Rocío Marengo fue la encargada de tirar la primera piedra. “Yo respeto todo, pero estamos todos matados. Hay que ver si es tanta la lesión... Para jugar limpio”, apuntó la vedette ante los reemplazos de Barby Silenzi y de Sofía Jujuy Jiménez, sumado al sorpresivo anuncio de que Viviana Saccone tampoco estaría este viernes en la pista en La Academia de ShowMatch. Porque, según anunció Marcelo Tinelli, esa noche la actriz sería reemplazada por La Cata (María Laura Cattalini), de manera excepcional, por una cuestión personal.
“Tratamos de cuidarle el lugar a todos”, contestó Lolo Rossi, jefa de coachs, en nombre de la producción, para explicar la decisión. Y así protagonizó un ida y vuelta con Marengo, antes de que bailara el super duelo de disco que dejaría afuera del certamen a una pareja. En este sentido, la vedette –en pareja con Eduardo Fort– insistió con que su intención no era criticar a los reemplazos, sino más bien a las participantes ausentes. “La Chipi (Mariela Anchipi) vino con todas las ganas y lo mismo Celeste Muriega. Que se queden ellas y que las que se lesionan, que se vayan”, apuntó Rocío sobre las mujeres que se presentarían en lugar de Jiménez y de Silenzi, para que Marcelo Tinelli avalara la decisión de producción.
Sin embargo, la cosa no quedó ahí. Cuando Jimena Baron tuvo que evaluar a La Cata en lugar de Vivi Saccone, también manifestó su descontento. “Soy jurada, pero fui participante. No es justo”, dijo. Pero aseguró: “No por eso voy a votar algo que no creo”. Y dio su puntaje a favor de La Cata. Indignada, Marengo en más de una oportunidad manifestó: “Muchos me apoyan y no se animan en la pista a decirlo”. Y Tinelli repitió: “Es un tema familiar. Lo habíamos arreglado cuando no íbamos La Academia los viernes”. Porque cabe recordar que en un principio, el humor dominaba la gala del último día de la semana.
“Barby Silenzi después de decir que estaba lesionada subió una foto arriba de un toro mecánico”, insistió Marengo y contó con el apoyo de Ángel De Brito, jurado de La Academia. Para colmo, cuando a La Chipi (Mariela Anchipi), bailarina y pareja de Dady Brieva, le tocó recibir su voto después de bailar, se puso a llorar. “Después de todo esto salí a bailar rara”, justificó disconforme con el resultado de su interpretación. “No es personal, es general. Chipi tiene ganas... Quiero que se quede y no alguien que dice: ‘Me duele la panza, no puedo venir’”, volvió a aclarar Marengo.
¿Más? El sorpresivo llanto de Pachu Peña después de bailar y de comentar al pasar que tenía un edema en el brazo. “Evidentemente estas muy dolorido”, exclamó Jimena Barón cuando lo tuvo que puntuar. Y Marcelo, que lo conoce hace años, lamentó: “Siempre te vemos reír. Y cuando te vemos así...”. Entonces el actor, una vez salvado por el jurado, dejó la pista algo aliviado pero apurado, con los ojos rojos y después de recordar: “Lloré en dos programas en mi vida. En el viejo VideoMatch y en este”.
Pero en una noche que tendría de todo, todavía faltaba el turno de Mar Tarrés. “No podemos competir con bailarines profesionales. Me hubiera gustado tener mas tiempo”, dijo llorando cuando le tocó bailar y competir con el modelo Mario Guerci y Soledad Bayona, que también se había expresado muy disconforme con la decisión de la producción. Fue después de que estos últimos bailaran que Tinelli anunció: “Lamentablemente tenemos un problema con Mar Tarrés. Está con un problema respiratorio. No va a poder bailar”. Y fue al corte. Cuando volvió, reafirmó lo sucedido: “Señores y señoras, una situación inédita se da en le programa. Mar no se siente bien. Está el medico. Dice que no puede bailar”.
Entonces se corrió tras bambalinas, para ver cómo seguía la participante. “Hoy se repasaron muchas coreos. Fue un día fuerte. Hoy cuatro veces me tuve que hacer puff”, apuntó Mar Tarrés en relación a los inhaladores para combatir el asma. “Yo siento que sí puedo bailar. Quiero bailar. Y el doctor no me deja”, agregó. Todo para que Tinelli se vuelva hacia el doctor Labonia, cardiólogo a cargo de la salud de los presentes en el estudio, y le pida un diagnóstico. “No puede bailar porque se reagudizó su proceso respiratorio crónico. Y, además por la cantidad de puff que se hizo”, explicó el facultativo. Fue segundos antes de que Marcelo dé por terminada la noche y se despida con un “veremos qué decisión tomamos”. Fue en una noche signada por el suspenso, la tensión y la angustia.
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