En el tercer programa de la nueva temporada de Bake Off Argentina, los catorce participantes dieron otra muestra de sus aptitudes. Además de lo que puedan hacer cada uno con su talento para la pastelería, se van familiarizando con el programa, con su dinámica y con la presión de cumplir con los requerimientos del jurado en tiempo y forma.
La conductora Paula Chaves explicó el desafío de la jornada con una figura ligada al lenguaje popular: “cocinar para un batallón”. Se trató de un desafío múltiple, en el que se planteó el objetivo de ser creativos produciendo platos dulces en cantidad. Cada participante debía preparar ocho tartas individuales: una masa y al menos dos rellenos. Cuatro de esas tartas tenían que presentar una decoración, y las otras cuatro, una diferente. Para ambas preparaciones, debían utilizar los mismos ingredientes en versiones o técnicas diversas.
Luego, llegó el turno de los jurados que aportaron precisos consejos para realizar la prueba. Damián Betular sugirió poner el foco en el poco amasado y el tiempo de frío; Pamela Villar destacó que la importancia a la hora de trabajar en serie es prestar atención al descanso de la masa y al relleno y Dolli Irigoyen los invitó a jugar con la imaginación y evitar caer en el lugar común. Para la prueba tenían dos horas, un tiempo suficiente, pero que suele tornarse escaso a medida que se acercan los minutos finales.
Kalia Manzur, una profesora de 52 años, estaba contenta con lo que había preparado, sin embargo le causaban dudas si tenía la temperatura adecuada. Se lo comentó a Pamela Villar cuando se acercó a su estación y la jurado le aconsejó que las lleve al frío. “Me da cosa resbalarme, ¿cuanto falta?”, preguntó algo nerviosa. “Te quedan dos minutos. Lleválas ya al frío y aguantálas ahí. En la cuenta regresiva la sacás”, la aconsejó.
La cámara continuó con su recorrida, pero la palabra de Kalia volvió a llamar la atención. “Se me cayó uno”. En el backstage, explicó lo que había pasado. “Cuando abro la puerta se me cae una tarta. Quiero llorar, me quiero matar. ¿Por qué la traje al abatidor”, se lamentó la participante, que recibió el abrazo de Villar a modo de consuelo. Al advertir que no tenía una preparación extra, la jurado le aconsejó usar lo que había recogido del piso. “Presentá algo”, fue la orden.
Cuando escuchó su turno, Kalia se acercó con siete tartas en una tabla y una octava que acercó su compañero Emiliano. “¿La rompiste a propósito?”, preguntó Betular con picardía. “No, se me cayó”, reconoció la participante, nerviosa y conmovida por lo que estaba pasando: “¿Por esto estás llorando?”, preguntó el pastelero sabiendo de antemano la respuesta. “Me gusta tratar de hacer todo lo mejor posible”; explicó la profesora, todavía compungida por el accidente con su tarta. “Te quiero abrazar, pero no puedo”, la consoló Paula Chaves, mostrando empatía con la situación.
Luego la participante explicó su preparación: “Una chantilly con una ralladurita de naranja: una tiene nueces picadas y la otra nueces más grandes”, señaló mientras el jurado degustaba las tartas. “La decoración es muy vos, este glamour es tuyo”, dijo Betular apuntando a los brillos que presentaba la masa. “Nada invade, todo está con armonía. Lamento que se te haya caido, pero te pasó y a lo Massimo Bottura presentaste tu tarta igualmente”, elogió Villar citando al prestigioso chef italiano. “Súper valiente y la pastelería es eso: es acción, es resolver a último momento. Es un buen trabajo”, finalizó Irigoyen.
Mientras sucedía esto al aire, las redes activaron los recuerdos hacia lo ocurrido con Claudia Fontán en las instancias finales de la segunda edición de Masterchef Celebrity. La actriz había recogido del piso la preparación de un toffee en base a gelatina, lo incorporó a su plato y lo presentó ante el jurado. A diferencia de lo que ocurrió con Kalia, la Gunda negó haber levantado comida del piso, aún cuando Betular se lo preguntó en varias oportunidades. Finalmente, Fontán fue sancionada por la producción y tuvo que participar en todas las galas de eliminación, hasta que por su desempeño tuvo que dejar el certamen.
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