“Diego Maradona es tu papá”, le dijo hace poco más de dos años a Magalí Gil (25) su madre biológica, a quien acababa de conocer. Desde ese momento, la joven mamá de una nena y un bebé emprendió en la Justicia su búsqueda por su identidad. Al llevar junto con su abogado Marcelo Izquierdo el caso al entorno del Diez, Matías Morla se mostró abierto a colaborar para que ella y el ídolo conocieran la verdad.
Sin embargo, y con la demanda de filiación en la Justicia, el tiempo pasó y las partes nunca se acercaron. Sin Diego presente el camino se hizo mucho más engorroso y fue una de sus hermanas quien prestó su ADN de manera particular para que Gil pudiera saber si aquello que le dijo su madre podría tener un grado de veracidad.
Según pudo saber Teleshow, se trató de un ADN “extrajudicial” que se hizo hace unos meses entre la joven y una de las hermanas de Pelusa, que arrojó “baja probabilidad de vínculo”, lo que no quiere decir que este no exista y por eso el caso continuará judicializado a la espera de que el tribunal pida realizar una nueva prueba de filiación con las muestras extraídas de Diego Maradona.
“Las pruebas para determinar la paternidad toman unos alelos, que son unas partecitas del ADN, y como nosotros tenemos un 50% de nuestra madre y otro 50% del padre, cuando se chequea con el padre, hay un 99,9% de las partes de los alelos y tiene una efectividad muy importante. Cuando, en cambio, se compara el hijo con un tío o un hermano, la probabilidad, por los cambios que hay, está entre un 70 y un 80% porque hay otros que intervinieron. Entonces, la probabilidad que alguien no sea es del 20 o del 30%. La única manera de saber 100% es hacerlo directamente con el papá”, explicó el doctor Claudio Santa María rector de la Fundación del Instituto de Ciencias de la Salud.
Que haya sido justamente una de las hermanas de Diego quien se ofreció a realizarse la prueba de ADN para determinar la filiación de Magalí, es otro elemento más que separa a las hermanas de quien alzara la Copa del Mundo en 1986 de Dalma y Gianinna. Bien podrían haber sido las chicas, o cualquiera de sus hermanos (Diego Junior, Jana o Dieguito Fernando previa autorización de su madre Verónica Ojeda) quien se ofrecieran a sacarse una muestra de sangre para el estudio, en pos de saber si tienen una sexta hermana o no.
Miguel Gonzáles Andía, doctor en ciencias Jurídicas, especialista en Derecho de Familia y decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de La Plata había explicado hace un tiempo a Teleshow qué ocurre en casos como el de Magalí, Eugenia Laprovitola y Santiago Lara con Maradona, cuando en medio de los juicios por filiación el demandado muere: “Cuando esto pasa, se dirigen las acciones contra los herederos del fallecido (en este caso serían Junior, Dalma, Gianinna, Jana y Dieguito Fernando)”.
Sin el involucrado presente para ser citado para realizarse un examen de ADN para comprobar un posible lazo, la Justicia prevé otros caminos. Uno de ellos es la posibilidad de extraer pruebas genéticas post mortem para luego analizarlas. Así ocurrió en el caso de Maradona, cuyas muestras están en la Justicia para ser utilizadas en caso necesario. Otra posibilidad es que la Justicia ordene a los padres del demando la realización de análisis, aunque este no sería el caso ya que Doña Tota y Don Diego, los padres del ídolo, fallecieron en el 2011 y 2015.
Si ninguno de los caminos mencionados anteriormente es válido -podría ocurrir que no se ordenara la extracción de material genético antes de enterrar el cuerpo o que el juez no confiara en la validez del mismo- se podría pedir la exhumación del cadáver. Para evitar llegar a dicha instancia los hijos legítimos del demandado podrían ofrecer de manera voluntaria sus muestras de ADN para la comparación.
“Nosotros ofrecimos aportar el ADN de Dieguito. Verónica me pidió que ofrezca el ADN, independientemente de que en la causa guardé cuatro muestras que se hicieron el día de la muerte, y que están con cadena de custodia judicial, firmado por la fiscalía y los abogados intervinientes”, dijo Braudy a principio de año y agregó: “Dalma me dijo lo mismo. Ella misma se ofrecía para hacerse el ADN. Dalma me lo transmitió en forma personal. Y ayer Gianinna también la llamó a Verónica para ofrecerse también para que no molesten a Dieguito. Estamos todos en el mismo sentido, no hay inconvenientes”. Sin embargo, dicha colaboración aún no llegó y sin la ayuda de quienes podrían ser sus hermanos y sin un pedido ante la Justicia para hacer la prueba, fue una hermana del Diez quien colaboró con Magalí.
Las diferencias entre las hermanas de Diego (Ana María, Kity, Lili, Cali y María Rosa) y Claudia Villafañe y Dalma y Gianinna a quien anoche acusaron de “irrespetuosas” en diálogo con Luis Novaresio, se remontan a décadas, cuando Diego y la ganadora de Masterchef Celebrity vivían en Italia y explotaron hace unos años. Ellas acusan a las mamás de Roma y Benjamín de no haber visitado a su abuela cuando estaba enferma ni haber acompañado al ídolo en sus últimos meses.
“Nosotros éramos (para ella) la familia pobre, y lo hacía notar. Íbamos a comprar en Italia: ella se compraba todo, y para nosotras nada porque éramos el agregado. Claudia era una persona delante de la gente, y con nosotras era otra. A mí (dice Lili) me hizo las mil y una en Italia. Un día Diego me dio un cheque para que fuera a comprar ropa, pero Claudia vino a las tres de la mañana y me sacó el cheque. Para ella, lo primero es el dinero: Claudia te dona un riñón, pero no dinero. A mí no me trataba bien. Y la plata era de mi hermano, no era de ella”, habían dicho las mujeres enojadas en el 2018 cuando por primera vez rompieron el silencio, en el piso de Intrusos.
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