La historia de amor entre Mario Rubén González -mundialmente famoso como Jairo- y la española Teresa Sainz de los Terreros puede resumirse en 50 años de relación, cuatro hijos y siete nietos. Entre ellos había un código, una contraseña en forma de canción que los unía más allá de todo. Se trata de “Los enamorados”, que el artista editó en 2009 dentro de un álbum con el mismo nombre y en el que narra un ida y vuelta apasionado entre una pareja. Era la canción favorita de su mujer.
Exactamente un día antes de que Teresa partiera, Jairo se subió al escenario del Teatro Coliseo. No exactamente para cantar sino para ser parte de la grabación de un episodio de la segunda temporada de Confesiones, el ciclo de Infobae en el que se reúne a dos personalidades en torno a una conversación íntima en la que se animan a revelar sus sentimientos más profundas. Lo hizo junto ala periodista María Julia Oliván, y si bien la charla pasó por diferentes tópicos, el cantante le dedicó un gran espacio a Teresa.
“En la pareja nuestra, se suponía que yo era más débil. Porque ella es una persona muy fuerte, tiene un carácter muy fuerte, una personalidad importante. Es una mujer culta, fantástica. Hablar con ella es una maravilla. (...) Ahora, hace largos meses que no puede hablar, no tiene sonido su voz”, le contó Jairo a Oliván, en una entrevista que todavía no está disponible porque el ciclo Confesiones se encuentra en proceso de producción.
Acerca de cómo mantenían un diálogo pese a los problemas que la enfermedad de su esposa había generado durante los últimos años, el cantante dijo: “Yo le hablo igual y ella me escribe o se hace entender. Antes se ponía mal cuando no la entendía, ahora se muere de risa, como diciéndome: ‘Mirá que fácil lo que te estoy diciendo’”.
Durante las confesiones, Jairo reveló que a Teresa “no le gusta mucho la música, no es melómana. Le gustan, puntualmente, tres o cuatro cantantes, la música clásica... y nada más”. La afirmación sorprendió a la periodista, quien siguió indagando al respecto.
Oliván: —¿Pero es fan tuya?
Jairo: —Yo creo que sí, que le gusta. Ahora estamos en habitaciones separadas. La habitación de ella es como la de un hospital, con todos los elementos... Entonces, cuando a mí se me ocurre una canción, agarro la guitarra y me da una cosa... Pero le gustan muchas canciones y se conmueve, se emociona con muchas.
Oliván: —La última canción que le cantaste a Teresa y que la conmovió, ¿cuál fue?
Jairo: —No es la última que le canté, pero es una que yo sé que le gusta mucho. Tiene cierto aire francés en la música, yo creo que por eso le gusta. Porque para ella, la época en la que vivió en Francia fue la más feliz porque era la crianza de los chicos. Y esta es una canción muy francesa en la construcción.
Así fue como Jairo tomó su guitarra en el Teatro Coliseo vació e interpretó “Los enamorados” para Teresa. En ese momento él no podía imaginar que esa iba a ser la última canción para la mujer que había amado durante 50 años.
La letra completa de “Los enamorados”
Los enamorados se miran de frente, caminan despacio
Se besan de lado, se tocan el pelo, se cuentan los dedos, se besan las manos
Los enamorados intentan proezas, desatan pasiones, murmuran promesas
Adoran la vida, comparten helados, los enamorados.
Los enamorados se miran de frente, caminan despacio
Se besan de lado, ocupan el mundo, se prestan el alma, los enamorados
Evitan las luces, dominan la noche, abarcan estrellas, señalan planetas
Estiran las manos, los enamorados.
Los enamorados son cuerpos sagrados, oigamos el himno que cantan callados
No me dejes nunca, no me dejes solo, no me dejes...
Teneme apretado, decime ‘amor mío’
Decilo de nuevo, te quiero, te quiero
Que el mundo se acabe y empiece de nuevo.
Los enamorados se miran de frente, caminan despacio
Se besan de lado, ocupan el mundo, se prestan el alma, los enamorados
Evitan las luces, dominan la noche, abarcan estrellas, señalan planetas
Estiran las manos, y al final estallan, se apuntan, se juegan
Se afanan, se alejan, se abren, se cierran, se bailan, se juran
Se miraban de lengua, de ojos, de lado.
Se acunan, se miman, se doblan, se tripean
Se llaman, se citan, se loban, se lunan
Se celan, se adoran, los enamorados...
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