Ya un tiempo antes de su muerte, el último 25 de noviembre, Diego Maradona tenía pendientes algunas demandas por filiación, que hoy son importantes a la hora de establecer la herencia del astro del fútbol. Una de ellas es la de Magalí Gil, una joven de 25 años que en abril de 2019 inició el proceso en búsqueda de su verdadera identidad.
Ella nació a fines de 1995. Su madre biológica la abandonó, y desde sus primeros días vive con el matrimonio que la adoptó, a quien llama “mamá” y “papá”. Aunque ella siempre supo el nombre de su progenitora, nunca quiso buscarla hasta que un día fue la mujer quien la contactó y le reveló: “Diego Maradona es tu papá”. Desde ese momento, tuvo una duda que hasta entonces estaba apagada y por esa razón inició la demanda.
En este sentido, este domingo Ángel De Brito sumó una importante novedad a esta causa. “Magali Gil no es hija de Maradona. Así, lo determinó una prueba de ADN, realizada con una hermana de Diego, hace 15 días”, expresó el periodista en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, según pudo averiguar Teleshow, lo que arrojó dicho estudio, que fue extrajudicial, es una “baja probabilidad de vínculo”. Por otro lado, no es el ADN concluyente de la paternidad, que será el que se haga en un futuro con las muestras de sangre del Diez que se encuentran en la Fiscalía y que aún, por tiempos de la Justicia, no fue realizado todavía.
En diálogo con este sitio, Claudio Santa María, quien es médico, profesor de medicina y rector de la Fundación del Instituto de Ciencias de la Salud, explicó la diferencia entre hacer un análisis de ADN con un supuesto padre y hacerlo con una supuesta tía. “Las pruebas para determinar la paternidad toman unos alelos, que son unas partecitas del ADN, y como nosotros tenemos un 50% de nuestra madre y otro 50% del padre, cuando se chequea con el padre, hay un 99,9% de las partes de los alelos y tiene una efectividad muy importante”, comenzó explicando. Y agregó: “Cuando, en cambio, se compara el hijo con un tío o un hermano, la probabilidad, por los cambios que hay, está entre un 70 y un 80% porque hay otros que intervinieron. Entonces, la probabilidad que alguien no sea es del 20 o del 30%”. En ese sentido, concluyó: “La única manera de saber 100% es hacerlo directamente con el papá”.
Lo cierto es que en diciembre de 2020, la joven se había expresado públicamente al respecto. “Mi búsqueda viene hace ya aproximadamente dos años. Desde un comienzo, junto a mis abogados, además de las acciones legales correspondientes, siempre intentamos un acercamiento con Diego Maradona, a través de su letrado, Matías Morla”, había dicho en diálogo con Nosotros a la mañana. Luego continuó su relato: “Con Morla la relación siempre fue excelente hasta que lamentablemente no prosperó, se cortó, a mediados de este año. Si me preguntás el motivo no lo sé, pienso que fue por un tema de la pandemia”.
Desde ese momento su abogado, Marcelo Izquierdo, llevó la causa a la Justicia y se contactó con Morla quien había asegurado que el Diez estaba abierto a hacerse los análisis correspondientes para ver si la joven era su hija, sólo tenían que acordar día y horario para hacerlo. Pero los días pasaron, se convirtieron en semanas y en meses y el examen de ADN nunca se realizó.
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