Jorge Lanata fue operado con éxito ayer en la Fundación Favaloro y se encuentra estable. Se trató de un procedimiento quirúrgico laparoscópico ya programado, según informaron desde la institución.
“El Hospital Universitario Fundación Favaloro informa que el señor Jorge Ernesto Lanata evoluciona satisfactoriamente luego del procedimiento quirúrgico laparoscópico que se realizó el día 30 de agosto. Permanecerá las próximas horas internado para un adecuado control evolutivo, planeando su externación próximamente”, afirman en el parte médico.
Al tratarse de una intervención menor, los especialistas ya analizan una posible externación para que el periodista pueda recuperarse en su casa, lejos de virus y bacterias que puedan complicar el cuadro. La evolución favorable del periodista luego de la operación había sido comunicada ayer por su compañero Gonzalo Sánchez, quien quedó al frente de su ciclo radial Lanata sin filtro: “Jorge está diez puntos, está perfecto”.
La última internación
En mayo, el periodista pasó una semana internado en Mount Sinai Medical Center de Miami, a donde había viajado junto a su novia, la abogada Elba Marcovecchio, para filmar un documental y vacunarse contra el coronavirus. Si bien en un primer momento se pensó que podía tratarse de Covid-19, los estudios determinaron que tenía una infección urinaria, una afección que ya había padecido con anterioridad.
En esa oportunidad los médicos resolvieron que, aunque su cuadro no era de gravedad, debía quedarse internado una semana en observación teniendo en cuenta sus antecedentes médicos y sus complicaciones.
Su historia clínica
La vida del periodista está plagada de internaciones e intervenciones quirúrgicas. En marzo, luego de que le dieron el alta de una nueva intervención tras haber sido diagnosticado con una arritmia cardíaca y una trombosis en su pierna izquierda, aseguró: “Estaba medio complicado, pero ahora estoy bien. He sobrevivido una vez más. Tengo unos estudios pendientes, pero estoy bien”.
Entonces, la institución comunicó que se le había “tratado exitosamente la arritmia cardíaca” con la que había ingresado y que, por su patología arterial periférica, se le había realizado “una angiografía del miembro inferior izquierdo y posterior revascularización por angioplastia”. Lo que más preocupaba al entorno del periodista, que ya de por sí arrastra un cuadro de salud delicado, era la trombosis en la pierna.
En el 2019 estuvo internado en cinco oportunidades. La primera vez permaneció 15 días en el hospital, debido a una gastroenteritis. Después contrajo otros virus (conjuntivitis y gripe A). Y en septiembre de ese año sufrió una caída en la puerta de la radio que fue determinante para que pusiera en pausa su actividad laboral. Entonces, el periodista permaneció internado dos meses en el Fleni, donde logró grandes avances, pero de todas formas no podía sentarse a raíz de los fuertes dolores que le ocasionaba un problema en la espalda. Por este motivo, sus médicos determinaron que debía realizarse una cirugía que en la Argentina no suele practicarse y le sugirieron viajar a un centro médico especializado en Estados Unidos.
Así fue como, en los primeros días del 2020, a Lanata le realizaron con éxito una cifoplastía en el Hospital Presbiteriano de Nueva York, una intervención corta y ambulatoria, de anestesia local, a la que debió someterse a raíz de los fuertes dolores que le provoca una vértebra que no suelda.
Su momento más difícil
Hace algunas semanas, su ex esposa, Sara Stewart Brown recordó el doble trasplante que salvó a Jorge Lanata: “Siento orgullo de haber donado mi riñón, ese acto me representa”. En 2015, la pareja fue una de las protagonistas del primer trasplante renal cruzado que se realizó en América Latina. Como no era compatible con Jorge Lanata, su marido en ese momento, dio consentimiento para donar uno de sus riñones a Ignacio. A la vez, el periodista fue trasplantado con el riñón de Norma Hernández, la mamá de ese joven también enfermo. Un acto de amor colectivo que salvó dos vidas.
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