Gonzalo Heredia y Brenda Gandini, papás de Eloy y Alfonsina, están pasando por un gran momento en lo profesional. Él será uno de los protagonistas de la nueva serie de Polka La 5-1/18 y la semana que viene volverán a subirse al escenario en la obra Desnudos. Sin embargo, en lo que a la pareja respecta, no estarían pasando por un buen momento, al punto de que ella le habría pedido que se fuera de la casa y él, según pudo saber Teleshow, está alquilando un departamento para mudarse.
“Secuencia de foto familiar, sin morir en el intento”, había escrito ella el 30 de agosto en su cuenta de Instagram junto con un álbum en el que posaba con sus hijos y en dicha postal, tal vez como augurio del presente que los separa, no estaba el actor.
Aún así el 26 del mes pasado ella compartió una foto con el actor para promocionar la obra Desnudos, que estrena el 16 y que los tiene como protagonistas junto con Luciano Cáceres, Mercedes Scápola y sus amigos, los también recientemente separados Luciano Castro y Sabrina Rojas.
A su vez, Heredia es uno de los protagonistas de la nueva apuesta de Polka y su compañera en la ficción es Agustina Cherri, con quien protagonizará un triángulo amoroso al que se sumará Esteban Lamothe, el cura del barrio que se enamora de personaje de la ex Chiquititas. Según trascendidos, los artistas ya tuvieron escenas de besos, que se extenderían más allá de las indicaciones del director de la novela.
Uno de los últimos posteos que subieron juntos fue a mediados del mes pasado, cuando la actriz hija de Daniel Cardone compartió un video de ellos en un avión volando a Mendoza en el que él la tomaba de la mano, debido a que ella le teme al al viaje.
Durante el verano la pareja había sido noticia luego de que se hicieran públicos sus audios quejándose de los ruidos molestos que hacía su vecino Fede Bal en el barrio. “Vos me decís que hace una fiesta el fin de semana, bueno… Está bien. Nosotros llegamos a las dos de laburar y a las nueve estamos despiertos por nuestros hijos. Nos despertamos a la noche porque ellos se despiertan con las fiestas. A las seis y media de la mañana los tengo que hacer dormir de nuevo porque este pibe que está al lado está gritando con sus amigos en la pileta”, se la escuchaba decir a ella.
“No sé cuál es la idea o las leyes del barrio, pero me parece que hasta las dos de la mañana, tres… Me la aguanté cuatro veces. Otra vez no me la voy a volver a aguantar, ¿entendés lo que te digo? Necesito hablar con alguien que me dé la seguridad de que también en la seguridad (del barrio) no van a dejar pasar y que no tenga que estar llamando como una loca a las cuatro de la mañana para que hagan silencio”, explicó y dijo que creía que su colega no comprendía “las normas de convivencia”.
Días más tarde, el hijo de Carmen Barbieri arregló las cosas: “Hablé con esta gente, les toqué el timbre, como deben hacerse las cosas. No en un grupito de WhatsApp ni en el country ni en el teatro. Hablé con ellos, ya está, aclaré todo. No hay fiestas. No sé quién mierda tira ese rumor. Pero son ellos que quieren ponerme en esa posición de quilombero cuando estoy en el mejor verano de mi vida, en el más tranquilo. Quilombero fui diez años antes, de verdad. Durante diez años sí fui”.
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