Las redes sociales se hicieron eco de la difusión de los registros con los ingresos a la Quinta de Olivos en abril y mayo de 2020, en semanas en las cuales regía en todo el país la primera cuarenta estricta por la pandemia de coronavirus. En los datos abiertos que publicó la ONG Poder Ciudadano aparecen las visitas de distintos políticos y dirigentes. También de una integrante de la comunidad artística: Florencia Peña.
Aquella visita de la actriz hace más de un año y medio, y hasta hoy desconocida, generó una nueva polémica que la terminó convirtiendo en tendencia en Twitter, dando lugar a un sinfín de versiones y especulaciones.
Fue justamente en esa red social que todo comenzó. “Alberto, perdón mi atrevimiento -le escribió Peña en un mensaje privado al que tuvo acceso Teleshow-. Sé que estás a cuatro manos pero algo tenemos que hacer por los compañeros actores. Es muy duro lo que está pasando”.
La inquietud de Florencia tenía que ver con la apremiante realidad que por aquel entonces atravesaba la industria: los teatros habían sido los primeros en cerrar -serían de los últimos en abrir- y las ficciones estaban suspendidas -en muchos casos canceladas, como ocurrió con Separadas, la gran apuesta que había hecho El Trece y que ya no volvería al aire-. De eso modo los actores, al igual que los trabajadores de otros rubros, perdían su principal fuente de ingreso, sin avizorar alternativa alguna.
“Acá estoy para charlar y aportar ideas. Los canales no van a ayudar con esta crisis”, continúa Florencia en su mensaje, escrito a las 15:02 del 7 de mayo. Y concluye: “Gracias, como siempre, por tu cuidado y amorosidad”.
El Presidente le respondió tres días después. “Denme ideas. Tengo algunas ideas yo”, le escribió a las 21:24 del 10 de mayo. Y le extendió una especie de advertencia, que desnudaba las internas en la comunidad artística: “Pero te confieso que no veo predisposición en todos. Escribime al WhastApp y vemos”.
La conversación prosiguió por mensajes directos en el celular, y Fernández terminó citándola en Olivos. Por tal motivo desde el Gobierno le extendieron a Peña un permiso de circulación, que de todos modos no era necesario: ella ya contaba con uno, debido a que estaba yendo a cuidar a su madre, quien poco antes había enviudado. Julio Peña había muerto el 27 de abril.
Días antes de su visita la actriz se habría encontrado con su colega Pablo Echarri para delinear una especie de bosquejo con distintas propuestas que permitieran ir elaborando un protocolo sanitario para retomar las grabaciones televisivas y los ensayos teatrales. La idea, tanto de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI, presidida por Echarri, que también buscaba una alternativas en las plataformas de streaming, buscando tributar por las series) como de otros artistas por iniciativa propia, era encontrar alternativas que Alejandra Darín, desde Asociación Argentina de Actores, no brindaba.
“Nuestra actividad no es considera indispensable”, había declarado Darín. “La asociación no es la que determina que los actores trabajen. El Gobierno decretó un aislamiento social obligatorio, una cuarentena obligatoria, y a medida que pasa el tiempo determinan qué actividades se pueden realizar y cuáles no: la nuestra todavía no se puede realizar”.
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En estas miradas opuestas, SAGAI de un lado y Actores del otro, es donde Fernández basaría aquel reclamo que le acercó a Florencia en su mensaje. Y en ese marco se habría realizado la reunión en la Quinta que, de acuerdo a lo que aseguran en el entorno de Peña, no habría sido la única que tuvo a una figura relevante del espectáculo: Adrián Suar y Marcelo Tinelli también se habrían encontrado con el Presidente para acercarles su preocupación por la crisis del sector. Al fin de cuentas, Polka terminaría en una crisis financiera y ShowMatch no saldría al aire en todo el 2020.
Del cónclave entre Peña y Fernández no salió nada en concreto: “Júntense ustedes y propongan alternativas -le habría dicho Fernández-. Ustedes quieren una cosa y el sindicato, que también me vino a ver, quiere otra”. Solo sirvió para encender las alarmas de Gastón Soffritti, quien poco después se comunicó con Florencia para conocer detalles de lo conversado. La falta de un panorama claro llevaría a Soffritti a fundar meses después, y junto a otros compañeros jóvenes, la Asociación Civil de Trabajadores del Arte (ACTA).
Recién sobre los últimos meses del año pasado la industria televisiva, cinematográfica y teatral volvería a retomar cierta dinámica, con estrictos protocolos sanitarios.
Allegados a Florencia Peña cuentan que la conductora está “dolida y extrañada” por la polémica generada en redes, habida cuenta de que ni siquiera asistió a la Quinta Presidencial por una situación personal, sino para hablar en nombre de sus compañeros. Además, descree que quienes la critican se amparen en el argumento de la cuarentena: considera que el repudio contra su figura también hubiera existido aun si el escenario fuera otro. Pero, ¿por qué no dio a conocer en su momento la existencia de esa audiencia privada y sus motivos? Para evitar la demagogia, advierten desde su entorno.
La previsión no alcanzó. Todo terminaría estallando con una gran polémica en las redes, 14 meses después.
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