“¿Qué respondía cuando me preguntaban a qué me quería dedicar cuando fuera grande? Un Beatle o un jugador de San Lorenzo”.
Santiago Korovsky habla con Teleshow desde la casa del actor y director Martín Piroyansky. “Yo vivo en un monoambiente en Villa Pueyrredón y cuando me preguntan si puedo cuidar las casas ajenas acepto porque me gusta y aprovecho para cambiar de lugar”, resalta el actor de 36 años que también está a cargo del gato de su amigo. No es la primera vez que lo hace, está acostumbrado a instalarse en los hogares de quienes viajan y necesitan que alguien se quede allí. Al fin de cuentas, por sus funciones, solo necesita su computadora para poder trabajar en los guiones, o bien preparar papeles que se le asignaron para interpretar.
Reconocido por estos días por su personaje como asistente de Nancy Dupláa en la serie El Reino, el actor pasó por varios proyectos entre los que se destacan el programa Peligro Sin Codificar, la serie Casi Feliz, y las películas Mi obra maestra y All Inclusive. Además, tiene su propio canal de YouTube, casi 100 mil seguidores en Instagram, con quienes comparte el contenido que además de escribir, produce y dirige. Es guionista, humorista, y licenciado en comunicación.
Fue justamente mientras cursaba la carrera universitaria que se le presentó la oportunidad de ser actor. “Casi por casualidad”, dice quien se anotó en un curso de clown junto a un amigo suyo que estudiaba medicina. Fueron payamédicos durante un año y allí gracias a dicha experiencia Santiago encontró “algo distinto” y que lo hacía sentir bien. Luego siguió perfeccionándose y tomando las distintas clases de teatro y actuación, y comenzó a publicar el contenido que él mismo creaba y generaba. “Era autogestión”, define. Así llegaron los primeros videos virales y las convocatorias.
Oriundo de Buenos Aires, el actor recuerda que su sueño no era destacarse como tal, pero que de a poco comenzó a incursionar también como director y guionista y trató de lograr que todos los roles se fusionen. “Sentía que tenía que tomar una decisión y no podía ir por todos los caminos. No me animaba, era difícil”, dice el artista que a sus 27 años entendió que sí podía hacer todo lo que él quería. “Me animé a seguir mis deseos y entendí que, de alguna manera, todo estaba relacionado: podía actuar y escribir. Las cosas se iban a acomodar solas”, resalta Santiago que hoy, con más de 10 años de experiencia, logró equilibrar todas las tareas.
Bisnieto de un dramaturgo, nieto de una abuela que compartía los textos de su padre, sobrino de Ernesto Korovsky (guionista de Graduados, Son Amores, Gasoleros, Sos mi vida, entre otras ficciones nacionales), primo de una guionista y escritora, y hermano de una actriz, Santiago lleva el arte en la sangre. Fue su tío quien lo hizo debutar en televisión con apenas cinco años en Juana y sus hermanas, el ciclo de humor de Juana Molina.
“Fue una linda experiencia, pero nunca me imaginé como actor”, dice hoy, a 30 años de aquella participación. “Yo era un beatlemaníaco”, agrega sobre el fanatismo que tenía por la popular banda británica. También le gusta la música de Charly García, Fito Páez, Queen, Creedence. “El rock viejo”, sintetiza.
Hincha y socio refundador de San Lorenzo de Almagro -”compré un metro cuadrado de la cancha nueva”, remarca- también fue jugador de básquet. Aunque no de manera profesional, aclara quien mide 1,84 metros. Lo hizo como federado en el Club Náutico Hacoaj hasta los 23 años, cuando debió abandonar la disciplina porque no le daban los tiempos para cumplir con todas las tareas que tenía por ese entonces.
Hijo de un profesor de educación física, el actor continúa entrenando para mantener una rutina. También le gusta jugar al fútbol con sus amigos. Por su parte, asegura que le gusta tocar la guitarra, pero -en tono de broma- no la destaca entre sus pasatiempos. ¿Por qué? “Lo hago solo para mí. No da compartirlo, porque las cosas que hago mal están en un segundo plano”, bromea Santiago Korovsky y concluye la entrevista.
SEGUIR LEYENDO: