Mariano Martínez aprovechó su paso en la pista de ShowMatch para intentar concientizar sobre el bullying y recordó uno de los episodios más duros de su vida cuando a los nueve años lo atropelló un colectivo y estuvo tres años sin poder caminar. Además, reflexionó sobre cómo aquel episodio lo ayudó a ser quién es hoy.
Todo comenzó cuando al ser consultado por Los ángeles de la mañana dijo que no se dejaba llevar por los comentarios de los haters en las redes sociales: “No soy de leer lo comentarios, no me guío por los halagos ni por los retractores, creo que no hay que guiarse por eso. A mí ni me afecta, pero hay gente que se suicida por estos temas”.
Es que el actor fue duramente criticado en las redes sociales por haber comenzado a hacer videoclips de covers y lanzarse en el mundo de la música: “Le dejé en las redes un mensaje a mi hija (Olivia de 11), lo que le quise decir es que mas allá de todo esto (las crítica), estoy contento de intentar, porque la vida pasa en una segundo, todos nos vamos a ir y es triste no animarse a hacer lo que uno quiere. Yo aliento a mis hijos a que lo hagan. Es un deber de los comunicadores de erradicar situación de bullying y de no centrarse en lo malo, lo importante es animarse y no fijarse en lo que dirán”.
Fue entonces, al ser consultado sobre qué cosas lo habían curtido para tomarse con esa tranquilidad las críticas, recordó un tema del que casi nunca había hablado en televisión: “A mi me pisó un colectivo a los nueve años, cuando venía en la vereda con unos amigos. Me dejó tres años en cama. Casi pierdo la pierna izquierda que me la salvaron en el Garrahan. Me agarró una gangrena. Cuestión que volví a caminar a los doce años y medio. Me decían que no iba a crecer igual”.
“Después me hacían bullying de chiquito, que tenés pierna de palo, que te la comió un cocodrilo. A la edad que vos te estás desarrollando. Y yo realmente lo sufrí muchísimo en ese momento. Eso me fue curtiendo”, dijo.
Fueron muy pocas veces las que Mariano se refirió públicamente al accidente. Recién en el 2017 subió en sus redes una foto en la que dejaba ver la marca que había quedado en su pierna, con el texto: “El tiempo lo acomoda todo”.
Algunas vez había contado detalles en diálogo con Gente: “Me pisó un colectivo. Yo salía de mi primera clase de dibujo y el bondi pasó muy rápido. Estaba con unos amigos y cruzaba para comprar leche. Intenté esquivarlo, pero me agarró la pierna izquierda. Ni me vio. Menos mal que le gritaron para advertirle y frenó. Si no, no estaba acá”.
“Pensé que me había arruinado la vida. Creí que nunca más iba a volver a practicar deportes, que me dejaba lisiado. Tuve que aprender de nuevo a caminar. Estuve internado un mes y casi me dejaron pudrir la pierna. No sé cómo salí de esa”, dijo en aquel reportaje y agregó: “Estuve a punto de morirme. Tenía una gangrena impresionante, una semana más y me cortaban la pierna. Me dijeron que si pasaba a la otra, la infección me llegaba a la aorta y me moría. Fue surrealista, para un nene de 9 años es mucho. Hoy no le tengo miedo a la muerte, pero digamos que la vi de cerca”.
Durante el tiempo que tardó en recuperarse tomó clases particulares. “Crecí de golpe. Me sentí discriminado. Los chicos son muy crueles y la pasé fea. Me daba vergüenza mostrar la cicatriz, que me atraviesa toda la pierna. Sobre todo a esa edad donde todo gira en torno a ‘las chicas y los chicos’. No quería ir a una pileta, siempre andaba en pantalones largos. Ahora, al contrario, me da orgullo porque es algo superado en la vida”, dijo alguna vez.
Fue para romper con la timidez, que creía tenía que ver con lo que le había pasado, que a los 14 empezó a estudiar teatro en la Escuela Municipal de Avellaneda. Fue así como se presentó a varios castings, entre ellos el de La Nena, la novela de Rodolfo Ranni y Valeria Britos. Así, debutó en la novela bajo el rol de Axel. La primera escena que tuvo que hacer era en una pileta y en malla. “Me acuerdo patente. Yo no me quería poner el short. Estaba re nervioso en el vestuario, hasta que le expliqué al productor que tenía una cicatriz. Le dije que no quería que se vea, y lo entendió”, contó hace más de diez años a Diario 26.
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