Antes del mediodía Ignacio Pérez Tomasone (MN 114.408), conocido en las últimas semanas por ser el obstetra que acompañó a Pampita en la llegada de Ana, habló con Teleshow. “Hoy todavía no tuve ningún nacimiento, pero seguro durante la tarde sí”, dijo antes de empezar la nota. Esta noche, como cada día al regresar a su casa le mostrará a sus hijos Joaquín de nueve y Clara de seis las fotos y videos de los bebés que ayudó a traer el mundo, les contará cómo se llaman, cómo nacieron y cómo están.
“Mis hijos vieron centenares de nacimientos ya, y están conmigo cuando edito los videos de los partos y las cesáreas”, dijo el médico que tiene más de 200 mil seguidores, la mayoría mujeres, en su cuenta de Instagram donde comparte su trabajo. ¿Por qué es obstetra? “Es una especialidad que me gustó, otras cosas como urología o cirugía general no las descarté, pero al comparar esto tiene un plus súper importante, es diferente en cuanto a lo emocional. Si bien hago ginecología, mi trabajo está enfocado a la obstetricia”.
Su trabajo, como jefe de Unidad del Servicio de Obstetricia del Hospital Piñero en el bajo Flores y como obstetra particular (acompaña a sus pacientes en proceso de parto en el Sanatorio Otamendi) es 24x7. “Ante un nacimiento hay que salir y el cuerpo puede pasar factura, mientras el cuerpo dé, seguiré haciendo esto”, dijo el profesional de 42 años y reconoció que para poder ejercer la profesión que ama, el apoyo incondicional de su familia es fundamental: “Trato de ser padre presente pero sé que no se puede contar conmigo porque por más que esté, suena el teléfono y me desvincula del evento que sea”.
Es que justamente está casado con la médica infectóloga Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología, quien tuvo y tiene un rol fundamental como especialista durante la pandemia: “Todo el año pasado y este estuvo a pleno, mi teléfono suena continuamente pero el de ella no para. Su tema laboral fue explosivo porque si bien es médica formada con tres residencia, su fuerte son las vacunas”.
En su día a día la pandemia no modificó su trabajo ya que “el consultorio no se frenó” y siguieron llegando bebés al mundo: “Cambiaron condiciones a nivel de internaciones, el personal de los sanatorios estuvo con más cuidados, pero el consultorio no se cerró, tal vez hubo menos controles de rutina pero no paró la atención médica a la paciente, los nacimientos estaban y casi todos los días salía de casa”. Sí, intentó acompañar más a las futuras mamás: “Para una mujer que va a ser mamá, la contención de su mamá es importante y la llegada de un integrante a la familia es una situación emocional muy fuerte y es difícil no contar con esa presencia. Trataba de que le busquen el lado bueno si es que lo había, de decirle a los padres que es un momento de ellos para que estén los tres, que se conozcan como familia”.
Ignacio tiene 218 mil seguidores en Instagram. Su popularidad en la red creció sin que él se lo propusiera. “Yo trabajaba en un conocido centró médico de fertilidad y ahí hacía muchas notas, entonces empecé a volcarlas en Facebook, de ahí empecé a compartir en Instagram cosas sobre la forma de atención y fotos y videos de los nacimientos”. Fue así como hoy son sus pacientes quienes le piden que suba posteos de sus bebés: “Es todo cien por ciento consentido con la familia, y tiene muchos comentarios y repercusiones”.
“La mayoría (de las pacientes) acepta, siempre cuidado, se ven más nacimientos de cesáreas que de partos porque en el parto vaginal las mujeres se ven más vulnerables y por una situación lógica muchas mujeres no quieren estar expuestas, es más amaneo una cesárea. Siempre con planos cuidados, sin sangre, todo tiene una edición previa para que sea que sea más ameno”, explicó quien se encarga de editar los videos.
Así, comienza el “boca a boca” y muchas famosas se acercaron a su consultorio, como Mercedes Oviedo, Vicky Xipolitakis, la panelista de Intrusos Paula Varela y Carolina Ardohain: “Una amiga de ella llamó al consultorio y fue un seguimiento del embarazo muy lindo y no le impidió dejar de trabajar hasta lo último. Salió del programa, fue al consultorio, fue a la casa a caminar e hizo trabajo de parto, no fue súper extenso pero tampoco corto, largo pero divino y el nacimiento muy emotivo”. Como la misma jurado de La Academia había dicho, llegó a él luego de haber visitado a varios médicos en lo que ella denominó “casting de obstetras”.
Sobre la llegada de Ana, destacó: “Cada familia tiene un contexto, más allá del acto médico y físico, la recepción de un bebé siempre es diferente, está el caso de una pareja joven, otra con 15 años de búsqueda. Por la historia personal de Carolina y lo que había pasado, recibir ella en brazos a una hija mujer generó un impacto en la sala de partos, fue muy emotivo”. Es que Pampita ya era mamá de Blanca, fallecida en el 2012, de Bautista, Beltrán y Benicio.
“El trabajo de parto fue controlado, como había una cirugía anterior (cesárea) no se podían apurar los tiempos y había que controlar el útero, tuvo hidroterapia y tuvo anestesia al final para no enmascarar cualquier circunstancia”, dijo sobre cómo fue la previa a la llegada de la hija de Roberto García Moritán y la jurado de La Academia.
Cuando una figura pública se acerca a su consultorio trata de darle turnos en momentos donde no haya demasiada gente en la sala de espera para resguardar su privacidad. El resto, lo mismo que con todas las futuras mamás: “Escucho los deseos de las pacientes, cómo quieren realizar los controles, si quieren música, luz tenue. Siempre escuchar y ver qué desean, me pueden decir que quieren cesárea, entonces uno explica pro y contra, siempre nos volcamos por el parto vaginal y uno comprende la autonomía y el derecho de esa mujer a planificar el estilo de parto que quiere, mientras todo venga bien”. En ese sentido aclaró que “no puede prometer nada en la semana 24″.
Pérez Tomasone es oriundo de Junín y en su familia no hay médicos. Al terminar la secundaria viajó a Buenos Aires a estudiar y se recibió en la UBA, luego hizo su residencia en el Hospital Piñero donde fue jefe de residentes, médico de guardia y hoy jefe de la Unidad de Obstetricia. Sobre las diferencias, que lamentablemente existen, entre trabajar en un hospital público y un sanatorio privado, dijo: “Acá por ejemplo no hay atención personalizada, pueden ser por un mismo grupo de médicos, el nacimiento es con el equipo que se está de guardia ese día, esa es una diferencia de un privado que en realidad es algo muy de Argentina”.
Para finalizar, el especialista brindó su definición de “Parto respetado”: “Es contención, es escuchar, es respetar los momentos, desde el embarazo y dar lugar y tiempo para las consultas, sacarse inquietudes, miedos que pueda tener, tranquilizar ante situaciones que pueden generar miedo, a escuchar cómo desean tener ese parto, respetar los tiempos de la madre y el bebé, no hacer intervenciones innecesarias. Por ejemplo no realizo episiotomías si no es necesario, aunque es algo que no se sabe hasta que faltan segundos para el nacimiento. Si hay una intervención lo comento siempre y si no hubo tiempo de hablarlo, lo explico en lo posterior, por qué se hizo. Eso es parto respetado: comunicación y feed back”.
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