Rocío Marengo, de salir “lastimada” en su paso por Masterchef Celebrity a encabezar las protestas en La Academia: “No soy un angelito”

Se transformó en una referente de los participantes de ShowMatch que exhiben su desagrado ante los reemplazos en el caño. Pero además, disfruta de un gran momento sentimental junto a Eduardo Fort: “Estoy preparada para casarme o tener hijos”, le cuenta a Teleshow

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Rocío Marengo, en ShowMatch (Foto: Franco Fafasuli)
Rocío Marengo, en ShowMatch (Foto: Franco Fafasuli)

“¡Traé chocolates!”, le gritan casi a diario los productores y los participantes de La Academia a Rocío Marengo. Lejos de molestarse, ella se ríe y se suma al juego en el bar de los Estudios Baires en Don Torcuato, desde donde todos los días se emite ShowMatch. La referencia tiene que ver con la empresa que heredó su pareja, Eduardo Fort: la fábrica Felfort. Con solo verla, se nota que está transitando uno de sus mejores momentos: la sonrisa no se le desdibuja. Además de irle bien en el amor, ya se transformó en una especie de líder de un ficticio Sindicato de Participantes del ciclo que conduce Marcelo Tinelli: Rocío defiende a aquellos que no piden reemplazos en los distintos ritmos y critica a quienes sí lo hacen.

—Te veo muy feliz. ¿Es el reality que más estás disfrutando?

—Estoy en una etapa hermosa, disfrutando mucho el minuto a minuto porque no me olvido que es un certamen en el que hoy estás y la semana que viene no, entonces no dejo de disfrutar todo. Para mí es una fiesta. Y creo que lo que me está pasando este año es que siento que tengo experiencia en haber participado en estos formatos y además me encuentra en una etapa muy linda de mi vida.

—¿Influye tener tu vida personal tranquila?

—Sí, porque estoy disfrutando del presente y sin pensar mucho en lo que vendrá.

Rocío Marengo hizo una gran performance en el caño y obtuvo un muy buen puntaje del jurado (Franco Fafasuli)
Rocío Marengo hizo una gran performance en el caño y obtuvo un muy buen puntaje del jurado (Franco Fafasuli)

—Te pusiste al hombro la polémica de los reemplazos...

Se ve que la gente venía acumulando mucho porque yo lo tiré muy al pasar, se dio. En el programa donde estalla la bomba de los reemplazos, una cosa fue llevando a la otra. De hecho fue en etapas: empezó el programa, se dio una situación, hablé un poquito, después otra... Como que lo de Viviana Saccone fue la gotita que rebalsó el vaso, sin ser ella la que todos culpamos como que utilizó un reemplazo sin estar justificada. Nadie hablaba y de repente se tiraron todos a hablar...

—¿En el grupo Whatsapp de los participantes ya se venía comentando?

—Era un secreto a voces, muy de pasillo, pero no público. De vez en cuando te encontrabas a uno que te lo comentaba, después a otro y a otro. Pero bueno, estalló una linda bombita.

—Y encima Mar Tarrés tampoco se calló...

—Bueno, pero Mar sí lo hizo personal. Yo lo decía en general, quería dejar las reglas claras. Si cada uno va a pedir un reemplazo, es fácil llegar a la final. Yo me traigo un reemplazo que baile como los dioses y zafo cuatro semanas. Me pareció que era necesario aclarar que el que pide muchas veces reemplazo es por miedo a enfrentar una gala, y quería que la gente lo sepa porque a la hora de votar seguramente va a influir.

—¿Cuál fue el reemplazo que más te indignó?

—Yo no lo hice tan personal porque tengo relación con muchos de los chicos que se lesionaron, pero me daba cuenta que estaba como fácil: te lesionás, te reemplazan, no sabés hacer un ritmo, te hacés el que te sentís mal y listo.

Rocío Marengo, una especialista de las previas con Marcelo Tinelli en La Academia (Franco Fafasuli)
Rocío Marengo, una especialista de las previas con Marcelo Tinelli en La Academia (Franco Fafasuli)

—Jujuy Jiménez también venía hace mucho tiempo con reemplazo...

—Sí, venía hace mucho, y me pareció bueno aclararlo para que juguemos todos con las mismas herramientas. Se dio esta situación, después vino el caño, que nunca había tenido tantos reemplazos: de repente todos lesionados, El ritmo que estamos teniendo hoy de preparar una o hasta dos coreografías por semana es el ritmo de las semifinales y final, y nosotros estamos con este ritmo desde que empezamos: estamos muy cansados, entonces te lleva a no tener filtro. Influye mucho el cansancio por eso se lesionan, quieren zafar de algún ritmo, pero a mí no me gusta: yo quiero llegar a una final pasando por todos los ritmos, bancándome los duelos, porque es parte de la competencia. Sino es fácil: vas y te comprás la copa, y chau.

—¿A quién ves como favorito?

—En estos certámenes influyen mucho cuando son participantes carismáticos, entonces me parece que Cachete (Sierra) es un candidato. También me gusta mucho Pachu (Peña), que no pidió reemplazo, y está jugando.

—¿Y a quién ves como el más estratega?

—Bueno, hay mucho jugador calladito por el momento. Recién ahora se empieza a notar quién está jugando y quién no...

—¿Ya no hay tanta fraternidad en el grupo?

—No, ya no tanta. Se empiezan a ver los jugadores porque a esta altura nadie se quiere ir. El que entró a ver qué onda, ya al toque te pica el bichito y todo el mundo se quiere quedar.

—¿Hay algún participante con el que definitivamente no te llevás bien?

—No, sino te lo diría.

—¿Te sentís más querida por la gente este año?

Lo que pasa es que vengo de un programa que era editado (Masterchef Celebrity), entonces hace mucho que no tenía la posibilidad en Argentina de mostrarme como soy, con mis cosas buenas y malas. Nunca quiero mostrarme como un angelito porque no lo soy. Me gusta que vean mis dos partes, como todo el mundo las tiene: a mí no me da vergüenza mostrarme mis errores, no tengo miedo al ridículo. Soy de reírme de mí misma. Pero bueno, venía de un programa editado del que siento que salí lastimada. Entonces, este programa me hizo rearmarme. Vine en pedazos, sintiéndome vieja y hoy volví a ser la que era.

—¿Te arrepentiste de no renunciar?

—A mí no me gusta renunciar, soy de ponerle garra a todo. Pero hay que vivirlo para saber la violencia que yo viví, injusta, porque yo no era la persona que mostraban. Fue una edición en la que no salí favorecida y quizás favorecieron a otros que tampoco eran como lo mostraron. Pero bueno, esto es un reality, lo que sale se muestra, no te van a cortar una parte para cuidarte o no. Es lo que es, y somos personas como cualquiera que están compitiendo, y hasta podés hacer estrategias y es todo válido. Pero cuando hay edición ya pasa a ser una novela y yo no soy actriz.

—¿Tenés algún sueño profesional que te quede por cumplir?

—Me gustaría hacer conducción con la productora de Marcelo, siento que sería lindo.

Felipe y Marta, los hijos de Ricardo Fort, con Marengo y Eduardo en una de sus vacaciones a Disney
Felipe y Marta, los hijos de Ricardo Fort, con Marengo y Eduardo en una de sus vacaciones a Disney

—A nivel personal, ¿cómo estás con Eduardo?

—Estoy muy contenta. Creo que eso también influye en cómo me tomo las cosas. Yo vine a jugar, a pasarla bien.

—¿Sentís el apoyo de tu pareja o es muy celoso?

—No, tengo el apoyo. Él está contento de verme bien, como mi mamá, que también se pone feliz. Le cuestan los medios, pero yo también he ido a las fiestas de su empresa. Lo que pasa es que hasta ahora no pudo venir porque es de riesgo y no estaba vacunado (contra el coronavirus). Ahora en dos semanas se cumplen los días, porque se fue a vacunar a los Estados Unidos, y ya va a venir al programa.

—¿Tenés algún proyecto de pareja a futuro?

—Estamos muy bien como estamos, hicimos una familia ensamblada: él tiene tres hijos y nos llevamos muy bien. Pero lo que venga va a ser bienvenido.

—Si te propone casamiento, ¿aceptarías?

—Sí. Quizás no lo soñaba antes, pero dejo que las cosas fluyan. Es la primera vez que me siento preparada para casarme o tener un hijo. Edu es el amor de mi vida, no tengo dudas: ya vamos a cumplir ocho años y nos recontra elegimos. Me da orgullo haber llegado a ensamblar la familia como estamos, porque no es fácil.

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