La nota incómoda a Pampita, el sueño trunco de ser golfista y el miedo a la muerte: Martín Salwe, el locutor de ShowMatch

“¿Esto que me estás diciendo va a ser así? ¿Yo voy a ser el locutor de ShowMatch? Es una locura, no lo puedo creer”. Esas fueron las primeras palabras que Martín Salwe le dijo al Chato Prada cuando el productor lo llamó para confirmarle la noticia. Tratando de disimular la emoción, contuvo el tono de voz y una vez que cortó, se puso a llorar. En ese momento, a sus casi 24 años, estaba cumpliendo uno de los sueños de su vida. Pero nada fue por casualidad. “Mi tranquilidad es saber que llegué a un lugar donde muchos llegan por contactos, yo llegué remándola”, dirá en charla con Teleshow, desde el bar de los Estudios Baires, en Don Torcuato.

Nacido y criado en Villa Crespo, proveniente de una familia de la colectividad judía, desde muy chico tenía en claro a lo que se quería dedicar. “Siempre me llamaron la atención los medios. Veía mucha tele de chico, me gustaba la comunicación, la conducción. Por ejemplo, estaba en vacaciones y había un evento, yo me quedaba viendo al conductor, quería ser como él. Sabía que iba por ese lado, estar frente a gente, frente a una pantalla”, comienza contando.

Sin embargo, sorprende al revelar que estuvo a punto de convertirse en un golfista profesional. “Con mi viejo tuvimos un dilema cuando yo era muy chico, porque jugaba muy bien al golf. Y ya competía en algunos torneos. Pero, aunque nunca me faltó nada, es un deporte carísimo: cada palo, cada zapato, prenda..... pero a mí me gustaba mucho y jugaba de muy chico porque alquilábamos una casa frente al golf. Tenía cinco años y empecé a agarrar los palos, y hasta los 14, 15 jugaba todos los días. En un momento dije “¿me dedico al golf?”. Sin embargo, por una cuestión de estilo de vida, desistió de la idea. “Estaban las condiciones para dedicarme a eso de lleno, pero era un deporte también muy solitario, me alejaba de mi círculo social, costaba la decisión de dejar el secundario. Y la vez, no sé si era lo que yo quería para mi vida”, comenta. Pero asegura: “Quedó pendiente, quizás más de grande tenga las herramientas para retomar”.

Lo cierto es que, ya con su vocación bien definida, y dueño de una personalidad muy insistente, empezó a meterse de lleno en su terreno profesional. Con apenas 18 años, creó su propio canal de Youtube, Salwe en la TV, donde hacía coberturas sobre el mundo del espectáculo. “Me mandaba solo, hacía todo por mi cuenta, editaba, hacía la gráfica, y trabajaba de otra cosa el fin de semana para poder pagar un camarógrafo”, relata. Y detalla: “Al principio me colaba en todos los eventos. Y ese contenido lo replicaba en Twitter, en Facebook, en Instagram, entonces empezó a crecer mucho y a llegar a un público que antes no llegaba”.

Así fue que decidió enviarle a Gabriel Fernández -conocido por ser “el productor enmascarado”-un resumen de esos videos. “Le escribí por Instagram, en ese momento tenía 17 años. Le dije ´te envío mi contenido para que lo veas´, y esa fue la clave, porque no mandé un currículum, mandé contenido. Y le gustó”. El productor le tomó un casting, que consistió en hacer algunas notas como cronista de Este es el show, el programa sobre el backstage del Bailando, que por ese entonces conducía José María Listorti. “Ahí le hice mi primera nota a Pampita. Le muestro una tapa de revista, creo que con Natalia Oreiro - en ese momento había un rumor de romance entre la actriz y Vicuña - y ella se enoja. Dijo: ´¿este chico de dónde salió? ¿del jardín de infantes?´. Eso fue idea del productor enmascarado, él es malvado, sabía que la iba a pinchar con eso. Y yo dije ´¿esto va a ser así siempre? Me muero´. Pero después es como todo, aprendés, sabés llevar el show, qué y cómo preguntar, en qué momento”.

—¿Te incomoda o te gusta el lugar de panelista picante?

—No es lo que más me gusta, por eso en un momento decidí correrme de las notas de Los Ángeles de la Mañana, que ahora son más de ShowMatch, pero en un momento eran más de guardia periodística, de molestar al famoso, de pincharlo. No es lo que disfruto, por eso me identifico más con otros contenidos, me gusta más la conducción de un evento. El chimento fue mi entrada a la tele y ser notero me permitió estar acá, en esta productora, pero siempre intenté correrme del tono del chimento y quizás preguntar algo picante pero con otro carisma, con humor, porque no me gustaba ser tan incisivo. A veces igual se enojan, (Antonio) Gasalla me mandó a la con... del mono. Lo fui a buscar a la salida de América en 2018, le preguntaba algo y él me imitaba el tono de voz. La padecí esa nota.

De allí en más no paró: pasó por los distintos programas de la productora de Marcelo Tinelli hasta que le llegó la oportunidad del Cantando 2020. “Fue raro porque era hacer una voz en off, que nunca había existido eso en el Cantando, y se generaron cosas graciosas. Yo pinchaba mucho al jurado…

—Me acuerdo cuando Nacha Guevara te dijo “pelot...”…

—Tremendo, pero por suerte con Nacha tuve la mejor fuera de cámara, siempre me saludó y me respetó. La verdad es que con todos... Oscar (Mediavilla) también, Moria (Casán), Karina (La Princesita). Porque yo un poco jodía a todos, pero bueno, era un guiño más con la gente que estaba en su casa en cuarentena viendo el programa, me divertía, y siempre con respeto. Me acuerdo que Oscar siempre antes de dar la devolución, era como que sacaba un pollo, y yo le decía “buen provecho”, y ahí se estallaban todos. Era un segundo, un chiste, por suerte iban pasando los meses e iba metiendo “golcitos”, y ahí surgió el personaje del locutor del Cantando.

Y de ahí a ShowMatch. “Le mandé un mensaje a Marcelo, cuando estuvo todo confirmado, en donde le agradecía la confianza porque él es el que elige su staff, podría haber puesto a otra gente, o esperar a Marcela (Feudale), llamar a quien quiera. Y me respondió con un audio, que lo escucho una vez por mes (Risas). Es todo una locura hermosa, a veces uno no dimensiona. Y después lo que va sucediendo, el saludo con él diario, la oportunidad de bailar la salsa de a tres, son todas cosas que uno las hace natural y no lo son”, cuenta entusiasmado. Sin embargo, sabe que lo mejor siempre está por llegar: “Me encantaría la conducción de algo relacionado a los juegos, al entretenimiento. Me fascina jugar con la gente. Esas oportunidades si se dan, quiero que sean acá”, dice sobre La Flia.

De una familia muy chica, conformada sólo por sus padres y su hermana Micaela, cuenta que nunca pasó necesidades básicas, pero si le faltó algo que siempre ansió tener. “Me hubiese encantado tener una familia más grande. Más gente, porque yo me quedé sin abuelos, falleció mi único tío con el que tenía relación, que era el hermano de mi viejo y con el que iba a la cancha de Racing. A veces me da bronca cuando veo un cumpleaños o veo historias de Instagram de los festejos de Navidad y Año Nuevo y ves mesas gigantes con primos, tíos…y la mía no, siempre fue chiquita, éramos los cuatro. Hay momentos como éstos en ShowMatch, en donde todo se resume a contarle a tu familia, a los tres que están ahí al lado tuyo”, señala.

Y confiesa su miedo a la muerte: “Casi que no me quiero enterar cuando la gente se enferma. Tuve muchas muertes cercanas y en poco tiempo, y te hace repensar la vida de otra manera. Hay que vivir a full todo lo que te pasa, no es una frase hecha. A mí la muerte me hizo replantear mucho la relación con mis viejos, valorar que están vivos y están conmigo hoy, porque cuando no están, es tarde. Le tengo mucho miedo a la muerte, lo trabajo en terapia desde el día 1″.

—Hace tres años hiciste también un cambio físico radical, ¿por qué fue?

—No sé a raíz de qué surge, pero había algo en mi imagen que no me gustaba. Quería verme de otra manera y me gustaba mucho entrenar, pero no encontraba qué. Un día me anoté en el gimnasio de mi barrio en Villa Crespo y ya no paré. Entreno todos los días, menos uno que descanso. Hago musculación con algunos ejercicios de crossfit, alternando la rutina para no aburrirme. No solo que lo disfruto, sino que es como una terapia, encontré un lugar en donde puedo descargar, la paso bien.

En el plano sentimental, desde hace varios días coquetea con Sofía Jujuy Jiménez, aunque en la última gala de La Academia ella le “cortó el rostro”. “Es un chamullero, anda por los pasillos con todas las chicas, yo lo he visto”, le dijo la participante al aire. Él, por su parte, ya casi se dio por vencido. “No pasa nada, ella está en la cabeza con el polista y yo estoy soltero, así que si sabés de algo, avísame” (Risas).

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