El sábado pasado, una serie de casualidades hizo que Mirtha Legrand regresara a su emblemático programa de televisión. Desde que se decretó la cuarentena obligatoria, allá por marzo de 2020, la Chiqui dejó al mando de sus dos ciclos a su nieta, Juana Viale. Solo tuvo una reaparición en diciembre, en una mesa familiar de mujeres junto a su hija, Marcela Tinayre y la propia Juana. Pero el 28 de agosto quedará como la fecha en la que Mirtha volvió a conducir su mesa, como lo viene haciendo hace 53 años.
Lo que ocurrió fue que Juana viajó a Europa para acompañar a su hija, Ambar de Benedictis y aprovechó para disfrutar unos días de vacaciones. Por ello, adelantó las grabaciones de la semana anterior y debió guardar aislamiento como toda persona que viaja al exterior. Esto precipitó la vuelta de Mirtha, que venía barajando la posibilidad de afrontar una o dos emisiones mensuales, pero salió al toro, como se dice en el ambiente y como definió la propia Juana en la videollamada que compartieron al inicio del programa.
Como era de esperar, Juana abrió la emisión de esta noche haciendo referencia al histórico regreso de su abuela. “Había mucha expectativa, ella estaba muy nerviosa y salió todo espectacular. Dio que hablar a todo el mundo, de su brillantez, de su profesionalismo, de lo linda que estaba”; enumeró la actriz y mostro algunas imágenes inéditas del backstage.
“Fue un programa muy lindo, ella se sintió muy cómoda, pero me dijo: ‘Volvé vos a trabajar’”, bromeó Juana antes de aplaudir a su abuela: “Ahí está la Chiqui Legrand, vigente 53 temporadas, con todos los años que tiene, no se cansa de trabajar”, celebró y miró a cámara con una dedicatoria muy especial: ”Un beso muy grande, abuelita, te quiero mucho. Te felicito que te hayas vuelto a poner el taco alto y el vestido”, celebró, y presentó a sus cuatro invitados -Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Alfredo Leuco y Guadalupe Vázquez- a la usanza clásica del programa: uno por uno y bajando por la escalera.
En su vuelta al aire, Mirtha y Juana tuvieron una comunicación virtual llena de códigos. “Te quiero agradecer, Juanita, has sido prodigiosa. Ha habido una evolución que me emociona decírtelo, el cariño con que lo hiciste. Cuando decís ‘abuelita’ me derrito toda. Sos un ser adorable”, señaló Mirtha con orgullo de abuela. Juana agradeció e hizo un breve análisis de su etapa al frente del programa. “Estudiaba muchísimo, más con el gran equipo de producción que tenemos. Siempre le dije al público que vos me llamabas y me decías que gritaba mucho en la salida, que cuando pensaba una pregunta miraba mucho para arriba... pero ha sido un placer. El año pasado era más complejo porque no sabíamos nada de lo que significaba este virus”, reconoció la actriz.
Entre programa y programa, abuela y nieta compartieron una de sus salidas favoritas: el teatro. Juntas presenciaron la vuelta del Ballet Estable del Teatro Colón y también estuvo cerca Agustín Goldenhorn: el arquitecto tiene 42 años que conquistó el corazón de la hija de Marcela Tinayre y que además es un apasionado de la música, siendo guitarrista y corista de la banda de rock Falsos Profetas. El grupo ocupó el habitual Palco Bajo 15 que pertenece a la diva y allí Mirtha fue recibida por la directora general del Teatro Colón, María Victoria Alcaraz, y también por la directora del Ballet Estable, Paloma Herrera.
Antes de que comenzara la función, Mirtha y Juana fueron agasajadas con sendos ramos de flores alcanzados por los tradicionales valettos del Teatro Colón, a modo de obsequio para celebrar su bienvenida al primer coliseo. Y luego, la diva recibió una calurosa ovación de parte del público presente y Legrand correspondió el cariño con un afectuoso saludo y agradecimiento.
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