A finales de julio, Daniel “La Tota” Santillán se internó por un cuadro de depresión aguda. Fue la tercera vez que el histórico presentador de la movida tropical se internaba por voluntad propia. Santillán tomó la decisión al no poder recuperarse con los tratamientos ambulatorios, y al advertir que su cuadro se hacía cada vez más grave por la inestabilidad y la incertidumbre laboral provocada por la pandemia.
Luego de recibir el alta, el conductor reapareció este miércoles en televisión. Lo hizo en el piso de Intrusos, y de entrada mostró su emoción. Primero, por volver al programa luego de quince años. Y también por reencontrarse con Marcela Baños, su histórica compañera durante tanto tiempo, en el que fueron las caras y las voces de la movida tropical en la pantalla de Pasión de Sábado. Enseguida, trascendió que arrastraban un conflicto que permanecía inédito a los ojos del público y que el animador se animó a revelar en el programa que conducen Adrián Pallares y Rodrigo Lussich.
Ni bien fue presentado en el clásico de América, la Tota se mostró feliz por volver al programa, saludó a todos los presentes en el estudio y se detuvo en su histórica coequiper. “Ver a mi compañera Marcela Baños que muchas veces quise pedirte disculpas por cosas que pasaron”, señaló conmovido y sin entrar en detalles. Luego de contar cómo había transitado la última internación, y de negar de manera terminante las versiones que indicaban que había querido quitarse la vida, Pallares indagó en los motivos del distanciamiento con Baños. Y el animador volvió unos años en el tiempo para contar la historia de desencuentros.
“Porque a veces el endulzarte el oído... teníamos que ir a un programa de televisión que justo hoy está haciendo la conducción Lizy Tagliani”, contextualizó la Tota en referencia a El precio justo. “La gente de la producción me dice: ‘vas vos’; y Marcela me dice: ¿por qué no fui yo? y tuvimos un enojo, señaló Santillán. En este punto, Baños aclaró que al ciclo estaban invitados diferentes protagonistas de la movida tropical. “Estaban todos los artistas, él (por la Tota), y yo, que era la conductora con él, no estaba invitada y me parecía extraño, porque los dos veníamos de hacer Pasión Tropical”, explicó la presentadora.
“Yo me enojé con ella, porque ella se enojó, yo le dije que teníamos que preservar la movida tropical, y gente que estaba atrás, en vez de hablarme me terminaba calentando la cabeza. Yo me dejé de hablar con Marcela y nunca tuve la oportunidad... Durante mucho tiempo, en el escenario bajábamos las escaleras y yo no me hablaba con Marcela”, evocó Santillán. “Siete meses”, acotó Baños.
En ese lapso de tiempo, que incluyó un viaje laboral a Chapelco, los conductores compartieron el espacio profesional sin dirigirse la palabra. La Tota lamentó esta situación y enfatizó el afecto y la admiración que siente por su compañera. “Cuando a mí me traen a América, no venía Marcela Baños, y yo dije ‘es mi compañera’... Juntos aprendimos quién era Ternura, quién era Los Alfiles. Hoy estoy orgulloso del laburo que hace Marcela y nunca pude tener su teléfono”, señaló.
Con algo de alivio por haber podido liberar esa angustia del pasado, Santillán realizó una última reflexión sobre los motivos que lo llevaron a distanciarse de su compañera. “Cuando te rodeás de tipos que dicen ‘yo soy amigo de la Tota’, o minas que se cuelgan... Hoy sigo teniendo el entorno, pero me preservo yo. Recién vengo de estar con mi psiquiatra. Voy ahora con la psicóloga. Me preservo”, destacó.
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