Como una fanática más, Lali Espósito suele compartir en sus redes sociales sus reacciones ante cada emisión de La Voz Argentina (Telefe). Lo particular del caso es que ella es una de las coaches / jurados del programa y el pasado martes por la noche dio su impresión respecto a la rispidez que se generó entre sus compañeros Mau y Ricky y dos de las integrantes de su equipo.
Lo que pasó el último martes fue que Esperanza Careri y Jessica Amicucci, dos de las mejores participantes del reality musical, no superaron las expectativas de sus coaches, los hijos de Ricardo Montaner. Lejos de quedarse callados, los cantantes y productores manifestaron con firmeza su “decepción” con las cantantes, quienes se mostraron con actitudes opuestas y desfavorables para el equipo.
Mientras se emitían estas imágenes, Lali manifestó su opinión en su cuenta de Twitter y reflejó sus sentimientos ante lo que estaba viendo, al igual que los muchos seguidores con los que cuenta el programa.
“C PIKÓ“, escribió en el primero de una serie de cuatro tweets, apelando a una metáfora coloquial que, desde hace algunos años, se utiliza para indicar que algo -una situación, un entredicho- subió de tenor, llegó a su punto máximo de temperatura. A continuación y para reflejar lo que le pasaba, apeló a los emojis: cinco caritas con los dientes apretados, denotando tensión.
Después, vino un tercer tweet, más elocuente aun: “Incómodo. Sí”, definió Lali. Y después de un video corto de Tik Tok en el que actuó con lip snyc una tensa escena de telenovela, cerró con un último mensaje al respecto: “Bueno, basta. Fuera de joda... feo!”, describió. “Sigamos”, cerró junto a cuatro corazones rojos y mencionando al programa con su hashtag oficial.
Lo que sucedió en La Voz Argentina fue que las participantes tuvieron como desafío cantar a duo la canción Love on top, un éxito de Beyonce del año 2011. Pero la cara del jurado se fue desfigurando a medida en que la interpretación avanzaba.
“Las dos son grandes cantantes, por algo en aquella audición nos dimos vuelta los cuatro. Honestamente, creo que no funcionó la batalla. Son dos voces muy geniales y ninguna se lució”, comenzó diciendo Lali Espósito a la hora de la devolución. En consonancia con ella, Ricardo Montaner acotó: “A veces nos sucede que en lugar de dejar en el equipo a quien lo haya hecho mejor, dejamos a quien menos mal lo haya hecho”. Sin embargo, la que pareció dar en la tecla con su apreciación fue Soledad Pastorutti, quien aseguró: “No hace falta que sean amigas, pero sí profesionales para entender que cuanto mejor me acoplo a la otra mejor me va a ir a mí”.
Lo cierto es que la decisión la tenían los creadores de Mi mala. “Se les voltearon las cuatro sillas a las dos, estaban en la cima de lo que se puede estar en este programa. Lo máximo que les puede haber pasado es que las cuatro sillas se dieran vuelta. Y hoy están aquí. Si hubieran cantado así en las audiciones a ciegas, la verdad y con toda humildad, no nos hubiésemos dado vuelta ninguno”, comenzó diciendo Ricky. Y dijo que quería que esto fuera un ejemplo de “superación” para quien quede en el certamen. “Porque nos fuimos al carajo. Las amo, pero las modulaciones y las armonías no las pegamos. Y me parte el corazón porque, para nosotros, esta era nuestra batalla estrella”, señaló.
Entonces, Mau intentó dar su opinión, pero Jéssica lo interrumpió y pidió la palabra. “La verdad, yo no estoy acostumbrada a cantar esta canción en esa tonalidad. Y fue muy duro trabajar. ¿Puedo ser honesta? Si estaba muy nerviosa, también tuvo que ver con eso. Fue muy difícil”, señaló la participante. “¿Lo dices por la canción?”, le preguntó Ricky. Y, para sorpresa de todos, la joven se despachó diciendo: “No, fue difícil trabajar juntas. Hubo dos ensayos en los que no quiso cantar. Y yo, aunque esté enferma, voy y canto igual”.
Frente a esto, Esmeralda intentó su defensa: “Yo la verdad que soy muy alérgica y, cuando llegué a Buenos Aires, estuve sin voz. Y Feli, que es la que nos asesoraba, me dijo: ‘Prefiero que no cantes en estos primeros ensayos -porque tuvimos dos más- para que estés bien después. Son muchos días lejos de mi casa. Yo yo lo único que hice fue repasarla (la canción) pero marcándola”. “¿Pero la llamabas a ella y querías, aunque sea la distancia, repasarla?”, le consultó Lali. “Le dije, pero ella me dijo que prefería no hablar conmigo...”, respondió la participante.
En ese momento, Ricky se puso de pie y volvió a tomar la palabra para marcarle a Jéssica que, en las partes donde cantaba sola, también había cometido errores. “Pero es diferente tener buena onda”, insistió ella. A lo que Mau agregó: “Yo soy un tipo que me inclino siempre más que por el talento, por el tipo de persona que son los que están parados ahí al frente. Yo sé que ustedes dos son buenas personas. También sé que estamos en un programa en el que, posiblemente, uno sienta que está peleando por su vida en la carrera musical. Lo entiendo. Y entiendo que no siempre las cosas están como uno quiere. Es más, le voy a dar una noticia que quizá no les guste, pero la mayoría de las veces no van a estar las cosas como a uno le gusten”.
Luego, el mayor de los hermanos fue categórico: “Aquí hay dos opciones: o uno la pasa como el culo, perdón Montaner por la palabra, o uno dice ‘estas son las cartas que me tocaron’. Si uno decide aprovecharlo, cool. Eso está en ustedes. Yo espero que la persona que se quede retome y nos demuestre con el corazón que quiere y que se merece estar aquí. Pero la verdad es que a ninguno de los dos nos provoca tanto trabajar con gente que no está dispuesta a decir: “No importa, yo hago lo que se tenga que hacer’. Porque en esta vida, para llegar a los niveles que ustedes quieren llegar, hay que hacer lo que sea”.
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