Iniciaron sus carreras a muy temprana edad. Mientras sus compañeros iban al colegio y, al salir, jugaban, ellos ya habían empezado a trabajar en la industria del cine. En el Día de la Infancia, recorremos los primeros años de estos pequeños que se convirtieron de grandes en estrellas de la pantalla grande.
Leonardo DiCaprio
Antes de consagrarse en el mundo allá por 1998 con Titanic, Di Caprio contaba ya con una vasta experiencia en los sets de filmación. Su debut se dio a través de publicidades cuando tenía menos de 10 años. Luego formó parte de las series Parenthood y Roseane que le valieron el premio al mejor actor joven. Pero fue con el filme de terror Critters 3 que se colocó en la mira de los productores: tenía por entonces apenas 11 años. En 1992, Leonardo interpretó al hijo de Robert De Niro en Mi vida como hijo. Después llegaría su primer papel consagratorio con A quién ama Gilbert Grape?, que le valió obtuvo su primera nominación al Oscar (luego vendrían muchas más hasta que finalmente recibió la estatuilla dorada por El Renacido). Una carrera precoz, basada en el esfuerzo y buenas elecciones de proyectos que lo colocaron en la categoría de mejores actores de su generación.
Jodie Foster
La protagonista de El silencio de los inocentes se inició en la industria cuando era muy pequeña. A los 12 años participó de la serie de televisión Luan de Papel y dos años más tarde Martin Scorsese la elegiría para el papel que cambiaría su vida: una prostituta para el filme Taxi Driver, con De Niro. El resto de su carrera estuvo plagada de éxitos. Pero Foster asegura que enfrentó muchos traumas por haber comenzado de tan pequeña en la industria.
Natalie Portman
Aquella Matilda de El perfecto asesino, la película de Luc Besson, le valió la fama mundial. La actriz nacida en Israel solo tenía 13 años cuando protagonizó este filme junto a Jean Reno y Gary Oldman. Su ductilidad la llevó a papeles en comedias románticas, en ciencia ficción y en dramas, como fue El Cisne Negro, por el cual ganó los cuatro premios más importantes: Bafta, Oscar, Globo de Oro y Sag.
Macaulay Culkin
El adorable niño de Mi pobre angelito es el paradigma del pequeño actor y de las consecuencias que puede traer comenzar de tan chico en la industria. Con 12 años Macaulay conoció la fama con ese protagónico que lo llevó luego a éxitos como Mi primer beso y la segunda entrega de Mi pobre angelito. Su participación en el videoclip de “Black and White” le valió su inicio en la fama de rebelde. Luego vendría el escándalo con Michael Jackson y la denuncia, con juicio incluido, sobre abusos de menores. Culkin testificó que no fue nunca víctima de quien por entonces era su amigo.
Drew Barrymore
La tierna hermanita de Elliot en ET era la pequeña Drew. Con apenas seis años, allá por 1982, Barrymore debutaba en el cine bajo las órdenes de Steven Spielberg y su carrera despegaría de inmediato. Con una mirada retrospectiva, la actriz de Los Ángeles de Charlie recuerda esos años de niñez con muchas presiones, impropias para su edad. Años después caería en las por adicciones. Ya recuperada, se mantiene activa hasta el día de hoy.
Kirsten Dunst
Tenía siete años cuando participó de un cortometraje dentro de la trilogía Historias de Nueva York, de Woody Allen. Pero el verdadero éxito de Kirsten fue con el film Entrevista con el vampiro, cuando con 12 años le dio vida a la vampiresa Claudia. Allí compartió cartel con Brad Pitt, Tom Cruise, Antonio Banderas y Christian Slater. Con Hollywood a sus pies, Dunst no dejó de filmar y las propuestas no dejaban de llegarle a sus manos: Jumanji, Mujercitas, Spiderman y María Antonieta fueron algunos de los filmes en los que vimos crecer a la jovencita Kirsten hasta convertirse en la mujer y actriz de carácter que es hoy.
Anna Paquin
La película La lección de piano, de Jean Campion, fue un éxito arrollador en 1991. La historia de una mujer muda (Holly Hunter) que estaba infelizmente casada con un hombre controlador (Sam Neil) perturbó a todos por la osadía y la infidelidad de esta mujer con un hombre tosco, interpretado por Harvey Keithel. Pero el filme también sorprendió por la pequeña que hacía de la hija de esta mujer: Anna Paquin era el alma de la historia, y su gestualidad y expresiones le daban ese toque de frescura a una producción por cierto tórrida. Anna acompañó a su hermana Flora para la audición de La lección de piano, y terminó siendo elegida entre más de mil niñas. Solo tenía 11 años y fue nominada al Oscar: se llevó el galardón a mejor actriz de reparto.
Scarlett Johansson
Comenzó su carrera a los 11 años cuando participó del filme Manny & Lo, pero recién se haría popular cuando en 1998 Robert Redford la convocó para The horse Whisperer. Scarlett tenía apenas 14 años y se perfilaba como una de las mejores actrices de su generación. Entonces llegaría Perdidos en Tokio, de Sofia Coppola, y luego la película de Woody Allen que le dio el espaldarazo final: Match Point. A pesar de formar parte del Universo Marvel desde sus inicios en Avengers (su personaje es Black Widow), Johansson supo alternar su traje de superheroína con papeles más dramáticos como Marriage Story. Una niña que supo abrirse camino y esquivar los vicios de Hollywood.
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