La madrugada del 7 de septiembre de 1996, Miriam Alejandra Bianchi conocida en el ambiente de la música tropical como Gilda, murió tras un trágico accidente en el kilómetro 129 de la Ruta 12, en la provincia de Entre Ríos, cuando el micro que la trasladaba a la localidad de Chajarí para brindar un show impactó de frente contra un camión. Allí también fallecieron su madre, su hija, tres músicos de su banda y el chofer. Esa noche bajo la lluvia, la cantante se convertía en mito y bandera de muchas mujeres que estaban repletas de sueños y no se animaban a ir tras ellos.
A 25 años de su trágica muerte, los homenajes se multiplicaron durante todo el día en diferentes lugares físicos y virtuales de nuestro país. En su santuario cercano al lugar de su muerte, en las redes sociales, en cada casa que sonó su música y también en La Academia.
Antes de comenzar formalmente la ronda de “una que cantemos todos”, el conductor Marcelo Tinelli se tomó unos minutos para recordar a Gilda. Luego, presentó a la humorista Fátima Florez y la cantante Ángela Leiva recordaron a la intérprete de “Corazón valiente”. Dos maneras diferentes de abordar el mito. Dos caminos que confluyeron en la emoción al escuchar sus canciones y en la reivindicación integral como artista.
Primero ingresó Fátima y el impacto fue inmediato. Con el look con el que Gilda se volvió estampita -vestido azul con capa, las bucaneras, la vincha con flores-, la humorista irrumpió sobre los compases de la premonitoria “No es mi despedida”. Acompañada por un cuerpo de bailarinas a tono, y con el club de fans de la cantante como testigo, la imitadora enganchó con “No me arrepiento de este amor”, otro de los clásicos.
Tanto el conductor, como el jurado integrado por Ángel de Brito, Guillermina Valdés, Jimena Barón, Hernán Piquín y Karina La Princesita -en reemplazo de Pampita Ardohain-, los participantes que aguardaban su turno, el club de fans, técnicos y todos en el estudio siguieron la performance con las emociones mezcladas entre el baile y las lágrimas.
“Hacer a Gilda me provoca una emoción muy especial. Es una artista de lujo, me llena el corazón. Me ha ayudado en momentos muy difíciles de mi vida”, admitió la humorista y pidió un respetuoso pedido de perdón a los fans que “a veces exigen más: lo hago con el corazón, realmente la amo”, afirmó cada vez más emocionada. “Gilda merece mi respeto y admiración, cada vez que canto una canción de ella me acaricia el alma”, continuó la artista hasta que las lágrimas se lo permitieron.
Luego el conductor aprovechó la presencia en el estudio de dos referentes de la movida tropical contemporánea para que recuerden a la artista nacida en Villa Devoto. “Cuando salió Fátima se me erizó la piel porque le hace mucha falta al día de hoy a la música argentina”, señaló Karina desde su transitorio lugar en el jurado. “Hay que brindarle un homenaje eterno a todas las artistas mujeres que nos abrieron las puertas a las que vinimos después. Es hermoso que después de tantos años la podamos seguir recordando con este amor”, continuó La Princesita.
Luego, habló su colega, que hasta hace unos días formaba parte del certamen. “Me acompaña desde mis inicios y los chicos del club de fans lo saben. Cuando me presenté al concurso para grabar mi primer disco, le pedía ella que me ayudara. Y lo logré”, afirmó Leiva, que coincidió con Karina en la reivindicación de género: “Nos abrió lugar a todas en una época en la que el machismo estaba mucho más instalado en el ambiente y en la vida misma. Ella pasó muchas y es una mujer con todas las letras”; sentenció.
Luego, Marcelo le pidió que pasara al centro de la pista y la invitó a cantar algunas canciones. Ángela se dio el gusto de interpretar el enganchado que había quedado pendiente del Cantando 2020. En aquella oportunidad, Brian Lanzelotta se habían contagiado de coronavirus y le cedieron su lugar a Rodrigo Tapari y Rocío Quiroz. Finalmente, la futura protagonista de La 1-15/18, la nueva ficción de Polka, tuvo revancha y en una fecha que no podía ser más especial. “Corazón valiente”, “Fuiste”, “No me arrepiento de este amor”, “Paisaje”, y “No es mi despedida”, con un cierre a capella entre la emoción y la nostalgia.
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