twitter cuando quedé embarazada. Dijo que no era abuela, una boludez así. Le habían puesto: ‘Te felicito, abuelita’”, agregó después. “Ahora que soy madre, la entiendo menos. Ella decidió borrarse en su momento y sabrá por qué. Nos dejó de muy chiquitas, de adolescentes. Pero ahora no me afecta”, explicó.
Después, y a partir de una pregunta de Cinthia Fernández, panelista del ciclo, Morena se abrió a contar detalles de la violencia que D’Auro ejerció tanto hacia ella como a su hermana Rocío. “Hubo un momento de hechos de violencia con nosotras. Al final era con Rochi, le pegaba y le hacía sangrar la nariz. Una madre le puede pegar un chirlo a un hijo, pero no al nivel de hacerlo sangrar. No me parece nada normal. Ella hizo un montón de cosas. Lo de la bañadera fue verdad. Nos ponía cera para lastimarnos, para quemarnos. Para mí, porque no está bien de la cabeza”, finalizó.
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