La Voz Argentina se acerca a las instancias decisivas y cada uno de los coaches empieza a definir a los participantes que se disputarán el premio mayor. Luego del turno de Lali Espósito y de Ricardo Montaner, este miércoles le tocó a Soledad Pastorutti definir a los cuatro integrantes de su team que pasaron a los cuartos de final. No fue una decisión fácil, no lo es a esta altura, sin embargo uno de sus integrantes se destacó claramente por sobre el resto.
“¡Uy, que temazo, por Dios!”, dijo la de Arequito cuando pispeó la canción que había elegido Alex Freidig. Se trataba de “Zona de promesas”, de Gustavo Cerati y la coach fue más allá. “Voy a llorar, con esto”, prometió, y justificó su premonición: “Cada vez que estoy mal, que no me sale algo, me vuelvo para el pueblo me pongo esta canción a todo lo que da y vuelvo llorando. Allá están mis viejos, y los viejos te quieren siempre cuando te va bien y cuando te va mal”, justificó.
Durante el ensayo, el participante de 30 años oriundo de Huanguelén interpretó con su guitarra acústica el himno de Cerati, que adquirió una ribete emotivo luego de la versión a dúo con Mercedes Sosa registrada en el álbum Cantora. La Sole empezó escuchando de brazos cruzadas y en pose de coach, pero enseguida la embargó la dominó la emoción y no pudo contener las lágrimas.
Estoico, Alex continúo con su interpretación evitando el contacto visual con su entrenadora pero era demasiado tarde. Las lágrimas habían provocado un efecto contagio y no pudo terminar con la canción. “Se me pasaron muchas cosas por la cabeza. Pensé en mis vejos, mi abuelo, mi familia, fue hermoso, pero muy fuerte. Es algo que no voy a olvidar jamás en mi vida, reconoció el participante, que había ingresado al certamen interpretando “Rayando el sol”, de Maná.
Por protocolo, Soledad se contuvo las ganas de darle un abrazo, pero acercó sus manos en modo de gratitud. “Me llegás por todos lados. Tenés una forma de cantar maravillosa y esta canción te queda perfecta”, elogió la cantante, mientras las lágrimas cambiaban de bando: “No sé por qué llorás vos, yo sí sé por qué lloro yo”, señaló a modo de pregunta. “Yo trato de hacer lo mejor y siento que es una buena señal, que cumplí, estoy muy agredecido”, respondió. Más repuesta la de Arequito volvió a chocar puños: “Si el artista no siente no es artista. Así que ya lo sos; cerró a modo de bendición.
A la hora de subir al escenario, la situación no fue distinta. Bastaron apenas unos versos para que Soledad rompiera en llanto y en ese estado siguió el resto de la interpretación, acompañándolo en silencio con la letra cuando los pucheros se lo permitían. Estaba muy conmovida la intérprete de “A don Ata”, que con esfuerzo y mientras intentaba secarse el rostro con sus manos, ensayó una argumentación “No puedo evitarlo. Él tiene algo muy especial cuando canta. Además la canción...”, señaló sin encontrar las palabras justas. Es que hay veces que las emociones no tienen explicación.
Sus compañeros coincidieron con las devoluciones: “Eres de los verdaderos artistas que hay en este programa”, lo elogió Ricardo Montaner. “Estamos rodeados de frustración, de ver gente que se le pasa los años, la vida y no está contenta. Y vos acabás de cantar ‘tarda en llegar y al final, hay recompensa’. Y este programa es eso”, apuntó una reflexiva Lali.
Más repuesta, La Sole le agradeció al participante por haber dado una vez más su mejor versión. “Tenés la capacidad de emocionar siempre, y eso es algo fundamental en un artista. Sos una especie de mago, subís al escenario y con tu voz tocas todo, y lo transformás en algo bello”, señaló. Como era de preveer, Alex, pasó a la próxima instancia junto a Luna Suárez, Francisco Benítez y Patricio Mai. Cada vez más cerca del sueño de ser La Voz Argentina 2021.
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