Damián Betular, a solas con Teleshow: su presente sentimental, la relación con Martitegui y Donato, y en qué quedó su sociedad con Gastón Dalmau

El pastelero debuta este jueves con Manos Arriba, Chef!, el nuevo reality de Paramount en el que se enfrentará con los otros ex jurados de Masterchef Celebrity para conocer quién es el mejor chef

Damián Betular habla sobre su sociedad con Gastón Dalmau (Videos: Teleshow)

No solo se convirtió en el jurado de Masterchef Celebrity más querido por la gente, sino que incluso sus expresiones a lo largo del reality se convirtieron en un sinfín de memes que la gente utilizaba en las redes sociales e incluso hasta los transformaban en stickers que aún hoy siguen recorriendo los grupos de WhatsApp.

Lejos de renegar de eso, y de todo lo que conlleva la exposición, Damián Betular se muestra agradecido por el cariño de la gente. Tan es así, que ya está listo para su próximo desafío televisivo: Manos Arriba, Chef!, un programa de cocina semanal que se podrá ver a partir de este jueves en Paramount +. Allí competirá con dos viejos conocidos, Germán Martitegui y Donato De Santis, para determinar quién es el mejor chef de ellos. Los tres formarán equipo con otros participantes para elaborar platos distintivos en una competencia cronometrada donde no pueden usar sus propias manos para cocinar.

—¿Cómo va a ser “Manos Arriba, Chef!”?

—Es un desafío en todo los sentidos porque, primero, vamos a ir rotando, y cada uno va a hacer de host en uno de los episodios, y después vamos a competir no nosotros, sino dos participantes que no tienen absolutamente idea de nada, que no diferencian un tenedor de una cuchara. Nosotros vamos a ir dándoles indicaciones o diciéndoles cómo tienen que hacer para copiar el plato que presente el host. Ésta es gente que prendió fuego un microondas, que no sabe la diferencia entre poner fideos en el agua fría o caliente para cocinarlos, entonces eso hace que sea muy divertido.

Germán Martitegui, Damián Betular y Donato De Santis serán los tres hosts de "Manos Arriba", el nuevo reality de Paramount Plus

—¿Cómo definirías a Germán y Donato en una palabra?

Dona es amor puro, me voy a tomar la libertad de dos, es amor y contención. Yo soy el más chico, en carrera profesional y en edad, pero en la carrera nuestra Donato es amor y contención, y Germán es como un hermano. Son tantas horas que pasamos juntos que ya son como parte de mi familia. Nosotros grabábamos bastante de lunes a viernes, pero hasta nos juntábamos a comer los domingos. Los conocía profesionalmente, pero no tenía la amistad.

—¿Tenés alguna anécdota con ellos que se pueda contar?

—Siempre me retan porque soy como el que los incita a comer, que pido el tostado, los café con leche. Nosotros tenemos el camarín uno al lado del otro y se forma como un pasillo, mientras te van maquillando salís, es como que tenemos el piso de un edificio y nos vamos cruzando de departamento, por ahí Dona está meditando, o Germán está en una call. Es muy divertido, es para hacer un reality del detrás de escena.

—¿No hay un poco de ego entre ustedes?

—No, cero, y creo que eso se ve, la gente ve lo natural, cómo nos comportamos y eso se siente, se ve que somos espontáneos, hay complicidad entre los tres.

—¿German y Donato tienen algún defecto para trabajar?

Dona es tano, es fuerte en todo lo que dice y Germán es así, si te gusta, te gusta, sino te gusta, no te gusta y bancátela, pero nunca con falta de respeto, los tres tenemos carácter fuerte. Creo que también trabajar en gastronomía, con la presión que uno tiene de darle de comer a toda la gente en simultáneo y que todo salga bien, te forja para hacerte un poco más fuerte ante esas situaciones. Somos los tres muy exigentes.

—¿Vos tenés algún TOC?

—En mi casa tengo un millón, y en el trabajo… Tengo una obsesión muy grande por el orden en todos lados a donde voy. Hoy a la mañana me reía, llegué a la oficina y necesito tener la taza acomodada con la botella de agua, y alineada con el lapicero y el teclado. Soy como muy geométrico y me doy cuenta en mi guardarropa, que tengo por un lado buzos con capucha, sin capucha, con estampa, por color. Por ahí me agarra la locura y ves algo desordenado, pero dura unos instantes. Creo que es parte de ser pastelero, que todo es 325 gramos y no es lo mismo 350 o 300.

—¿Te gustó que Gastón haya sido el campeón de Masterchef?

—Uno acompaña a los 16 participantes durante todo el recorrido de la competencia, hasta que algunos quedan afuera, que no quiere decir que sean los que menos saben, por ahí un traspié te deja afuera, porque la cocina también involucra el tiempo. Yo estuve en esos 60 minutos que son letales, te puede dejar afuera siendo el favorito. Y creo que es muy merecido que llegaran Georgina y Gastón, él estuvo un pasito más que ella en sabores, en terminaciones y todo. Uno se olvida, pero si ves cuando entraron, lo que hicieron en la final es realmente un trabajo de crecimiento súper notorio. Gastón se enojaba, protestaba y es difícil los egos y esas cosas, y muchas veces que alguien te diga que está mal lo que hiciste y que para vos esté bien....

—¿Quién fue el participante más complicado en cuanto a egos?

—No, en ese sentido piensan mucho antes de hablar o al otro día llegan y te dicen que se zarparon. Hay que entender que muchas veces nos enojamos porque un lomo está pasado de punto, si lo problemas del mundo fueran esos, los resolveríamos muy rápido. Entonces eso es lo que les queremos hacer entender. También entendemos que es una competencia, hay un montón de cosas que influyen para que tu plato salga bien o mal y son muchas horas de trabajo.

—¿Van a ser socios finalmente con Gastón?

—No lo sabemos, creo que ahora él está en Estados Unidos. Recién vamos dos meses que terminó, a mi me parece que pasó una eternidad porque entre la primera y la segunda temporada tuvimos tan poco tiempo…que ahora no lo sé. Cuando venga Dalmau veremos si practicó, y hay que laburar, no solamente hay que poner la cara, hay que trabajar.

Gastón Dalmau fue el campeón de la segunda temporada de Masterchef Celebrity y siempre quiso ser socio de Betular

—¿Siguen en contacto por mensaje, por ejemplo?

—Tenemos la mejor de las ondas, no seguimos tanto en contacto porque retomamos nuestra vidas. Lo hablábamos con Germán el otro día porque desde antes de la primera temporada tenía un montón de proyectos, y después estuvo la segunda temporada, cuando nos quisimos acordar era junio 2021. Y estos dos meses pasaron rápido porque me estoy acomodando a todo lo que tenía desorganizado y ahora se me desorganizó más, pero siempre hay un like, sobre todo del grupito que quedó de los últimos participantes, que te terminás encariñando un poco más

—De los participantes, ¿con quién te quedó más vínculo?

—Con Leti (Siciliani) seguimos hablando, nos adoramos, no nos vemos tanto por todo esto, pero nos adoramos. Y con Lali, que fue de invitada también hablamos. Compartimos dos comidas en lo de Marley, y por Lali, Cande Vetrano. Soy medio un Casi Ángel frustrado.

—¿Tienen pensada una tercera temporada de Masterchef Celebrity?

Algo se está hablando, creo que va a ser para empezar a grabar este año, no tengo idea porque la tele va cambiando mucho y eso hace que sea súper dinámico y divertido. Me imagino que habrá un tiempo para renovarse, pensar nuevos desafíos, en eso estará trabajando la gente de Telefe.

—En su momento postulaste a Wanda Nara…

—Me encantaría, desde la segunda temporada. Entiendo que no vive acá, pero me parecería un personaje espectacular para que esté en las cocinas de Masterchef.

—¿Cómo te llevás con la exposición?

Es muy loco, recién estaba tomando un café afuera en el barrio de Almagro, no había nadie en la calle, y con barbijo y con gorra, la gente te reconoce y el cariño es inmenso. Los nenes, las nenas, no hay un rango etario de Masterchef, desde los abuelos hasta los más chiquitos miraban Masterchef. Hay aplausos, bocinazos…es algo que no esperaba, muy agradecido. Mi sueño era trabajar en el hotel y todo lo que vino después fue un regalo inmenso. Mientras que uno le pueda dar alegría, aprendan un poco y conozcan nuestro oficio, para mí es misión cumplida. Es la manera de devolver lo que la gente nos ha dado, a mi no me puede molestar que me pidan una foto porque es la misma que se quedó esperando para ver el programa hasta las 22.30 y apoyarnos, entonces esa es la manera de devolverlo. Es parte del paquete.

—Salieron muchos memes también tuyos, ¿los usas? ¿Tenés tu stickers de WhatsApp?

—Obvio, tengo mis stickers de WhatsApp porque me los mandan y en mis grupos de amigos y en mi familia, todo es con mis stickers, así que me divierto mucho. Parece que hay muchas caras que pueden responder a todo, así que tengo caras de las que se te puedan ocurrir. Es más, pongo algo y mis amigos ya arman el sticker, me divierto mucho con eso y es maravilloso que haya pasado. Yo no tengo Twitter, pero Germán siempre me contaba que era espectacular todo lo que pasaba.

Algunos de los memes que aparecieron con la cara de Betular en las redes

—¿En el plano personal cómo estás?

No estoy en pareja, mi corazón está muy tranquilo. Yo creo que hay momento para todo en la vida, nunca digo “nuca sería esto” o “nunca sería lo otro” porque lo he hecho y después termina pasando. Pero ahora estoy muy bien, tranquilo, ordenándome de toda esta bola que vino de Masterchef y Manos Arriba. Yo tenía mis proyectos, en el hotel también, el libro, estoy ordenando todas esas cosas, y otro proyecto más sería descuidarlo. Yo disfruto mucho de lo que hago, no reniego y tener trabajo en esta locura, y trabajar de lo que me gusta, ya el corazón está contento.

Damián Betular habla sobre su presente sentimental - #Entrevista

—¿Te gustaría ser padre a futuro?

—Padre, cada vez que lo veo ahora con mis amigos más cercanos. No sé si padre…tío me queda genial el rol, los paseo, los devuelvo a la casa y vuelvo tranquilo a mi hogar. No tengo como un checklist diciendo “tengo que hacer esto, esto y lo otro”. No sé, no me cierro a nada.

—¿Qué aprovechaste para hacer este tiempo después de Mastercfeh?

—Vacaciones, no, volví al hotel a organizar todo. Tengo un hobbie que armo que cuando viajo, ahora no tanto, compro Legos y a mí me ayuda mucho a relajarme, es como mi terapia. Volví a retomar el gimnasio con un horario firme. Soy muy estructurado en muchas cosas y las grabaciones me complicaban un poco, pero me volví a estructurar un poco. Y también me gusta leer.

—Hubo mucha queja de las finales grabadas, ¿qué te parece a vos este método?

—Y pero eso se hace en Estados Unidos también. Se estila mucho porque la gente tiene una pasión por spoilear bastante grande, que yo no entiendo mucho el sentido pero igual. Ojalá se pueda hacer una final en vivo, en un estadio, cocinando en directo, ese sería un sueño.

—¿Qué te gustaría hacer a futuro que no hayas hecho?

—Lo estoy haciendo ahora, que es el libro, que lo tenía bastante relegado y era como un sueño de poder contar un poco de donde vengo, tiene recetas, tiene de todo un poco. El contar el sueño de venir a la ciudad, de lograr las cosas, que se puede, cuesta un montón, no es que a mí un día me tocaron la puerta y me propusieron Masterchef, fueron casi 20 años de trabajar, de no tener cumpleaños, bodas. No me arrepiento porque eso se cosecha y hoy están los frutos.

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