“Yo estoy mucho más loca que mis hijos”: la vida de Herminia Weinbaum, matriarca de un clan numeroso y “estrella indiscutida” de MDQ

La madre de Eugenio y Culini falleció a los 89 años y su muerte entristeció a todo Mar del Plata. Su historia familiera y el camino a la fama con un programa de surf

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Herminia Weinbaum, madre de los conductores de MDQ, falleció a los 89 años
Herminia Weinbaum, madre de los conductores de MDQ, falleció a los 89 años

Queridos amigos: ayer se fue Herminia, nuestro ejemplo de vida. Una mujer hermosa con un corazón único. Atravesó los caminos más difíciles con alegría, firmeza, amor y optimismo. Si no teníamos un techo nos convencía que era hermoso porque se podían ver las estrellas....y como siempre, tenía razón”, escribieron en Twitter los hermanos Weinbaum en la cuenta de Twitter de MDQ Para Todo el Mundo para despedir a su madre.

Es que Herminia Weinbaum se volvió entrañable para los televidentes desde su desparpajo para “retar” a sus hijos Eugenio y Culini en cada emisión del programa. La noticia de su fallecimiento, a los 89 años, entristeció a Mar del Plata y a todos los fanáticos de esta familia de locos por el surf.

La última aparición pública de Herminia fue en el Instagram del programa, publicado en octubre del año pasado y con la excusa de celebrar el Día de la Madre. “Feliz día para todas las madres”, dijo Herminia con su enorme sonrisa y los brazos abiertos.

Además de Eugenio y Sebastían Culini, Herminia tenía a otros cinco hijos: Víctor Eduardo, Karina, Gabriela, Estela y Graciana, todos frutos de su relación con Milo Weinbaum, un inmigrante polaco. Sus hijos más famosos siempre la calificaron como la “jefa de la batuta”, la líder de este clan. “Es una luchadora. Venimos de una familia que no tenía un peso. Tener un plato de comida para siete hijos era una locura”, dijo Eugenio sobre su madre en una entrevista con DiarioShow.

Herminia Weinbaum con cinco de sus siete hijos (Foto: Instagram)
Herminia Weinbaum con cinco de sus siete hijos (Foto: Instagram)

“Mi marido era loco por los chicos y a mí siempre me gustaron también. Por eso a mis hijos los hice todos iguales, hice un molde”, contó Herminia sobre su familia numerosa. “Dijimos: ‘Que lindos que nos salen, no lo desperdiciemos; cuando llegamos a siete paramos’. Nos detuvimos ahí porque da justo la cuenta de uno por semana. Lo hicimos pensando que íbamos a visitar a los chicos semanalmente. Un día a uno, otro día a otro y así cubríamos toda la semana sin ser un plomo para ninguno. A la semana siguiente empezaría el ciclo de nuevo. Calculamos así con mi marido, le recomiendo el formato para el que quiera imitarlo”, bromeó.

Sobre su primera aparición en MDQ, Herminia recordó: “Ellos estaban grabando por la costa y los demoró un policía por un tema de documentación del auto y con todos los tramites que tuvieron que hacer, no podían grabar el cierre del programa a tiempo, entonces mi hijo me dice: ‘Mami, ¿no te animas a cerrar el programa vos?’. Ahí fue cuando sonaron los chicos, porque lo hice y resultó que la cámara me gustó”, dijo en diciembre de 2015, en una nota con la revista Central.

“En verdad, me alegró mucho poder ser útil y hacer algo acompañada de mis hijos, eso fue lo que me gustó realmente. Estoy orgullosa del trabajo que hacen, porque ellos comparten con la audiencia sus experiencias. Somos una familia numerosa y siempre tuvimos la obligación de compartir, todos mis hijos siempre se criaron con ese concepto”, agregó Herminia.

Herminia Weinbaum
Herminia Weinbaum

La prehistoria de MDQ se remonta a 1989, cuando Eugenio, junto con un amigo y una cámara, empezó a hacer un programa de televisión para difundir el surf. Luego, lo que comenzó llamándose MDQ Surf TV mutó a MDQ Para Todo el Mundo: ya se había incorporado su hermano Culini y luego llegaría Herminia, quien terminaría convirtiéndose en la “estrella indiscutida” del programa, según sus propios hijos.

Siempre desde el humor, la señora irrumpía con su inolvidable “pobres giles” para correr a sus hijos del lugar central de la pantalla y despertar las carcajadas en los televidentes. Especialmente en el final de cada emisión del programa, un espacio 100% reservado para ella. “Lo más lindo para mí, como madre, es que mis hijos me dejen entrar en su mundo”, le dijo Herminia a la revista Gente en 2003.

Yo estoy mucho más loca que mis hijos”, dijo en esa misma nota, a la hora de definir su humor, que incluso ella misma no sabía que lo tenía. “Yo era la clásica vecina que salía en pantuflas a tomar mate a la vereda. No tenía ni idea de lo que era una cámara, nunca me lo imaginé”, se autodefinió.

“Sólo por el hecho de como soy yo pienso que todos mis hijos heredaron la misma locura. Estamos todos locos, pero felices y contentos. Lo que tenían mis hijos como objetivo en la vida lo lograron, eso realmente es una bendición, un regalo de la vida”, contó Herminia sobre su legado más importante: la familia.

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