Pamela David conversó con David Itic, maestro de Kabbalah: “No hablamos de religión sino de espiritualidad”

En una nueva entrega del ciclo PamLive la conductora dialogó con el argentino que dirige el Centro de Kabbalah en México

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PAMLIVE con David Itic - ¿Qué es la Kabbala?

La Kabbalah es una sabiduría antigua y espiritual que nos faculta para que mejoremos nuestra vida, descubramos nuestro propósito y alcancemos la plenitud duradera que estamos destinados a recibir. Quienes la practican, creen que en la esencia de las grandes religiones y tradiciones espirituales del mundo, se encuentran verdades llamadas “la sabiduría de la Kabbalah”. En un nuevo ciclo de PamLive, Pamela David charló con David Itic, maestro de Kabbalah en México y director de Proyecto Zóhar, quien nos enseña a practicarla y convertirla en un estilo de vida, seas de la religión que seas.

—¿Qué es la Kabbalah y de qué manera puede ser trascendental en nuestra vida?

—Es una sabría, un conocimiento que te explica cómo funciona el sistema de la creación y lo que nuestra alma vino a hacer como propósito. Explica que hay leyes espirituales porque este mundo fue creado con leyes espirituales. Nuestra alma viene con un propósito, viene con una misión, viene a hacer un trabajo espiritual no solamente de manera individual, sino de manera colectiva, como humanidad. Entonces, Kabbalah lo que te explica es eso: que hay un propósito, que hay un sistema, que hay reglas espirituales y la idea es ponerlo accesible a las personas porque cada uno puede mejorar su calidad de vida, transformarse, a través de este entendimiento, camino y sabiduría donde el concepto es: ¿Cómo me acerco más a esa fuente, que llamamos en Kabbalah, que te da plenitud? Para nosotros es una única fuente, no es que hay diferentes dioses. En Kabbalah no hablamos de religión, sino que hablamos de espiritualidad. Todo tiene que ver con conectar con esa fuente que es única, infinita y que provee a todos los seres humanos de ese bienestar infinito y de plenitud. Entonces habla sobre cómo funciona el sistema, cómo uno puede acercarse a esa fuente, cómo conectarse con nuestra propia alma que es la que tiene el conocimiento de cómo funciona este sistema. Nuestra alma viene con un propósito que es hacer una corrección y también agregarle un valor, una luz, una energía a este mundo.

—¿Cómo conectamos con nuestra alma y darnos cuenta cuál es ese propósito?

—Eso es lo que hacemos a lo largo de las enseñanzas. Empezamos a entender que en principio, cada uno de nosotros, todos tenemos un cuerpo y un alma. Es lo único que nos une a los seres humanos. Cada uno tiene un alma y viene con un propósito como hacer este trabajo espiritual. De alguna manera, todos venimos del mismo origen y todos vamos a regresar a un mismo lugar. El punto es que cada alma elige un camino espiritual por el cual sienta algún tipo de afinidad pero el alma viene a hacer un trabajo espiritual, una transformación, una corrección. En Kabbalah la llamamos Tikun, algunos conocen este concepto como karma. Es un tipo de corrección específico, quizá algunos vienen a trabajar su baja autoestima, otros el control, el orgullo, aprender a trabajar en unidad, pensar en el prójimo… Infinidad de cosas que nuestra alma viene arrastrando desde varias vidas. Kabbalah sí contempla la idea de reencarnación. Hablamos de que venimos de varias vidas haciendo un cambio, una transformación y el objetivo es llegar a tal punto que se pueda revelar el máximo potencial de nuestra alma y corregir todos los aspectos de nuestro ego que nos separa de nuestra alma, aspectos de egoísta, de gratificación inmediata.

—¿Cómo nos damos cuenta cuántas vidas hemos vivido? A lo mejor muchos tienen mucha carga de ese Tikun

—De alguna forma, nuestra alma elige un tipo de corrección y quizá algunos sí vienen con una carga más pesada. Paradójicamente decimos que es el Creador quien te pone los mensajeros que te van a ayudar con esa corrección. Es el Creador quien te pone los escenarios. Cuando uno atraviesa situaciones muy duras donde tenemos que hacer una transformación, inclusive cosas desde la niñez, abandonos, pérdidas, uno de alguna forma deja de creer que existe un sistema más grande. Deja de creer que hay un dios, o una fuerza que te ama. Todo tiene un propósito más elevado, y ni más ni menos, el alma elige familia, escenarios, lugares donde tú naces, el día que naces, bajo qué influencia zodiacal, los padres, y todo lo que ocurre alrededor de esa combinación entre el alma y el Creador. El alma le pide al Creador: “Por favor, dame la oportunidad de bajar a este plano físico, hacer la corrección que no pude hacer en una vida pasada, quiero hacer mi trabajo espiritual” y el Creador, con el amor incondicional, nos da la oportunidad de nuevamente bajar. Él, con el alma, se ponen de acuerdo en las condiciones para hacer esa corrección. Cada alma elige, no desde este plano físico, sino antes, qué viene a corregir. En este plano físico nadie elegiría películas dolorosas, incómodas, difíciles y hasta injustas. El alma y el Creador eligen los escenarios más idóneos para poder hacer esa corrección, y desde ahí venimos a esta plano físico y pasamos un proceso espiritual de entendimiento, de transformación, de ver cómo superarnos. El propósito principal de la Kabbalah es que todos nos vamos a adherir y ser uno con esa fuerza divina, plena. Toda esa energía, todo ese entendimiento, está dentro de nosotros, de nuestra alma. Kabbalah te enseña primero a leer la vida de una forma diferente y eso no significa que el desafío será fácil. Al entender cómo funciona el sistema, leyendo con los ojos del alma, entendiendo que tengo situaciones, escenarios que me pone la vida para hacer un tipo de corrección que mi alma eligió, entonces desde ese lugar yo puedo tomar responsabilidad espiritual: al final, es muy fácil culpar pero eso no significa que voy a eximir lo que hace mal a la otra persona. No justifica que la otra persona nos lastime. Pero esa persona también va a tener que lidiar con sus semillas plantadas y sus acciones. En Kabbalah hablamos de la ley de “causa y efecto”, cada persona, cada ser va a pasar por su propio trabajo espiritual en su transformación. Desde el punto de vista del alma, viene a hacer un trabajo y de alguna manera el Creador entendió que esa persona tuvo que pasar todo ese escenario, es corazón roto, esa situación difícil, lo que sea que estemos pasando, tiene un propósito de ayudarnos a hacer una corrección.

—No es algo personal. Todos lo tenemos y todos venimos a trascenderlo…

—Y a entender más sabiamente cómo uno viene a hacer ese trabajo espiritual y comprender cómo funcionan las reglas espirituales. Puedes lidiar con situaciones con otra conciencia, tienes la fuerza y la capacidad de poder actuar de una forma diferente. Trascender implica: “¿Cómo me vuelvo más afín al Creador? ¿Cómo puedo elevarme o cambiar, transformar, crecer, con este desafío de esta situación?”. Porque al final es para mí, es mi trabajo espiritual, y obviamente, cuando yo cambie más, me transforme más y entienda más cuál es mi corrección y mi trabajo de vida, voy a atraer otros escenarios mejores, más amorosos, con mayor protección, más misericordioso. Voy a atraer a las personas indicadas porque van a estar vibrando en la misma frecuencia que uno. Van a estar en la misma afinidad de conciencia. Uno recibe lo que emana. Uno atrae cuando hace acciones dadoras, entonces nuestro trabajo está justamente en elevarnos y transformarnos esos aspectos egoístas que todos tenemos, que todos venimos a hacer un trabajo y lo óptimo es llegar a tal punto que nuestro cambio también puede influenciar positivamente, despierte otras almas en el mundo que están conectadas con uno mismo también.

—Cómo nuestras acciones negativas pueden establecer el curso o sucesos de nuestro futuro… ¿De qué manera se pueden modificar?

Pensamientos, palabras y acciones son tres niveles que uno planta como semillitas. Esas semillas van a germinar. Hay un “tiempo” desde este plano físico. Y eventualmente después dan un resultado, un efecto. Podemos plantar semillas positivas de luz, de amor, de amistad, de unidad o podemos plantar semillas negativas por desconocimiento, egoísmo, sin darnos cuenta. Podemos hacerlo consiente cuando uno intencionalmente quiere hacer daño o inconsciente cuando inclusive desconocemos cómo funciona el sistema espiritual.

—Inconsciente o no, la envidia, el ego funciona igual…

—La ley de causa y efecto muchas veces hay personas que quizá la interpretan erróneamente, pero no se mide por tus acciones, sino por tus intenciones. ¿Dónde está tu cabeza? ¿Dónde está tu intención detrás al plantar estas semillas? Puedes hacer muchas acciones que desde afuera se ven muy bien pero en tu cabeza quizá simplemente quieres defenestrar a la otra persona y hacerle algún tipo de mal. Es vacío, es externo, es aprobación externa, me veo como elevado y espiritual pero si mi intención no está en conectarme con el Creador o hacer un bien desinteresado a la otra persona, que es la forma en la cual yo actúo como el Creador, entonces no estoy plantando la semilla correcta. Aunque afuera se vea así, yo no me conecto con la luz y yo no revelo bendiciones a pesar de que hago acciones que se ven como altruistas y buenas.

—Los que te escuchan ahora, si están atravesando un momento difícil, la vida te presenta los problemas y te los pone enfrente para que trasciendas, para que lo pases, para que lo superes, y de esa manera poder evolucionar…

—No es solamente pasarlo. El propósito es crecer y acercarte más al Creador. Cuando pasamos por esos momentos de oscuridad, uno no ve la luz o la bendición detrás. Uno no ve que el Creador está detrás de cada situación o cómo esto me ayuda a crecer o transformarme. Quizá ese desconocimiento hace que culpemos al otro y al final, si yo paso por esos sucesos y no entiendo para qué estuvieron en mi vida, o cuál fue el aprendizaje, la elección, ahí es donde se te repiten estos sucesos y es lo que llamamos Tikun, sucesos repetitivos que no los corregimos y ahí regresan a nuestra vida hasta que entiendo qué está detrás y hago el trabajo espiritual de transformarme en eso. Si entiendo eso, no voy a seguir atrayendo el mismo patrón porque estoy empezando a transformarme. Eso no significa que yo no tenga diferentes capas pero estoy comprendiendo por qué atraigo estas situaciones, estas personas. Es la forma que yo tengo de ver lo que el universo, la vida me manda para que yo pueda hacer mi corrección. ¿Por qué me manda personas que quieren abusar de mí? En mi trabajo espiritual tengo que aprender a poner límites. Tú, como cualquier persona, un hombre o una mujer que se pregunta eso, es que tiene que aprender a quererse, aprender a poner límites y es parte de lo que mi alma vino quizá a corregir.

—¿Cuáles son los propósitos de nuestra alma cuando eso se repite?

—Exacto, cuando tienes esos patrones repetitivos, en diferentes áreas. Imagínate que una persona viene a trabajar el enojo, o la falta de paciencia, a donde vaya, cualquier cosita le va a activar la falta de paciencia o tolerancia. Son procesos repetitivos que no importa qué, me generan a mí el mismo patrón de reactivarlos. Uno viene a aprender, porque primero, tu alma lo sabe, lo que tenemos que hacer es conectar con nuestra alma, y empezar a identificar qué es lo que nuestra alma eligió como corrección.

—¿Esto se puede enseñar a niños, pueden incorporarlo?

—El consejo que damos es que los padres tomen el curso y que vean cómo funcionan nuestros principios. No hay mejor motivación que el ejemplo. Los padres motivan más a sus hijos pasando por el proceso de ver que sus padres también están practicando y están cambiando. Igualmente en nuestro centro hay programas para niños. Todo el mundo puede estudiar Kabbalah. No tienes que tener un tipo de religión o requisito previo o preparación. El único requisito es que tengas un deseo genuino, verdadero, porque si no lo hay lo que vas a extraer del curso será muy limitado. La parte buena es que podemos cambiar absolutamente todo, la parte mala es que no nos gusta tomar responsabilidad. Siempre es más fácil victimizar a Dios cuando las cosas no salen como yo quiero, victimizar al mensajero que me tocó de turno que sí me hizo daño y ocurrió algo negativo. Entonces es mucho más fácil poner afuera la responsabilidad que asumirla a nivel alma. Decir: “Si me está pasando esto, de alguna forma tengo que entender que mi alma eligió hacer un proceso, un cambio y hay una oportunidad de crecimiento”. Y en base a que puedo hacer ese trabajo espiritual empiezo a cambiar mis películas de vida. Realmente puedo cambiar escenarios y radicalmente, inclusive, aunque esté escrito en piedra, puedo transformar y ahí se generan milagros. El principio de milagro para nosotros es algo que va más allá de la naturaleza, más allá de lo normal, más allá de la lógica, y hay personas que lamentablemente tuvieron un tipo de enfermedad y milagrosamente se curaron o personas que pasaron por situaciones difíciles y han cambiado.

—¿Automáticamente empieza a cambiar por el solo hecho de tener esa capacidad de conciencia?

—El impacto que va a generar en tu vida, entender cómo funcionan los principios y el esfuerzo que hagas para hacer esos cambios, es directamente proporcional a cómo tu vida va a ir cambiando. Esto es entre tu alma y la luz del Creador. No es ficticio. Si tú haces pequeños esfuerzos al comienzo más que nunca, el Creador tiene todo el deseo de mostrarte que Él existe y que el sistema espiritual existe. Si tú te esfuerzas un poquito en hacer un cambio sincero, honesto, porque aquí no puedes mentirle al Creador. Si por dentro sigo actuando con esa esencia negativa, no estoy haciendo un cambio verdadero entonces no hay conexión con la verdadera realidad. Estoy seguro que vas a experimentar una conexión con el sistema de la creación, un cambio en tu vida personal, y más que nada podrás evaluar si existe o no, eso no se puede trasladar. Esto no es “llame ya” y tu vida va a cambiar. Es de verdad, trabajo espiritual donde uno hace el esfuerzo, le explica los principios y uno vive los resultados que son los propios cambios.

—En este 2021 se habla del “despertar de la conciencia” y a la vez se acerca el Rosh Hashaná. ¿Esto tiene alguna energía especial?

—Absolutamente sí. Cabalísticamente estas fechas especiales, nos enseñaron a llamarlas “ventanas cósmicas”. Oportunidades que hay en el cosmos, que nos da el creador para poder ayudarnos como una herramienta para hacer cambios espirituales y ayudarnos como humanidad a hacer ese cambio y ese “despertar de conciencia”. Hay diferentes oportunidades en el año. Cabalísticamente todas las cosas que hacemos tienen un propósito final de que individual y colectivamente, nos pudiéramos adherir, conectar, experimentar ser uno con la luz del Creador. No es solamente saber que Dios existe, si no poder sentir esa paz interna, esa felicidad, esa plenitud. La idea es que tarde o temprano, la humanidad se va a dar cuenta que hay una fuerza superior que su esencia es darle plenitud absolutamente a todo el mundo. Estas fechas especiales, Kabbalah las contempla, no de una manera tradicional, si no como una tecnología espiritual. El primer astrólogo para nosotros que explicó todo este sistema fue Abraham, el patriarca. Él escribió un libro 3800 años atrás que se llama “Séfer Ietzirá – El libro de la transformación” donde explica justamente cómo funciona todo el sistema de la creación y habla de los signos zodiacales, los planetas, las influencias. Para nosotros la astrología es parte fundamental también del conocimiento de lo que habla la Kabbalah, porque tiene que ver con un propósito de cómo ayudarnos a evolucionar espiritualmente. Kabbalah es una sabiduría muy amplia, profunda. Cada uno puede avanzar y seguir creciendo en los niveles en los que cada uno desea. Puedes surfear, o puedes meterte más profundo.

—¿Entonces en esta época hay una “ventana cósmica” que ayuda a percibir energía?

—Sí, lo que ocurre es que todas las personas, todas las almas de esta humanidad, serán evaluadas como si fuese un “juicio espiritual”. Vamos a estar frente a una corte espiritual y evaluarán cómo hemos actuado a lo largo de este último año y cómo hemos hecho acciones positivas y cómo hemos hecho acciones negativas. Esa evaluación va a dar un “veredicto” y eventualmente va a correr una película nueva para el siguiente ciclo o año. Es un momento donde sí existe la tecnología espiritual para tratar de remover todas las evidencias y las cosas malas que hemos hecho. Te voy a explicar el regalo ahora, porque una cosa es la conexión y otra cosa es cómo usamos esta tecnología que es previa. Todavía tenemos un tiempo muy rico. Nos queda una semana. Cada cosa que tú evalúes y chequeés hacia atrás, si nunca lo hiciste en tu vida, o si lo has hecho ahora porque conoces esta tecnología espiritual (puedes revisarte el último año) pero debes chequear cómo has actuado a lo largo de tu vida, dónde has actuado de forma egoísta y tu deseo no fue acercarte al Creador, dónde has actuado sin falta de dignidad humana con el otro, o tomar en contemplación en otra persona, dónde fuiste preocupándote por ti mismo. Dónde has actuado de forma impulsiva, egoísta, juicioso. Te chequeas a lo largo de este último año, porque nos van a evaluar por las acciones de este último tiempo. Analiza si fuiste totalmente insensible, o no te importó la otra persona. Tomar responsabilidad y tomar conciencia del daño que causé, de cómo yo actué de forma negativa, es un regalo de esta tecnología espiritual. La idea no es decir solamente: “Ok, me equivoqué”; sino decir: “Me equivoqué y tomo responsabilidad”. Cuando lo haces genuinamente, honestamente, y el Creador lo sabe, cuando te comprometes a ser mejor, eso ya ayuda a remover esas semillas mal plantadas para que el año que viene no tengas que vivir los juicios de esas semillas negativas. A veces nos duele darnos cuenta que lastimamos a otros o a nosotros mismos, pero para hacer un cambio verdadero, el primer paso es tomar responsabilidad.

—Cuantos más seamos, más fluido va a ser el cambio y la evolución de todos…

—Lo que explicamos nosotros es que tu alma y mi alma están conectadas como todas las almas del mundo. Cuando yo cambio y despierto espiritualmente hay otras almas que están conectadas conmigo que empiezan a despertarse y a transformarse. Hoy la ciencia cuántica, la física cuántica, explica que estamos todos conectados. Hoy esta corroborado científicamente estos principios espirituales que los cabalistas vienen hablando hace 5 mil años atrás. Es un despertar. Un amigo que visité en Argentina me dijo: “¿Sabes cuál es el medio metro más largo del mundo? De la cabeza, al corazón”. A veces entendemos conceptos lógicos. Eso no significa que los estemos viviendo y asimilando. Mientras más conciencia tengo y más lo aplico, mi transformación ayuda a hacer un despertar colectivo. Si más personas entendemos esto, ese proceso se acelera y esa es la misión del centro de Kabbalah: traer y despertar la conciencia colectiva a través del conocimiento y poniéndole herramientas a las personas porque si más personas cambian en este mundo, creamos una masa crítica que sí se puede revelar la totalidad de la luz.

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