Muchos, pero muchos ejemplos de series que llegaron a la pantalla grande dan cuenta de lo complicado que es el paso de un formato a otro, más aún cuando el original tiene el cariño del público y el prestigio acumulado a lo largo de varias temporadas. Algunos fueron fracasos terribles; otros tuvieron éxito, pero no la magia del programa en el cual se inspiraban. Las excepciones no solo confirman la regla, sino que son motivo de alegría para los espectadores, capaces de disfrutar ambas versiones. Cinco de ellas valen la pena ser destacadas.
El fugitivo
La serie que fue furor en la década del 60 tuvo su versión cinematográfica en 1993. En el original, el doctor Richard Kimble, interpretado por David Janssen, era acusado del crimen de su esposa que no había cometido. Encontrado culpable, el azar hace que logre escapar de su condena cuando el tren en el cual es trasladado sufre un accidente. Oculta su identidad y decide buscar al misterioso “hombre manco”, el responsable del destino del doctor. Fueron cuatro temporadas y 120 episodios entre 1963 y 1967. El esquema de la serie fue tomado en varias otras series posteriores, siendo la más notable El increíble Hulk (1977-1982).
Cuando se convirtió en película, el elegido para el papel principal fue Harrison Ford. La historia era la misma, pero todo debía resolverse mucho más rápido. Ford resultó ser la elección perfecta para el papel, pero el gran hallazgo fue la elección del policía honesto que lo persigue, Gerard: en el caso de la película fue interpretado por Tommy Lee Jones. Tan extraordinaria fue su tarea que terminó ganando el Oscar a mejor actor secundario. La adaptación sin duda estuvo a la altura del material que la inspiró.
Misión: Imposible
Siete temporadas entre 1966 y 1973 convirtieron a esta serie en uno de los más grandes e influyentes éxitos de todos los tiempos. 171 episodios marcaron a este clásico de clásicos. La música del argentino Lalo Schifrin es tan famosa o incluso más que la propia serie. Parecía, valga el juego de palabras, imposible que el cine le pudiera hacer justicia.
Cuando en 1996 Tom Cruise decidió cargar sobre sus hombros semejante proeza, las opiniones fueron encontradas. La película era espectacular, pero algunos extrañaban a la serie. El éxito hizo que el actor y productor insistiera, logrando resultados cada vez más asombrosos. No solo alcanzó a igualar a la serie, sino que transformó a las películas en una nueva saga que ya lleva siete títulos, el último cerca de estrenarse.
Muchos comparan a los films de M:I de Tom Cruise con las películas de James Bond, el primer agente secreto verdaderamente exitoso de la historia del cine.
Batman
Hay muchas versiones de este superhéroe y todas toman como inspiración el personaje de comic, pero hubo una película que se basó en la serie de televisión de 1966. Aquella recordaba versión multicolor con estética pop jamás pudo ser igualada en personalidad y locura: el Batman interpretado por Adam West y el sinfín de villanos brillantes fueron uno de los grandes momentos de la historia de la televisión.
Envalentonados por el éxito de la serie decidieron hacer un largometraje. El elenco era el mismo y la estética bastante parecida también. Lo que se hacía más notable era el absurdo, al poner a estos personajes en un formato de largo. Además de Batman y Robin estaban El Pingüino, El Acertijo, Gatúbela y El Guasón. Póker de ases de villanos para una historia genial. Es en esta película donde aparece el repelente de tiburones en el Baticinturón y la memorable escena donde Batman no puede deshacerse de una bomba. La película se estrenó en cines de todo el mundo en 1966 con el título de Batman: la película o Batman y Robin.
Los intocables
En 1959 se estrenó esta serie de acción que marcó un antes y un después en la historia de la televisión. Elliott Ness (Robert Stack) y sus hombres combatían en el crimen organizado en la década del 30 en Chicago. La serie duró hasta 1963 y tuvo 119 episodios. Generó controversia en la comunidad italoamericana y también fue mal vista por los criminales. Pero su marca en la televisión fue imborrable.
En 1987 Brian De Palma reunió a un elenco de lujo para la versión de cine. Elliott Ness era interpretado por Kevin Costner, acompañado por Andy García y Charles Martin Smith. El rol de Al Capone quedó en manos de Robert De Niro y Sean Connery brilló como nunca al interpreta al máximo aliado de Ness, Jim Malone.
No hay una sola escena de la película que no se inolvidable. Si la serie era famosa y los personajes que le daban vida también lo eran, nada se comparaba con lo logrado en este largometraje. La música de Ennio Morricone y el vestuario de Giorgio Armani eran lujos extras que le daban aun más vuelo a la historia. La calidad actoral de Sean Connery fue reconocida por la Academia de Hollywood y recibió un Oscar a mejor actor secundario.
The Blues Brothers
En 1980 se estrenó la película The Blues Brothers -llamada en Argentina Los hermanos caradura-, dirigida por John Landis. Este es un caso interesante de paso de la televisión al cine, ya que los Blues Brothers eran parte del programa cómico Saturday Night Live, verdadera cantera de genios de la comedia en Estados Unidos.
Dan Aykroyd y John Belushi interpretan a Jake y Elwood Blues, dos hermanos músicos que se meten en una carrera contrarreloj para recaudar fondos que salven al orfanato donde fueron criados. Lo que fue un gran sketch es aquí una alocada comedia de acción llena de números musicales e invitados de primer nivel. El elenco incluye a Carrie Fisher, John Candy, Aretha Franklin, Ray Charles, James Brown, Cab Calloway e infinidad de cameos que llegan hasta Steven Spielberg. La televisión vio nacer a estos personajes, pero el cine los volvió inmortales.
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