Este sábado 11 se celebrará un nuevo Día del Maestro al conmemorarse el fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento, considerado el “padre del aula”. Atento a la efeméride, Marcelo Tinelli decidió adelantarse por un día y hacerle un sentido homenaje a los maestros argentinos en La Academia de ShowMatch (El Trece). Pero más allá de lo general, para el conductor había un motivo personal en esta cuestión.
“Antes de finalizar el programa, vamos a homenajear a todos los maestros en la Argentina. Mañana es el Día del Maestro y recuerdo mucho a mi mamá en este momento, que ha sido maestra”, dijo Tinelli embargado por la emoción que le generó un nudo en la garganta.
Asimismo, Marcelo también saludó “a mi tía, maestra también, profesora. Le mando un beso a la tía Mirta, por tanto que nos han enseñado. Y bueno, son nuestro primer contacto con el mundo exterior. Siempre es lindo todo lo que hemos aprendido con ellos. Cuando salimos de nuestra casa, ahí Vamos al cole y están los maestros. Está bueno hacerles un homenaje a los maestros”.
Así, Tinelli convocó a Darío Camaño, el cantante ciego que esta semana emocionó a todos también en la pista de La Academia. “El amigo Darío va a cantar hoy acá con una orquesta. Vamos a hacerle un lindo tema a los maestros. Porque me parece que en este momento tan difícil de la pandemia, ahí están, dando el presente en el frente de batalla -así como el personal de salud-, dando clases todos los días. Y la verdad que es un ejemplo permanente. Así que los vamos a homenajear a todos”, dijo el conductor.
“Vamos a cerrar cantando ‘Color esperanza’ junto a la Camerata R40, saludando a todos los maestros, que mañana es su día”, anticipó Tinelli y volvió a darle pie a Camaño para que le cantara a Carolina Pampita Ardohain, quien “no te escuchó el otro día, que no estuvo. Cantale un cachito de algo”.
“Gracias por la segunda oportunidad, Marce. De corazón. Este es un monstruo enorme que creaste y las repercusiones que hubo fueron terribles. Vos me prometiste que iba a volver y cumpliste”, le devolvió Darío y emprendió con una versión acortada y acústica de la bachata romántica “Yo solo quiero darte un beso”, de Prince Royce. “Por Dios, qué lindo canta... ¡Impresionante!”, subrayó Tinelli.
Un rato después, Tinelli retomó el tema e introdujo el homenaje de la siguiente manera: “Todos tuvimos un maestro o maestra que nos han marcado en nuestra vida. Yo siempre digo que la maestra que me marcó fue la de cuarto grado, Nélida, que hoy ya no está entre nosotros. Los maestros tienen eso maravilloso, que no es un laburo, es una vocación tremenda. Lo vivía con mi mamá, que tenía ese don maravilloso de ponerse en el lugar del otro. Nos han llenado de alegría cuando estábamos tristes, ahí llegando a la mañana. Nos contuvieron tanto, nos acompañaron en ese lugar tan lindo que es el aula, que uno muchas veces dice: ‘¿Qué hago acá?’. Y después te encontrás con tus amigos, nuevas canciones, cuentos, palabras, el aliento de los maestros... Gracias a todos ellos, por abrir esa puerta en cada aula. Todos salimos transformados de ahí. Ese camino, para muchos, es la única oportunidad que le brinda la vida”.
Y recordó nuevamente a su madre, María Esther Domeño: “En este momento recuerdo a mi mamá, cuando iba en sulky a Bolivar y me llevaba a la escuela rural. Me acuerdo que pasábamos un riacho con ella. Yo siempre la acompañaba, era maestra de escuela primaria”, dijo Marcelo.
A su turno, Darío Camaño sumó: “La maestra y el maestro fueron nuestros segundos mamá y papá. Fueron parte de nuestra infancia, nuestra crianza. Ojalá, día a día, se los valore más a los docentes. Son los médicos del alma. Tanto la educación como la medicina está siendo un poquito descuidada y estaría bueno que se les dé un poco más de valor”.
“La Camerata R40 hace alusión a la famosa Ruta 40, está compuesta por cuerdas, violines, violas, violonchelos y contrabajos. Está integrada por jóvenes músicos provenientes de todo el país, de 18 a 20 años. Han tocado en muchísimos escenarios y cuentan con la dirección de Sergio Jurado”, dijo Marcelo y le dio lugar a la música, con la emotiva interpretación sinfónica de la canción popularizada por Diego Torres. Detrás de los músicos, estaba el invaluable aporte de algunas docentes que fueron invitadas a presenciar el homenaje en el piso y acompañaron haciendo palmas, conmovidas por la música.
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